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Un victorioso Milei puede encontrar su "Waterloo" si no entiende la nueva elección

Karina Milei fue la ganadora. Su apuesta casi personal, por fuera de los consejos de Santiago Caputo, resultó exitosa en CABA. Pero las elecciones bonaerenses son un desafío muy diferente.
Foto: Cuenta de X @JMilei
Foto: Cuenta de X @JMilei

Las elecciones porteñas arrojaron una clara victoria de La Libertad Avanza, en una votación en la que hubo una despareja y floja participación, y pueden funcionar como “el diario del lunes” para la dirigencia política de la Provincia de Buenos Aires, que, al igual que lo que sucedía en la época pandémica, lo que ocurría en Europa servía de advertencia en este lado del Océano Atlántico.

En la Ciudad de Buenos Aires hubo una única elección donde se eligieron diferentes listas de candidatos para una unicameral. Del otro lado de la General Paz, habrá ocho elecciones diferentes, a realizarse en un solo día, el 7 de septiembre, en la que se definirán candidatos a senadores y diputados provinciales y concejales y consejeros escolares municipales.

La configuración política bonaerense se divide en ocho secciones electorales, que eligen candidatos propios en cada una de las regiones, de ahí que se deban confeccionar ocho boletas diferentes por partido político. Una para la Primera, otra para la Segunda, y así sucesivamente.

Si bien cada una tiene su grado de importancia, mucho se define en la Primera y la Tercera, que conforman el Conurbano bonaerense que rodea a la Ciudad Autónoma. En esta región, salvo la excepcionalidad de un par de distritos que conduce el PRO, como Vicente López y Campana, el resto tiene en su ejecutivo a intendentes del peronismo kirchnerista renovador.

La Octava es la Ciudad Capital, La Plata, a cargo de otro intendente cercano a Axel Kicillof mientras que en las otras regiones, norte, centro y sur de la Provincia, definidas como 5ta, 6ta, y 7ma se reparten con más paridad municipios conducidos por el PRO, la UCR y el peronismo.

Por eso aparecen como lineales y con poco sustento los análisis que postulan los resultados en la Ciudad Autónoma podrán trasladarse linealmente a la Provincia. Los negociadores del PRO comandados por Cristian Ritondo y Diego Santilli aún no han llamado a nadie para preguntar qué quieren hacer. Los intendentes macristas, que ya no lo son tanto, y la mayoría de los radicales, igualmente, no creen en los cantos de sirena vertidos en la noche del domingo por Manuel Adorni.

Uno de los que primero dio el salto, el intendente de 25 de Mayo, Ramiro Egüen, todavía sigue preguntándose cuál es su rol en La Libertad Avanza, partido que no tiene ningún otro jefe comunal en la región 7°. Algo parecido le pasa a Diego Valenzuela, de Tres de Febrero, quien con su presencia mediática y en la discusión del Conurbano la sobrelleva mejor. Más allá de la fortaleza electoral del intendente de Tres de Febrero, tanto él como su par de 25 de Mayo, al igual que la intendenta de Capitán Sarmiento, Fernanda Astorino, siempre tienen que preguntar a dirigentes por demás desconfiados sobre su propio destino.

La feroz interna entre Karina Milei y Santiago Caputo, que ayer a la tarde mantenían una reunión para que se disimule un poco la grieta que tienen, complica el armado violeta en cada una de las ocho secciones electorales. Se necesita un candidato fuerte para cada región. La pelea entre Las Fuerzas del Cielo, a cargo de Agustín Romo en el ámbito bonaerense, contra el armador dispuesto por El Jefe, Sebastián Pareja, puede llegar a un extremo imprevisto para un partido que quiere permanecer en el poder.

Las redes sociales se superpoblaron de acusaciones y denuncias contra los armadores dispuestos por el propio Pareja, la mayoría provenientes desde antiguas legiones peronistas. Era lo que había en un proceso de armado, hace dos años, en los que Juntos por el Cambio, a través de diferentes líneas, y el peronismo kirchnerista renovador acaparaban casi todo el mercado.

A pesar del desdén que puede provocar para los más prolijos representantes del Gobierno nacional, la tarde de ayer las escuelas se superpoblaron de los representantes ahora denostados. La mayoría de los colegios y mesas fueron fiscalizadas por los coordinadores de la Provincia, acostumbrados a los buenos y malos modales. En septiembre, indudablemente, necesitarán mucho más que un candidato al que apoye directamente Javier Milei.

Cada color significa una región electoral. En verde claro, 1ra. Celeste, Tercera. Marrón, en medio de la Tercera, 8va. Azul, 5ta. Bordó, 6ta. Rosa, 2da. Rojo, 4ta. y Verde, 7ma.  
 

Por eso ya empiezan a dialogar para conformar una Nueva Fuerza sectores del peronismo no kirchnerista, apoyados por el cordobés Juan Schiaretti, radicales, y varios intendentes del PRO que no quieren saltar como ya sueñan Ritondo, Santilli y Montenegro.

Octubre, en la pelea para diputados nacionales, puede ser otra canción y ahí sí podrá armarse un proyecto integral para "derrotar al kirchnerismo", como pronuncian quienes quieren acordar entre los libertarios y los ex cambiemistas. Mientras tanto, los  negociadores mileístas quieren pintar todo de violeta sin permitir que usen el partido del cual provienen los nuevos aliados.

Los otros detalles a tener en cuenta en la votación de septiembre. La Boleta sábana, corta, sin voto electrónico. Los fiscales y la reposición de las boletas será crucial al igual que los colectivos, autos y remises, al viejo estilo de una interna, estarán presentes.