Ganadores y perdedores de una elección clave: Milei, Macri, Adorni y un llamado de atención a la casta

Javier Milei. El presidente sale fuertemente fortalecido de las elecciones porteñas, el distrito donde él comenzó su carrera electoral. Es la primera elección distrital que La Libertad Avanza gana en la corta trayectoria de La Libertad Avanza. El presidente además ganó la batalla personal que tiene con el fundador del Pro, Mauricio Macri. Aunque ambos eran aliados, con el correr del tiempo se distanciaron. La campaña porteña tensó más esa pelea. Milei resulta fortalecido de cara a las elecciones de octubre, en el panorama nacional y en los distritos en los que hay negociaciones para conformar una alianza.
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Manuel Adorni. El vocero presidencial tuvo un debut exitoso en el plano electoral. Ganó la elección en el epicentro del Pro. El resultado fue contundente y se consolida como figura no solo mediática, sino también con proyección política. Supo capitalizar la visibilidad que le dio el cargo. Uno de sus capitales es, justamente, la habilidad para comunicar; sea para trasladar los mensajes presidenciales, como su propio discurso.
Karina Milei. Aunque fue su hermano quien impulsó a Adorni, Karina no deja de ser la principal armadora de La Libertad Avanza, que tuvo su primera victoria distrital de peso.
Santiago Caputo. El "monje" negro del poder de La Libertad Avanza es otro de los ganadores. El operador del Presidente fue uno de los abanderados de la estrategia y conforma el triángulo de hierro.
Las ideas "liberales" y "libertarias". La elección tuvo una enorme dispersión de candidatos. Los sectores que tienen empatía con las ideas liberales y libertarias (Adorni, Lospenato, Yamil Santoro, Marra) sumaron un potencial importante, pero no abrumador.
El mensaje de estabilidad y la nacionalización. Fue una elección distrital, pero todo el gobierno nacional se puso detrás y al servicio de las necesidades del oficialismo. Desde Milei, a Toto Caputo. El impacto comunicacional puede nacionalizarse, aún cuando cada distrito es un mundo aparte.
Jorge Macri. Es uno de los grandes derrotados. El jefe de gobierno porteño es uno de los que carga con la derrota, a solo dos años de haber asumido el cargo. El Pro nació en la Ciudad de Buenos Aires y desde allí construyó poder, de la mano de su primo Mauricio. Sufrió el deterioro de Juntos por el Cambio, la explosión del Pro y la emigración fuerte de dirigentes y electorado hacia La Libertad Avanza.
Mauricio Macri. El expresidente es uno de los grandes derrotados. Se puso al frente de la campaña con Silvia Lospenato y como escudo para enfrentar a Javier Milei. Pero no pudo amenguar el impacto de la ruptura del Pro, que fue mucho más dañino de lo esperado para ese partido. Macri fundó al Pro y también Juntos por el Cambio. Así llegó a presidente y también fue protagonista y testigo del deterioro de todo ese sector político. Además perdió la contienda política personal contra el presidente Javier Milei, que tuvo momentos de alta tensión hasta el día de la elección. El desgaste político ante el electorado porteño parece sentirse.
El Pro. El partido nacido en la Ciudad de Buenos Aires sufrió una durísima derrota. La fractura generada no pudo ser superada. En votos, sacó la mitad que el ganador y ni siquiera sumando los sufragios de uno de los díscolos, Horacio Rodríguez Larreta, logra superar a Adorni. Es un enorme golpe para ese partido, que había tenido su clímax en 2015 con la llegada a la presidenta de Mauricio Macri.
Silvia Lospenato. La dirigente del Pro le puso el cuerpo a una campaña complicada por la ruptura del Pro. Nunca logró superar esos obsatáculos y quedó relegada detrás de otros protagonistas. Dentro del Pro los Macri tomaron más relevancia y sus rivales tuvieron más vuelo propio. Lospenato es una dirigente con peso en el Congreso y para ella es un enorme retroceso haber sido la abanderada de la peor derrota del Pro.
Horacio Rodríguez Larreta. El exjefe de Gobierno porteño tuvo un resultado “decoroso”, pero no llegó a los dos dígitos. El tiempo dirá si ese piso le sirve para construir algo distinto, o si su ruptura con el Pro fue más dañino que constructivo. En dos años Larreta pasó de ser precandidato a presidente, a legislador porteño.
Leandro Santoro. El dirigente peronista logró un buen resultado, aunque se quedó en la puerta de lo que hubiera sido una victoria histórica. Más por carencias ajenas que por virtudes propias, Santoro logró que el peronismo porteño, alejado del kirchnerismo, se muestre competitivo. Inteligente para pensar la campaña, hizo un camino propio alejado de las peleas internas del peronismo en la provincia de Buenos Aires y también de cualquier referente, como Cristina, Axel y los gobernadores.
Martín Lousteau. Es uno de los grandes perdedores. Rompió la UCR, aun siendo presidente. No usó la “marca” partidaria y su espacio político no llegó al piso mínimo para tener representación. Quedó desautorizado y la UCR se desdibujó por completo en el distrito en el que supo ser dominador. La izquierda sacó más votos que su partido.
Ramiro Marra. El mediático dirigente “echado” de La Libertad Avanza no pasó el filtro. Sin el motor del oficialismo, se desdibujó.
La “casta” que espantó al electorado. Fue una elección de bajísima participación. Solo votó el 54% del padrón. Es una señal que marca el desinterés de la ciudadanía. En el alerta por la falta de participación también entra La Libertad Avanza de Javier Milei, que se hizo fuerte capitalizando el descontento social hacia la clase política.
El kirchnerismo. Aunque la Ciudad de Buenos nunca fue un sitio confortable para el kirchnerismo, en las elecciones porteñas no hubo nadie que reivindique esas ideas, ni las gestiones de los expresidentes Néstor Kirchner y Cristina Fernández. Menos, claro, al porteño Alberto Fernández.
Caruso Lombardi. El entrenador de fútbol tuvo su primera incursión en la política de la mano del gobernador de Entre Ríos, Rogelio Frigerio, cuyo partido Movimiento de Integración y Desarrollo (MID) se presentó para pelearle votos al PRO y Larreta. Sin embargo, su resultado estuvo muy por debajo de la contienda con apenas el 1,67% de los votos. Por ejemplo, los votos en blanco lo superaron con el 1,9%.
candidato del partido del gobernador de Entre Ríos y exmacrista, Rogelio Frigerio.
Las encuestadoras. Otra vez las consultoras erraron y fueron imprecisas. Aunque acertaron en la debacle del Pro, no tuvieron el dato fino de la victoria de Adorni y La Libertad Avanza.