La Fábrica de Aviones de Córdoba cesa actividades hasta conseguir fondos

La Fábrica Argentina de Aviones (FAdeA), por decisión de sus autoridades, cesó sus actividades por 72 horas a partir de este lunes.
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El directorio de la empresa, en un comunicado dirigido a los empleados y firmado por su presidente Julio Manco, dijo: “Les informamos que, a raíz de los acontecimientos ocurridos el día viernes, y con el objetivo de garantizar la seguridad del personal, así como resguardar y preservar los bienes y sistemas de armas de la empresa y de nuestros clientes, se ha dispuesto la interrupción temporal de las actividades por un plazo de 72 horas”. “Cabe aclarar que esta medida significa una dispensa del débito laboral y no afectará los haberes del personal”, agregó.
El Ministerio de Defensa, accionista mayoritario (90 por ciento) de la empresa estatal, está en alerta ante el temor de desmanes dentro de la planta por la disputa entre gremios que buscan copar la representación de los trabajadores. La coyuntura se presta a incidentes que ponen en riesgo materiales, herramientas y aeronaves de la Fuerza Aérea, Armada y Ejército en proceso de mantenimiento.
Es un escenario que ameritaría considerar si FAdeA puede alcanzar el rango de objetivo de valor estratégico (OVE) y reemplazar la seguridad privada; de elevado costo; por custodia militar.
El gremio mayoritario es el Sindicato de Trabajadores Aeronáuticos (STA), una entidad de trabajadores de la propia fábrica que lleva adelante la negociación salarial adeudada. Los rivales- minoritarios- APTA y APA acicatean intentando radicalizar la protesta.
En la entrada a la fábrica hubo quema de neumáticos y activismo con roces entre distintas agrupaciones gremiales. Se llegó a esta instancia luego de que estallara una protesta de los trabajadores en reclamo de salarios que tensó los ánimos el último viernes.
Ocurre que, en el último haber, solo se liquidó un 30 por ciento del monto total al personal de la planta. Se morigeró el malhumor con una dosis homeopática de 500 mil pesos otorgados como adelanto, mientras el presidente Manco busca destrabar recursos ante Defensa y Economía.
La mayoría de los 720 empleados fue licenciada: concurre solo el personal jerárquico a quienes también alcanzó la poda momentánea.
El parate se veía venir. El torniquete a recursos de funcionamiento y de producción ya había sido advertido al ministro Luis Petri durante la gestión del cordobés Fernando Sibilla, quien finalmente renunció como presidente de FAdeA a mediados de febrero de este año.
La palanca política que mueve la actividad de la planta es Mario Katzenell, secretario de Investigación, Política Industrial y Producción para la Defensa. Su inacción mantiene el mecanismo en reposo, no aplica ninguna fuerza o potencia que movilice ni la gestión ni la producción. “Yo no sé nada de esto”, habría confesado ante la firma de documentos del sector.
Pasar la gorra
El management de la fábrica- integrado por Manco como presidente del Directorio, Emilio Magnaghi como vicepresidente y el brigadier retirado Pablo Solé como director más el asesor-negociador Dardo Salguero- salió en búsqueda de recursos inmediatos para paliar la crisis.
Mordieron a la Fuerza Aérea cerca de 500 millones de pesos de una partida extrapresupuestaria de 77 mil millones otorgada al arma aérea. Un vuelto mínimo sobre 1.600 millones que deben los aviadores a FAdeA en distintos contratos de mantenimiento.
También cedieron (vendieron) los 9 aviones Grob TP-120 que estaban en el inventario de la planta cordobesa y pasarán a dotación de la Fuerza Aérea.
El brigadier Gustavo Valverde, titular de la Fuerza, aceptó a regañadientes tener que obrar a FAdeA unos 26 millones de dólares por esas aeronaves; es el monto que estableció el Tribunal de Tasaciones de la Nación.
La fábrica se desprende de esas aeronaves que en rigor nunca debieron ser parte de sus bienes. El modelo de negocio de ofrecer una plataforma propia y proveer un servicio de horas de vuelo para entrenar pilotos nunca estuvo en la planificación de la empresa ni siquiera en sus orígenes como planta militar.
Hasta Embraer, de la que FAdeA es socia de riesgo en la producción del avión de transporte KC-390 Millenium, adelantó el cronograma de pago por conjuntos que ya entregó la fabril cordobesa y depositará 1.8 millón de dólares.
Esta ingeniería de “pasar la gorra” no soluciona la cuestión de fondo conocida por todos los actores con decisión en la continuidad de una empresa estratégica. Es la simple determinación de prioridades ante recursos escasos.
FadeA no puede quedarse sin fondos provenientes del contrato interadministrativo a firmar con la Fuerza Aérea de provisión de 3 aeronaves Pampa III y la conversión de 3 Pampa II al estándar Pampa III Bloc 2. Esas aeronaves, así como las que están en servicio en Mendoza y Río Gallegos, son esenciales para entrenar los pilotos de caza en la transición al reciente adquirido F-16.
Tampoco puede interrumpir el mantenimiento calendario de las aeronaves de transporte estratégico Hércules C-130 vitales para el sostén logístico del sistema de bases antárticas como así también los helicópteros del Ejército que dan movilidad a las tropas de la operación “Julio Argentino Roca” en la frontera norte del país.
Nubarrones
Otros nubarrones se ciernen con notas formales de contratistas reclamando pagos atrasados so pena de acciones legales. La israelí Elbit, proveedora de aviónica, puso fecha para que se cancele una deuda de 2.5 millón de dólares antes del 31 de mayo y, de no hacerlo, sumarán 2 de penalización sobre el reclamo planteado. En el mismo andarivel corre IAI que pide pagos de seña por un pedido ya avanzado de 10 trenes de aterrizaje destinados a Pampa III.
Las Pymes locales especializadas agrupadas en la Cámara Argentina Aeronáutica y Espacial (CArAE) también presentaron sus impagos.
Estas empresas apoyaron con espalda propia el desarrollo hasta la etapa de prototipo del entrenador primario IA-100 B, listo para pruebas de vuelo y certificación.
El ruido de gremios y proveedores nacionales activó voces legislativas. El diputado cordobés Oscar Agost Carreño presentó un proyecto para que el Poder Ejecutivo aclare la situación actual de la fábrica de aviones.