Margarita Stolbizer analizó el panorama electoral: "Milei dialoga y pacta con el kirchnerismo"
La diputada del GEN comparó al libertario con Cristina Kirchner. También analizó cuál es el error de las oposiciones del "centro", que las deja fuera del escenario electoral.
Con una esfera política tan polarizada entre el mileísmo y el kirchnerismo, aquellos partidos que quedaron en el centro y perdieron protagonismo tienen un año electoral lleno de desafíos. La diputada y fundadora del GEN, Margarita Stolbizer, insistió en que hay que crear una tercera fuerza más moderada, y aseguró que Javier Milei y Cristina Fernández de Kirchner no son tan distintos; por el contrario, pactan este panorama que les favorece.
Juntos por el Cambio, un espacio que supo desterrar a los K de la Casa Rosada y ganar las legislativas del 2021, hoy está fragmentado y sólo queda su recuerdo. La legisladora, que alguna vez fue parte de la UCR, ve hoy a las oposiciones dialoguistas intentar armar estrategias a partir de una propuesta "anti" oficialismo o "anti" kirchnerismo, y de ahí la clave de su fracaso.
Además, condenó el discurso de Milei en Davos, así como su intención de eliminar la figura del femicidio del Código Penal. "Creo que el kirchnerismo le ha hecho mucho daño a la capacidad crítica de la gente y, entonces, hoy está muy dispuesta a tolerarle todo a Milei, porque bajó la inflación o porque reemplazó al kirchnerismo", disparó Stolbizer en una entrevista exclusiva con MDZ. Sin embargo, y aunque cree que el oficialismo tendrá una buena elección, augura un panorama menos alentador en términos de apoyo para La Libertad Avanza.
-Quería arrancar la entrevista con una mirada general de usted sobre el mapa electoral de este año y, sobre todo, cómo se posiciona hoy la oposición al Gobierno.
-El contexto electoral no está divorciado de lo que es hoy un contexto político bastante complejo, frente a un gobierno que se muestra cada vez con más visos de autoritarismo. Un presidente que no tolera la libertad de pensamiento, quien piensa distinto que él merece ser perseguido, acosado, descalificado, insultado. Y creo que para quienes pregonan la libertad, este es el peor de los pecados, no hay libertad más importante que la libertad de pensamiento. Y la democracia es necesariamente la pluralidad, la diversidad, el respeto por las ideas distintas y el debate de esas ideas distintas en la competencia electoral. Entonces, vamos a llegar a este proceso electoral de este año en un clima bastante complicado. Un presidente que insulta permanentemente y, además, con un sesgo ideológico en algunas cuestiones que también va a influir en todo lo que sea el proceso electoral y la competencia electoral. Lo digo sobre todo por cuestiones como lo que ha sido en los últimos días un ataque sobre las grandes luchas del feminismo, las conquistas del feminismo, la salida de la Organización Mundial de la Salud, o renegar del problema del cambio climático. Todo eso va a formar parte de lo que es el debate. Es bueno que así sea y lo que creo es que aún cuando el gobierno va a tener para exhibir en este proceso electoral los resultados económicos positivos, sobre todo la desaceleración de la inflación y algunos otros indicadores, obvio que los costos sociales e institucionales son muy complicados, y eso va a ser parte del debate. Respecto de lo que van a ser los posicionamientos, yo siento que la complicación más grande es volver a caer en una trampa que le ha hecho mucho daño al país, que es la polarización extrema. Los dos extremos de una grieta que pelean y que se sostienen a sí mismos en la descalificación del otro, en la confrontación. Esto ha llevado en muchas elecciones a que la gente termine votando en contra; vota a alguien para que no gane otro. Y esto, que da muchos réditos electorales, ha sido muy malo para el país. Esa polarización, esa grieta, esa Argentina pendular, ha sido muy mala para el país. Y no es bueno tampoco hoy esta desinstitucionalización que estamos atravesando como parte de lo que el mundo mira o quiere mirar en realidad. Tiene efectos económicos también. Llevado a lo que van a ser los alineamientos, yo trabajo desde hace mucho tiempo y lo voy a seguir haciendo mucho más ahora para que realmente podamos ofrecer una alternativa distinta. Y en esto quiero ser clara, no me gusta la idea del centro, del medio; al contrario, tenemos que ofrecer una alternativa tan potente que pueda ser un tercer vértice de un triángulo, donde van a estar quienes están hoy en el gobierno y quienes estuvieron antes en el gobierno, pero tiene que haber una alternativa distinta con tanto valor como las otras. Y una última cuestión; cuando hablamos de la oposición, la oposición es un colectivo muy grande que no es uniforme; confluimos una cantidad de sectores o de partidos o de expresiones políticas que no somos todos lo mismo, y hago la aclaración porque ha salido en algún momento esa idea de que podría armarse un frente Anti Milei. No me gusta la idea de un frente "anti" nada, pero mucho menos me gustaría ser parte de lo que podría ser un retorno del kirchnerismo, nada más lejos de lo que podría ser mi y voluntad. Entonces, creo que casi es una obligación que ofrezcamos ese tercer vértice como alternativa para una sociedad que no quiere la violencia, que no quiere los extremos y que realmente está buscando una opción equilibrada, moderada, y por sobre todas las cosas, decentes.
-¿Y con quién estaría dispuesta usted a dialogar para crear esta tercera fuerza? Entiendo que (Juan) Grabois había propuesto una interna táctica con Lousteau, con Carrió y usted.
-Eso es exactamente a lo que dije que no. No voy a formar parte, de ninguna manera, en ningún frente que pueda incluir al kirchnerismo o al Gobierno anterior, sea el de Cristina Fernández o el de Alberto Fernández. Nunca voy a estar en ese lugar.
-¿Con quién dialogaría?
-Más que diálogo... ustedes tuvieron hace pocos días al presidente de nuestro bloque, Miguel Pichetto. Nuestro bloque es la expresión de lo que nosotros queremos transferir al plano electoral. Un bloque diverso donde convive el GEN con el Partido Socialista, con (Ricardo) López Murphy, (Florencio) Randazzo del peronismo de Córdoba, (Emilio) Monzó, (Nicolás) Mazot, Pichetto, es un colectivo muy diverso. No todos pensamos exactamente lo mismo, por eso hoy los procesos electorales se caracterizan ya no por partidos participando, valga la redundancia, sino por alianzas electorales, pero ¿qué tiene nuestro bloque? Que aún en la diferencia tenemos un conjunto de principios, ideas y valores, que es lo que hace que estemos en ese mismo bloque, y que en las cuestiones importantes, trascendentes, constitucionales no tenemos diferencias. Eso es lo que nosotros debemos trasladar como opción electoral a la ciudadanía: el respeto por ideas distintas, pero siempre con ese paraguas de valores y de principios.

-¿Usted cree que la ciudadanía hoy busca más moderación, teniendo en cuenta que los espacios más votados o por lo menos mejor posicionados en las encuestas son más polémicos, más polarizados?
-Es obviamente lo que me cuestiono porque no creo que esté buscando esto, creo que tenemos una sociedad que también está muy polarizada, por supuesto, y dentro de los reproches en los que yo me paro hacia el kirchnerismo, creo que el kirchnerismo le ha hecho mucho daño a la capacidad crítica de la gente y, entonces, hoy hay una sociedad muy dispuesta a tolerarle todo a Milei. Entonces, porque bajó la inflación o porque reemplazó al kirchnerismo, puede insultar de arriba a abajo a cualquiera o hablar de los gays y los pedófilos como una misma cosa; puede hacer las bestialidades que hace y dice, y parece que la sociedad mira para otro lado y que está dispuesta a disculparla. Yo creo que eso es un error muy grande y que esto va a tener costos demasiado grandes. En estos días, el propio ministro de Justicia ha dicho que van a eliminar la figura del femicidio del Código Penal; en un país donde una mujer muere cada 27 o 30 horas como víctima de la violencia de género, estar pensando realmente en una cosa así es una bestialidad. Y yo creo que esto que nos está mostrando es un conservadurismo medieval, porque son medievales, no son liberales, no son libertarios, son conservadores y medievales. Hay que poner un freno, porque estas cuestiones si uno deja y naturaliza, y bueno bajo la inflación, grita, es simpático, habla en contra de la casta, la opción es el kirchnerismo, por supuesto que espantan con eso, aún cuando pactan con el kirchnerismo, pero tienen eso como cuco, creo que la sociedad tiene que reaccionar y buscar, obviamente, esa alternativa equilibrada, decente, moderada, ¿no? Porque tolerar esto, naturalizar el insulto como forma de la convivencia política, no es bueno y no nos lleva a buenos lugares.
-¿Usted cree que el Gobierno dialoga con el kirchnerismo?
-Absolutamente. Dialogan y pactan. Sin ir más lejos, la convocatoria a sesiones extraordinarias tiene un tema que, yo digo, es el tema de real interés para el Gobierno, son los pliegos para la Corte que están en el Senado. Todo el resto de los temas no son de interés para el oficialismo hoy. Los pliegos en el Senado no salen si no es con un acuerdo con el kirchnerismo, el tema más importante y de más interés. El segundo tema de interés es la eliminación de las PASO. Eso es parte del acuerdo con el kirchnerismo, donde obviamente Milei por un lado, Cristina por el otro, son los que resuelven porque tienen la lapicera y son los que van a hacer sus listas. No les importa nadie, por eso creo que también ahí hay un pacto. Creo que además el presidente no ha sido lo suficientemente contundente y firme nunca en el cuestionamiento a la corrupción. Jamás ha hecho él un discurso crítico de condena hacia el kirchnerismo. Ha insultado a, tal vez, los mejores políticos de la Argentina, lo ha hecho -solo como un ejemplo- con Ricardo López Murphy, pero con muchos otros. Ha insultado a gente excelente y reconocida, y nunca critica al kirchnerismo y no lo hace tampoco en la práctica. Hoy estamos en un país que no tiene presupuesto nacional, que no aceptan discutir la reforma de la Ley de los decretos de necesidad y urgencia, muy necesario discutirla, pues no se puede seguir gobernando por decreto, es parte de los acuerdos. La clausura del debate parlamentario a fin de año. Hoy convocan extraordinarias y yo descreo bastante de la voluntad de que se sesione si no quisieron sesionar en noviembre. Cuando clausuraron el debate del presupuesto, no puede haber un país sin presupuesto. Esto sigue siendo tremendamente malo para la Argentina en sus relaciones con el mundo. Y clausuraron el debate de la Ficha limpia. Fueron acuerdos y pactos con el kirchnerismo o, como dije, la ley de reforma de los DNU.
-¿Y por qué cree que dejó el Presupuesto 2025 fuera de las extraordinarias? Con toda la presión que hubo del GEN, de la UCR, del PRO.
-Porque no tienen interés. Este es un gobierno nada transparente, muy opaco. Podemos citar algunas de las cuestiones, pero son muchísimas. Desde la licitación de la Hidrovía, hasta el titular de la ex AFIP, hoy ARCA, es un gobierno tremendamente opaco. Dentro de toda esa opacidad de un gobierno que no quiere rendir cuentas, lo que buscan es el manejo discrecional de los recursos públicos y eso es lo que están haciendo en realidad, manejando las cosas a su antojo sin rendir cuentas a nadie. Eso es tener un presupuesto prorrogado.
-Volviendo al tema del discurso del mileísmo, ¿piensa entonces que no tiene ningún impacto el discurso de Milei en Davos en la ciudadanía?
-No, no digo que no lo tenga. Digo que en realidad hoy todavía tenemos una sociedad más dispuesta a tolerar ese discurso para que no vuelva el kirchnerismo o para aplaudir los resultados económicos. De hecho, creo que ya el presidente no tiene los niveles de adhesión popular que ha sabido tener. Yo pienso, trasladado en términos electorales, me da la impresión que vamos camino a algo que Cristina en algún momento anunció, que es la elección de los tres tercios, ¿no? El presidente no va a sacar en la elección que viene la cantidad de votos que sacó en un balotaje. Ellos muchas veces tienen esa soberbia de que sacaron el 56%, eso fue la opción que la gente tuvo en una segunda vuelta. Hoy creo que está todo mucho más dividido. Lo que no quiere decir que el presidente no va a tener un buen resultado electoral, sobre todo porque no pone nada en juego. Ellos no pierden ninguna banca en el Congreso porque no las tenían en el año 2021. Entonces, para ellos todo va a ser ganancia, no tengo duda, pero no creo que en términos de resultados netos pueda tener el porcentaje de votos que tuvo en un balotaje.

-¿Cómo cree que va a quedar el mapa electoral en provincia de Buenos Aires?
-Y en provincia de Buenos Aires, más o menos, nosotros tratamos de replicar esto mismo, pero insisto, de la misma manera que no participaría de un frente nacional Anti Milei, tampoco participaría de un frente provincial anti Kicillof. Me parece que no son buenas fórmulas eso de tratar de confluir en arreglos que no tienen ningún destino, solamente para ir en contra de alguien. Kicillof tiene un muy mal gobierno en la provincia, pero por supuesto hoy él se ha parado en la comodidad de confrontar con el gobierno nacional. Se siente cómodo en ese lugar, pero la provincia arrastra muchísimos problemas de tantos años gobernado por el mismo partido político. Yo vivo en el Conurbano, ahí nací y vivo, y por lo tanto las problemáticas las tenemos todos los días a la primera vista. Es un muy mal gobierno, pero cuenta con estas ventajas que es haberse parado en ese lugar. Kicillof va a tener que resolver algunas cuestiones demasiado importantes. La primera, es la propia interna de su partido. La otra, es la decisión del desdoblamiento de la elección, o sea, si él descalza la elección provincial de la nacional para que tengamos una elección provincial anticipada. Es bastante posible que esto ocurra, que obedece a realidades provinciales y también a la realidad de su propia interna partidaria. Después tendrá que resolver qué pasa con las PASO, más allá de que eso va a depender de la Legislatura, pero el gobernador está conversando con las fuerzas políticas. El mapa electoral en la provincia todavía está bastante definido porque el poder territorial es absolutamente distinto si se descalza esa elección de los intendentes y los legisladores provinciales anticipadamente.
-Ya que estamos hablando de oposiciones, un poco usted lo nombró, pero ¿cómo ve hoy a lo que es o fue Juntos por el Cambio?
-Yo creo que ya Juntos por el Cambio no existe, me parece que quedó en el recuerdo, que esto es así además por los propios errores que se cometieron ahí. La interna de la última elección entre Patricia Bulrich y Horacio Rodríguez Larreta fue letal para Juntos por el Cambio, que no tuvo ni siquiera ninguna posibilidad de recuperarse, como algunos tienen cuando pierden elecciones, si hay una opción que pierde, pero se constituye claramente en un espacio de oposición, se reconstruye desde ese lugar. En cambio, el 22 de octubre es la elección y el 23 de octubre Patricia sale corriendo a reunirse con Milei, dando la espalda a todos los que la habían acompañado antes en un negocio, un acuerdo absolutamente personal. En ese momento, convalidada y sostenida por el propio Macri, que también pensaba que él de esa manera iba a influir en el gobierno y después, lo despidieron ahí nomás en la puerta, lo dejaron afuera y le cerraron la puerta, y me parece que eso terminó de dinamitar lo que podía ser Juntos por el Cambio. No, no le veo futuro. No existe, de hecho, en la Cámara. Hay todavía como una suerte de ficción que son los gobernadores, que se juntan y se llaman Juntos por el Cambio, pero aún ellos, con muchos puntos en común, yo los respeto mucho, tenemos figuras realmente muy buenas y muy relevantes, pero tampoco creo que ellos crean efectivamente. Hubo una reunión interesante en los últimos días de Pullaro, Llaryora y Frigerio, creo que hoy tiene más valor ese tipo de reuniones en la confluencia de cuáles son los requerimientos, las realidades, los recursos y las necesidades de la región centro, con mucha potencialidad, que es lo que pueden reflejar los alineamientos políticos.
-¿Y cómo ve a Mauricio Macri, o cómo debería él estar posicionándose hoy? Que está ahí en un tire y afloje con Milei entre negociamos, no negociamos.
-Me parece que es un tema de ellos, la verdad que me siento tan totalmente afuera de eso, no tengo ni opinión ni ningún tipo de relación. Mi preocupación está absolutamente focalizada en que podamos ofrecer una alternativa sólida, fuerte y confiable, sobre todo, necesitamos que la gente vuelva a confiar en la en la política, ¿no? Entonces, trabajo para eso.
-Para cerrar, ¿cuál cree que son las principales problemáticas hoy en el país a las que debería apuntar el gobierno, y también ustedes como oposición? Nombró la corrupción, ¿qué más le parece?
-Siempre pensemos que en un país que tiene más del 50% de pobreza, ese debe ser el problema principal. La prioridad de cualquier agenda política es resolver la problemática de las personas que peor le están pasando. Se construye y se hace política también desde la empatía, que es ponerse en el lugar del otro y tratar de alivianarle la carga al que lo está pasando mal. Por eso creo, además, que esos son los costos que no se deben tolerar de un Gobierno que ha sido eficaz en la baja de la inflación, pero con un costo social muy grande. La decisión de fin de año de ponerle límites o requisitos para que los jubilados accedan a los medicamentos, por ejemplo; la situación del sector de los jubilados es tremenda, es dramática. Este es un gobierno que no tiene más mínimo sentido humano frente al que está sufriendo. No lo entienden, no lo sienten de ninguna manera. Y obvio que la otra prioridad debería ser la educación; el foco puesto acá, pensándola como acceso al conocimiento, al saber, pero también el mundo de la ciencia, de la técnica, de la innovación. Todo eso está relacionado con las capacidades productivas que la Argentina tiene que tener, porque además todas estas cuestiones no hay que mirarlas o abordarlas desde lo focal, sino desde una mirada general de país. Lo que la Argentina necesita es volver a tener un proyecto de país, que significa incluir a todos los sectores en eso, aprovechar nuestras capacidades y ponerlas en valor para que la gente viva mejor. En definitiva esa es la finalidad de la política, ¿no? Es tratar de hacerle un poquito mejor la vida a las personas.
Video: mirá la entrevista completa con Margarita Stolbizer

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