Uspallata: a no confundirse, no son ambientalistas sino antimineros violentos
Los grupos antimineros volvieron a recurrir a la violencia como herramienta para generar caos, un terreno en el que ganan y evitan que se hable realmente de minería en el ámbito técnico y social.

Las escenas de esta tarde en Uspallata son exactamente las que buscan que se generen los grupos antimineros. El caos, la aparente división y la discordia es un escenario que les resulta favorable. Claro, llevan todo a las pasiones, el lugar en el que se sienten cómodos. Llevan todo a ese lugar y sacan el debate fuera del ámbito técnico, uno que que siempre ha estado postergado en la discusión respecto al desarrollo minero en Mendoza.
No es agradable y no quisiera escribir sobre estos hechos en torno a la minería, pero es imposible no referirse a esta situación cuando -por ejemplo- se le prendió fuego a un comercio (el mismo que fue rayado con amenazas hace algunos meses), donde había un niño en el interior y resultó lesionado.
La excusa para la violencia fue la apertura de una Cámara de Proveedores Mineros, algo tan simple como el inicio de la actividad de un grupo de emprendedores que quieren dedicarse a la actividad minera. ¿Están cometiendo un delito por pensar que se puede desarrollar la minería?¿Dañan a alguien con la apertura de una oficina?
Con estos hechos, lo único que demuestran estos grupos, movilizados por las mismas personas que -históricamente- se han opuesto a la actividad minera por una cuestión ideológica, es que no pueden ponerse el traje de ambientalistas. Están lejos de serlo y lo suyo es oponerse a todo lo que esté relacionado con la minería, sin medir consecuencias. Les sirve desinformar, llevar la discusión a las calles y mientras más violencia exista mejor, porque dan la imagen de división que curiosamente les sirve sólo a ellos.
Un ambientalista, consciente de la necesidad de la actividad minera en los desafíos futuros, si tuviera reparos sobre algún proyecto se sentaría en una mesa y mostraría sus argumentos técnicos, pondría la lupa en procesos específicos y los discutiría con los expertos para llegar a las formas y los mejores métodos para el desarrollo minero.
Los que hoy salieron a las calles son antimineros y son las mismas caras que siempre hemos visto, con la diferencia que hoy volvieron más violentos que nunca. Por la apertura de una oficina de una cámara sectorial, prendieron fuego al comercio de una persona cuyo "pecado" es pensar que la minería es progreso para su localidad y es posible de llevar adelante. Los ambientalistas no son eso, los ambientalistas -y conozco muchos- se sientan a discutir los proyectos y no se esconden detrás de las masas para frenar la minería a cualquier costo, porque hay que tener claro que los líderes de estas masas están dispuestos a todo.
Buscan generar miedo nuevamente, quieren llenar de miedo las calles de un pueblo que tiene derecho a pensar distinto y mirar con otros ojos el futuro de una localidad que lleva años esperando oportunidades. El miedo les funcionó en el pasado y hoy quieren volver a instalarlo, porque les puedo asegurar que no importa el nombre, el color, el mineral, la empresa o la oficina que vaya abrir, los antimineros nunca están abiertos a sentarse a una mesa, porque lo único que vale es su ideología. Curiosa, por ciento, porque hoy nadie que pise el planeta Tierra puede prescindir de la minería para su sobrevivencia, en mayor o menor medida, pero no puede.
Se quiere instalar el miedo para que no se discuta lo que realmente se tiene que discutir, para que los actores de la política que han hecho carrera con la oposición a la actividad tengan letra para sus discursos. Muchas veces lo lograron en el pasado, pero es el momento ponerle freno a este tipo de acciones. Mendoza no puede seguir postergada por acciones de minorías ruidosas, todos pueden discrepar, pueden manifestar sus discrepancias, pero en paz y en los ámbitos que se merece una discusión seria sobre la minería.

El cambio que decretó Milei para Bullrich en medio de los incendios forestales

Avanza un ambicioso proyecto minero de cobre en Mendoza

Reinicia el juicio por el atentado a Cristina y Brenda Uliarte estrena abogado

Inseguridad y PASO: los desafíos que seguirá de cerca el Gobierno en el Senado

IMPSA dejó de ser mendocina: cómo está y qué puede pasar con la empresa

Las inversiones que ha hecho el SUTE en los últimos dos años

Hidrovía: advirtieron "serias irregularidades" en una licitación clave
