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Funcionarios bonaerenses sufren la inseguridad que provoca su propio Gobierno

Desbordados, los intendentes de la Provincia le reclaman a Axel Kicillof que tome una decisión sobre el futuro del ministro de Seguridad, Javier Alonso.

Alejandro Cancelare
Alejandro Cancelare miércoles, 22 de enero de 2025 · 07:00 hs
Funcionarios bonaerenses sufren la inseguridad que provoca su propio Gobierno
Foto: ALF PONCE MERCADO / MDZ

Quince días después que se hizo pública la discusión entre el intendente de Ituzaingó, Pablo Descalzo, con el ministro de Seguridad bonaerense, Javier Alonso, porque éste “vació” el acto y obligó a los comisarios a no asistir para recibir los patrulleros que el municipio le donaba a la Provincia, el secretario de Seguridad local, José Rosendo, aprehendió a un delincuente que estaba robando en pleno centro comercial de esa localidad tras correrlo poco más de cien metros.

Sin armas, a los golpes, Rosendo se abalanzó contra el ladrón que venía de hacer un par de hurtos menores en la zona. Este episodio fue a unas veinte cuadras lineales de Ramos Mejía, donde un grupo de malvivientes asaltaron al ministro de Transporte Martín Marinucci, cuando salía de festejar su cumpleaños con toda su familia de un restaurant de esa localidad matancera.

Estos dos sucesos fueron, en todo caso, sustos sin mayores consecuencias que el mal trago del momento. Sin embargo, durante quince días, toda la región oeste estuvo sufriendo impactos tras impactos por episodios que provocaron dos muertes y un herido de gravedad. Los casos más lamentables sucedieron en Morón y La Matanza. Un médico resultó gravemente herido cuando salía de su domicilio para ir a trabajar y un policía metropolitano de CABA fue asesinado en un radio muy limitado de Castelar y una mujer recibió una bala mortal de un delincuente en San Justo.

A raíz de esto, el intendente Lucas Ghi, quien mantiene un fuerte enfrentamiento político con su antiguo aliado Martín Sabbatella, desplazó a la plana mayor de su Secretaría de Seguridad, y designó ahí Damián Cardoso, quien inmediatamente inició una articulación directa con sus pares de la región para dominar estos y otros episodios como lo que se producen frecuentemente en la franja limítrofe con Tres de Febrero, entre los complejos Fuerte Apache y Carlos Gardel, el primero ubicado en José Ingenieros y el segundo en El Palomar o en el ya mencionado límite oeste con Ituzaingó.

Descalzo y Ghi mantuvieron sendas reuniones con las autoridades provinciales para mejorar la operatividad de la fuerza tras fuertes desencuentros. Las autoridades de Morón también tuvieron varios días sin poder entregar las patrullas adquiridas al comando local. Según informaron desde el Ministerio como de ambos municipios la relación hoy es óptima y el trabajo en conjunto es el deseado desde ambas partes.

En persona, Rosendo persiguió y atrapó al ladrón en Ituzaingó

Desde diciembre de 2024 se produjo fue una drástica disminución de presencia policial en todas las jurisdicciones, con problemas que abarcan temas económicos, traslados de efectivos y disminución de las zonas previstas para el patrullaje.

Con el operativo Sol, que se realiza todos los años, muchos policías que trabajan en el Conurbano son enviados a la costa atlántica. Esta semana trascendieron reclamos económicos por parte de los miembros de la fuerza que aún no cobraron los gastos correspondientes a los viáticos y horas extras. 

Además, desde la jefatura, a cargo de Alonso, se ampliaron las zonas que un patrullero debe custodiar. Por lo cual se observa una notoria disminución de la presencia policial, que predispone a la población a buscar justicia por mano propia, como sucedió con el colectivero que circulaba por San Justo cuando quiso encerrar a un motociclista que venía de realizar un atraco. La reacción del delincuente fue tirar tiros al aire provocando la muerte de una vecina del lugar.

Si bien todos los días abundan las versiones sobre un pedido de renuncia del ministro bonaerense encargado de combatir la inseguridad, las probabilidades son pocas. Su jefe es Sergio Berni, quien hoy es senador provincial y que todos los días amenaza con construir una corriente propia con el mismo slogan que creó una rama de la bonaerense. Fuerza Buenos Aires, FBA.

Esta nueva organización policial tiene las mismas y fracasadas pretensiones que tuvieron durante la gestión de Daniel Scioli (recordar que fue dos veces gobernador K) cuando se conformó la Policía Buenos Aires 2, una especie de “pitufos” por el color de su indumentaria. También se sucedieron otros experimentos como la policía comunal o local, que terminaron desdibujando la coordinación de la fuerza y bajándole el rango a las comisarías y comandos de patrullas, que siempre articularon con los intendentes.

Por expresa decisión de Berni, quien no pudo ocupar la presidencia de la Comisión de Seguridad del Senado bonaerense por decisión de sus pares peronistas que le negaron dicho nombramiento, la PBA es quien recluta la mayor cantidad de recursos humanos y económicos, aunque los mismos no siempre estén coordinados con las demás bases operativas, incluidas las comisarías de la bonaerense.

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