El Gobierno le abrió las puertas a Axel Kicillof mientras crece la pelea con el PRO y Macri
Javier Milei le abrió las puertas de la Casa Rosada a Axel Kicillof. Sus interlocutores políticos se juntaron luego de la discusión por la planta de GNL y en el momento que aumenta la tensión con CABA
Finalmente, se construyó el túnel que permite comunicarse de manera directa entre La Plata y La Rosada. En épocas de la guerra fría, se lo denominaba el “teléfono rojo” que comunicaba, en caso de extrema urgencia, la Casa Blanca con el Kremlin.
Los que cavaron fueron el ministro de Gobierno bonaerense, Carlos “Carli” Bianco y el secretario de Infraestructura Socio Urbana, Sebastián Pareja, el responsable político de la Provincia de Buenos Aires de la Libertad Avanza y fue luego que varios dirigentes cercanos a los dos hubieran utilizado sus respectivas relaciones para que finalmente sucediera la foto.
Esta es la segunda vez que un funcionario de la Provincia de Buenos Aires llega a la Casa Rosada luego de la única presencia del gobernador Axel Kicillof, en los inicios de la gestión de Javier Milei, en la que casi monopolizó la discusión con el presidente de la Nación delante de todos los gobernadores del país.
El 30 de mayo pasado, los ministros Gabriel Katopodis y Javier Alonso, responsables de Obras Públicas y Seguridad, respectivamente, se reunieron con Guillermo Francos por primera y única vez. En aquella oportunidad a los bonaerenses le quedó una sensación a poco aunque valoraron la intención del por entonces recién asumido Jefe de Gabinete del gobierno nacional, quien estuvo acompañado por el virtual ministro del Interior, Lisandro Catalán.
En esta segunda foto oficial hubo un cambio, y, quizás, una intervención política de Karina Milei porque al lado de Francos estaba Pareja, el presidente del partido La Libertad Avanza y armador político del presidente Milei en la Provincia de Buenos Aires y armador del encuentro. Catalán llegó más tarde y se sumó a la charla cuando ésta había comenzado.
En el encuentro, que duró cuarenta minutos, Bianco, Francos, Catalán y Pareja intercambiaron sus respectivas miradas políticas, sin los agravios ni las acusaciones mutuas que luego se manifiestan en redes y expresiones públicas. Por supuesto, los reclamos llegaron desde el representante bonaerense y las explicaciones y promesas de comprensión salieron de los funcionarios del gobierno nacional.
“Lo importante fue la foto”, reconocieron en el gobierno nacional como si eso descomprimiera la urgencia que tienen las autoridades bonaerenses sobre las obras pendientes de conclusión y abandonadas por la falta de financiamiento nacional. “Son dos gobiernos claramente enfrentados ideológicamente pero hay diálogo”, dijeron desde la Jefatura de Gabinete. Traducción. El ala política de la Rosada hace política, algo que le reclaman, en general, al gobierno nacional.
En la Provincia de Buenos Aires la versión es muy similar a la brindada por los representantes nacionales. Bianco se sintió conforme con la charla, reconoció que notó que no los reclamos de la Provincia de Buenos Aires no les eran desconocidos a sus interlocutores y admitió que tampoco tuvo muchas certezas sobre la carpeta de obras inconclusas, planes suspendidos y el desembolso de 6.3 billones de pesos que le adeudan desde el gobierno nacional.
Por supuesto que el tema de la Planta de GNL que el gobierno nacional decidió que se instale en Río Negro sobrevoló durante una parte de la charla, pero a modo de punto – chicana para dejar en claro que entre Kicillof y Milei no hay feeling. Pero no se “montaron” en el tema para no desviarse de los temas concretos. “No daba que pusiéramos eso en la discusión porque sino hubiéramos gastado las energías en algo que no tiene arreglo. Quisimos demostrar que queremos construir una relación para solucionar los problemas de los bonaerenses, no profundizarlos”, dijeron en la Casa de Gobierno provincial.
La reunión entre las más importantes autoridades políticas nacionales con el ministro Bianco llegó luego de veinte días de extrema tensión por la disposición final del puerto y planta de GNL que en principio se preveía serían instalados en Bahía Blanca pero que luego, por una decisión “técnica”, el directorio de YPF decidió enviar a Río Negro, cuyo gobernador, el siempre ubicuo Alberto Weretilnek, adhirió al RIGI, cosa que no hizo Kicillof.
Si bien Milei siempre consideró como "retrógrado ideológico" al bonaerense, al que también considera un “comunista”, quizás no haya advertido, o nadie lo anotició, que Weretilnek no es mucho menos “progre” que su par de Buenos Aires. El rionegrino fue vicegobernador del asesinado Carlos Soria, a quien sucedió, y llegó hasta esa candidatura, hace veinte años, cuando Néstor Kirchner comandaba el Frente para la Victoria y soñaba con una Concertación Plural que tuviera a radicales y referentes del Frente Grande entre sus filas, como lo es el actual gobernador que adhirió al RIGI.
También la foto entre Francos, Pareja y Bianco pudo ser una indirecta al gobierno porteño del PRO, a cargo de Jorge Macri, cuyos legisladores ayudaron al gobierno a sostener la Ley Bases, el Pacto Fiscal y no derogar el DNU 70 pero cuando se pusieron a discutir por plata y la devolución de la coparticipación que le adeuda la administración central desde la época de Alberto Fernández, el actual gobierno no solo incumplió con su compromiso sino que le informó que no subsidiará más la tarifas de colectivos que circulan por el AMBA a partir de septiembre.
El fin del esquema subsidiado nacional podría provocar un colapso de alto impacto en el cual las líneas que solo circulan por la Ciudad Autónoma podrían subir sus tarifas a un valor similar al del subterráneo, $750 pesos, mientras que los tramos subsiguientes en el territorio bonaerense y porteño, que antes disminuían, ahora podrían tener la tarifa plena, de $1.300 pesos por ese segundo o tercer viaje en colectivo, imprescindible en más de una oportunidad.