Sin obras licitadas, el Gobierno puso US$500 millones en el mercado financiero

Mendoza ya tiene disponibles más de 1.000 millones de dólares para invertir de manera discrecional en obras. Son los recursos que la provincia cobró como resarcimiento por los perjuicios que generó la promoción industrial que se aplicaba en otras provincias y que originalmente iban a ser usados para construir Portezuelo del Viento. Quizás la única decisión de Javier Milei que benefició directamente a Mendoza haya sido liberar esos fondos que antes tenían un fin específico. Por ahora no hay obras ejecutadas, pero sí inversiones financieras: el Gobierno colocó 500 millones de dólares en títulos y plazos fijos para intentar preservar el valor de esos recursos.

La adenda y el Decreto que reglamente al uso de los fondos habilitan que haya manejo financiero de los recursos para preservar el valor. Según informaron desde Hacienda, hay 300 millones de dólares en plazos fijos que se colocaron luego de una compulsa de precios entre bancos argentinos. El rendimiento es al 2,5% anual. Pero también hay dinero afuera: se colocaron 200 millones de dólares en bonos del tesoro de Estados Unidos, que rinden a un 4% anual. En el mercado financiero entienden que no hay ningún título más seguro que ese, pues tiene el respaldo del tesoro de Estados Unidos. Por eso son consideradas inversiones "conservadoras".

Las obras

Los 300 millones de dólares en plazos fijos colocados en 5 bancos, incluido entre ellos el Nación, agente financiero de la Provincia. En Hacienda explican que los títulos son de "liquidez inmediata", es decir que la Provincia puede disponer de los fondos cuando los necesite. Los mecanismos de "resguardo" de valor se mantendrán aún con las obras en marcha, pues la liquidación de los títulos tiene una fluidez mayor que el pago de certificados de obra. Pero, justamente, primero tienen que estar las obras "elegidas".

Las primeras licitaciones para que los dólares ahorrados se conviertan en obras llegarán en la última parte del año. La clave para el Gobierno es garantizar el repago; es decir que la inversión pública que se haga vuelva al fideicomiso con alguna contribución de los beneficiados. Una especie de "plusvalía". Los técnicos que el Gobernador puso a trabajar en el tema ultiman detalles: peajes para rutas, tarifas extra en obras de agua serían algunos de los mecanismos.

Las obras priorizadas por ahora tienen al Departamento General de Irrigación y Aguas Mendocinas. Pero también el EPRE: el ente regulador eléctrico será un gestor de licitaciones para obras de transporte eléctrico, una de las carencias más importantes que tiene la provincia. Las primeras licitaciones serán para obras hídricas en el Sur. Incluso, aseguran, en el primer lote de licitaciones habrá al menos una ruta. El Gobierno elaboró un sistema para tabular y tamizar las obras a ejecutar. La intención, explican, es filtrar entre las "intenciones" y las obras necesarias. La decisión queda en el propio Poder Ejecutivo y por eso hay dudas entre los intendentes y otros actores de la cadena de la obra pública. 

¿Perdió Mendoza con la demora?

En Argentina la inflación en dólares corre rápido: la devaluación del tipo de cambio oficial es del 2% mensual, pero los precios reales corren a otra velocidad. Por eso aún con el resguardo de las colocaciones financieras los 1023 millones de dólares pueden perder algo de valor. "Es lo mejor que podemos hacer en el marco de las limitaciones de riesgo que naturalmente hay  por tratarse de fondos públicos", explican en Hacienda. El primer Gobernador que tuvo disponibilidad de los dólares fue Rodolfo Suarez. Y el intento por ejecutarlos fracasó. Fue con la licitación de la represa Portezuelo del Viento. Esa obra tuvo el certificado de defunción con el arbitraje de Alberto Fernández, que le dio la razón a La Pampa y pidió estudios adicionales. Pero el proyecto agonizaba por problemas en la licitación y dundas ambientales. 

Cuando Portezuelo se derrumbó, la provincia no tenía un plan B claro. Al principio buscaron acumular ideas para formar un "plan  hídrico", pero no había una elaboración precisa; ni siquiera obras con proyecto ejecutivo o evaluación de viabilidad. Pasó el tiempo y Cornejo buscó otro camino. Una de las decisiones fue que las obras tengan repago. Peo mientras la política se demora, los recursos pierden valor. Allí es donde el Gobierno halla la justificación para invertir en títulos. 

La inversión financiera no es ajena a los movimientos del tesoro provincial, como no lo es tampoco para los municipios. Las enormes remesas de pesos que se acumularon en los últimos años colmaron las opciones de bancos públicos y privados: plazos fijos, fondos comunes de inversión y otros instrumentos fueron usados durante la era de la plata dulce, con Alberto Fernández como presidente.

El Gobierno ya había hecho una prueba piloto con los dólares. Cuando aún eran administrados por EMESA, se contrataron tres empresas para "mover" algo más de 20 millones de dólares. Las dudas legales sobre si el Gobierno estaba autorizado a ejecutar esas maniobras financieras obligaron a tener más recaudos ahora. “TPCG Valores”, de de Eduardo Costantini, MAX CAPITAL, una empresa conocida en el mercado financiero y que fue denunciada por el ex ministro de Economía Sergio Massa, y PP inversiones, fueron las encargadas.  Ahora el Gobierno hace la compulsa directamente.