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Guillermo Francos y el fino equilibrio entre una Ley Bases más ambiciosa y mantener los pactos políticos sellados en el Senado

El jefe de Gabinete necesita no dinamitar la relación con el Senado, pero quiere aprobar la baja de Bienes Personales y la vuelta de Ganancias.
El jefe de Gabinete tiene la difícil tarea de aprobar la ley sin dinamitar acuerdos. Foto: NA
El jefe de Gabinete tiene la difícil tarea de aprobar la ley sin dinamitar acuerdos. Foto: NA

La pelota ahora quedó del lado de la Cámara de Diputados. La Ley Bases en el Congreso entra en su etapa de definición y los legisladores deben definir efectivamente qué queda adentro y qué afuera. En medio de todo esto, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, necesita mantener el equilibrio entre lo pactado con la oposición en el Senado y la necesidad de una ley lo más ambiciosa posible.

Francos llegó a la Cámara de Diputados cuando todavía no habían pasado 24 horas de la aprobación en la Cámara alta. Allí el funcionario todoterreno dejó un mensaje bien en claro a los bloques dialoguistas: avanzar con una ley lo más parecida posible a lo que se aprobó el pasado 30 de abril. Y pidió especialmente que se rechace la eliminación de los capítulos del Paquete Fiscal de Bienes Personales y Ganancias, que no fueron aprobados en el Senado.

"Le pregunté a Francos qué pasa con las privatizaciones y dijo que para ellos es mejor la media sanción en su totalidad y que no tienen compromisos con los senadores". señaló tras el encuentro un diputado radical que no tiene demasiadas vueltas al decir que está "muy a gusto con lo votado" en la Cámara baja.

Lo cierto es que el capítulo de privatizaciones consiguió los votos en la Cámara alta luego del acuerdo del Gobierno con un puñado de senadores del radicalismo y de los patagónicos. Al ver que no tenían los votos, La Libertad Avanza decidió correr Aerolíneas Argentinas, el Correo Argentino y Radio y Televisión Argentina (RTA) de las empresas a privatizar para asegurarse el apoyo de legisladores como el fueguino Pablo Blanco (UCR), las chubutenses Edith Terenzi y Andrea Cristina y la rionegrina Mónica Silva.

El radicalismo tiene distintas posturas con los temas clave para el gobierno.

Si el Gobierno rompe ese pacto, será muy difícil recomponer la confianza con estos sectores. Más aún teniendo en cuenta la agenda que le viene al oficialismo en la Cámara alta: el pliego de los dos jueces para la Corte Suprema, Manuel García Mansilla y Ariel Lijo, la media sanción de la movilidad jubilatoria y para septiembre el Presupuesto 2025, otro de los temas que se debe negociar entre el Gobierno, los senadores y las provincias.

El Gobierno pone el foco en Ganancias y Bienes Personales

"Se va a intentar avanzar con Ganancias y Bienes Personales, principalmente, eso no incumple ningún acuerdo con el Senado, porque lo rechazaron", señaló desde la Casa Rosada una de las personas que trabaja al lado del jefe de Gabinete. "Después tenemos que buscar el equilibrio entre las expectativas de Diputados y lo que pasó en el Senado", agregó.

Lo cierto es que en el Senado el compromiso que tienen muchos diputados con sus provincias y sus bloques es otro. Por ejemplo, dentro del bloque radical, que tiene 33 bancas, hace mucho ruido, en un parte de la bancada, volver a votar una vez más la vuelta del Ganancias y que este tributo vuelva a cobrársele a los trabajadores registrados sólo con el apoyo de una de cámara.

Incluso, el formoseño Fernando Carbajal (UCR), uno de los que se rehúsa a esto, intentó mostrar que hay un impedimento legal en avanzar con un tema que fue rechazado y puso sobre la mesa la posible judicialización. "Nuestro sistema bicameral requiere de que los textos estén convalidados por las dos cámaras y Senadores no aprobó esto", planteó.

"Por lo cual, desde el punto de vista constitucional, no hay ninguna posibilidad de que nosotros votemos lo que el Senado ha votado en contra", insistió el exjuez federal y subrayó: "Ganancias no puede ser ni siquiera sometido a votación".

El Senado tuvo una jornada maratónica para aprobar la Ley Bases y el Pacto Fiscal.

Con Bienes Personales ocurre algo distinto. Este capítulo también fue rechazado en el Senado con 37 votos negativos y 35 afirmativos. El "alivio fiscal" que propone el Gobierno para las personas que tienen declarados más de 100 millones de pesos en tenencia de bienes en la Argentina u otros países tiene un costo de 0,44% del PBI.

Por esa misma cifra, el presidente Javier Milei llamó "degenerados fiscales" a los 160 diputados que votaron a favor de una nueva fórmula de movilidad jubilatoria para los jubilados, que ya perdieron alrededor de un 30% de poder adquisitivo desde que asumió Javier Milei.

"Si el Gobierno quiere que nosotros avancemos con la reducción de Bienes Personales, que aclare quiénes son los 'degenerados fiscales'", planteó una de las espadas parlamentarias de la UCR, que quiere seguir colaborando con el Gobierno, pero que también impulsa la recomposición en los haberes jubilatorios.

Villarruel mira de cerca qué pasa en Diputados

En el medio de todo esto también está la vicepresidenta, Victoria Villarruel, que tuvo un rol clave en el Senado para desempatar las votaciones más importantes, y que no dejó pasar la oportunidad de dar un mensaje político en la Cámara alta, a pesar de no ser senadora. La vice ingresó tardía en la negociación por los votos, logró reunirse con senadores, contener a los más rabiosos y buscar consensos.

Mientras esto ocurría en la Casa Rosada, el 9 de mayo Karina Milei recibió a los diputados del PRO y de La Libertad Avanza, con su secretario Eduardo "Lule" Menem y el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem. La sospecha en su momento fue que El Jefe estaba coordinando la estrategia política para que en la Cámara baja se insista con lo que habían aprobado el 30 de abril, a pesar de los cambios que pueda darle el Senado.

Victoria Villarruel sigue de cerca la definición de la megaley.

Esta sospecha empezó a confirmarse con el paso del tiempo. Y ayer, después de reunirse con Francos, el jefe del bloque PRO, Cristian Ritondo, lo confirmó el jueves tras la reunión con Francos:  "Lo más coherente sería que volvamos a insistir con lo que trabajamos durante dos meses y votamos".

La vice sabe que quedó relegada del armado libertario por la decisión expresa de Karina, y no la va a dejar pasar. La vice puso su palabra y sus relaciones en el Senado para que la ley saliera con el mayor consenso posible, algo que parecía muy difícil para un oficialismo de siete senadores. Y luego ve como El Jefe busca borrar con el codo lo que ella escribió con la mano.