Primera privatización de la era Milei

Dos acreedores y obras pendientes: los "detalles" que complican el futuro de IMPSA

Un solo oferente se presentó en la privatización de la empresa emblema de alta tecnología en Mendoza y aun no termina de cerrarse. Deudas nacionales y una oferta hostil complican el escenario.

Rubén Rabanal
Rubén Rabanal domingo, 24 de noviembre de 2024 · 07:00 hs
Dos acreedores y obras pendientes: los "detalles" que complican el futuro de IMPSA
IMPSA Foto: ALF PONCE MERCADO / MDZ

La oferta que Arc Energy presentó para quedarse con la empresa IMPSA sigue estando en el centro de la polémica de esta primera privatización de la era Milei. La empresa estadounidense con accionistas venezolanos fue la única oferente en el proceso privatizador, pero su oferta está lejos de ser pacífica. Los plazos tras la apertura del sobre con la oferta se vencieron y reina un silencio complicado en el ministerio de Economía de la Nación sobre el futuro de la empresa.

Tanto en el Gobierno nacional como en Mendoza se considera que la oferta presentada por Arc Energy es “hostil” y que las exigencias que incluye hoy son incumplibles para poder avanzar con la transferencia de las acciones a Industrial Acquisition Find, LLC., nombre que toma la compradora. Deuda y contratos pendientes siguen en el centro de la difícil negociación que, según aseguran en Mendoza, está trabada por la negativa de uno de los fondos acreedores y del Banco Nación, también con acreencias sobre IMPSA, a negociar un acuerdo que permita destrabar la única oferta presentada por Arc Energy. En Mendoza todos miran a Luis “Toto” Caputo y su relación con los fondos de inversión como la llave para destrabar el conflicto.

En el Gobierno de Javier Milei se insiste en que no habrá aporte de fondos y que IMPSA deberá solucionar sus problemas financieros mediante la privatización o irá a la quiebra. El problema más serio no es para Milei o Luis Caputo sino para Alfredo Cornejo: el cierre de IMPSA implicaría unos 700 trabajadores en la calle en Mendoza. Milei tampoco se la llevará gratis si la privatización se cae: sería el fracaso de la primera privatización que encara su gobierno.

Mientras tanto el tiempo corre y la negociación se prolonga más de lo que se había fijado en el cronograma original. La razón es simple: Arc Energy pide que se renegocien plazos y modalidades de la deuda de US$ 572 millones que tiene IMPSA y que, al mismo tiempo, el Gobierno nacional y el de Mendoza, los dos accionistas mayoritarios tras la estatización que se decidió en el 2020, arreglen el cumplimiento de contratos de obra pendientes y que ya no tendrían financiamiento en línea.

En los pasillos del ministerio de Luis Caputo miran a Alfredo Cornejo para el caso de un fracaso en la privatización, pero la realidad es que la composición accionaria de IMPSA indica que la responsabilidad mayor es nacional: 63,7%  es el Fondo Nacional de Desarrollo Productivo;  21,2% de Mendoza; 15,1% de propiedad privada; 9,8% del fondo de capital controlado por los acreedores de la compañía y 5,3% del fideicomiso de capital controlado por los Pescarmona.

Hay datos sobre la operación que explican el problema que tiene delante la privatización y que demoró los tiempos más allá del 15 de noviembre, cuando debió haberse anunciado al nuevo propietario de IMPSA, y que levantan sospechas y dudas tanto en Buenos Aires como Mendoza y también Washington.

En Economía y en el Gobierno de Mendoza no parece haber duda sobre la calidad de Arc Energy como comprador. Inclusive le adjudican ser “una buena empresa y que es la única que expresó un interés genuino”, según confiaron fuentes indubitables a MDZ. No está claro si tanto optimismo sobre Arc Energy se debe realmente a la calificación del comprador, a ser el único que acercó un cheque para quedársela o las relaciones políticas internacionales que trae bajo el brazo.

Arc Energy está muy conectada con el Gobierno de los Estados Unidos, al punto que uno de los integrantes del directorio y accionista de la empresa es Mike Pompeo, ex secretario de Estado de Donald Trump y futuro integrante de su nuevo gobierno.

El interés de los estadounidenses en IMPSA no gira directamente hacia lo que fue el "core" de su operación, tecnología de alta calidad para la generación de energía en todas sus ramas, sino en un negocio en el que participó la empresa mendocina lateralmente con la construcción de grúas para puertos. EE.UU. hoy tiene la competencia perdida con China en ese rubro; Beijing lidera en la región con la construcción del puerto en Perú. Los compradores ven posibilidades de conseguir contratos para IMPSA en construcción de grúas de carga y temas de metalmecánica en todo el mundo.

En el medio de ese optimismo de las partes están los problemas para poder aceptar la oferta "hostil" que hizo Arc Energy. El planteo de la oferente establece que el comprador aporta U$S 27 millones que irán a capitalizar la empresa (por la situación de IMPSA no está previsto ingreso de fondos al Estado nacional o provincial por la venta), pero sujeto a la reestructuración de la deuda por US$ 570 millones y al cierre de contratos que la empresa tiene pendientes. Los compradores aseguran que con la deuda reestructurada y el aporte de capital IMPSA tiene garantizada la continuidad y el crecimiento de los negocios.

La reestructuración de la deuda, para la que Arc Energy contrató a la consultora Adcap Securities LTD que ya mantiene diálogo con los acreedores, incluye varios frentes, pero hay dos que hoy se muestran más duros en las condiciones. Uno es el Grupo Moneda, que ingresó cuando los Pescarmona salieron a buscar financiamiento en medio del proceso de default que estallaba. El Grupo Moneda, que tiene su variante en el Grupo Moneda Patria, tiene en su directorio al chileno-argentino José Luis Daza, hoy segundo de Luis “Toto” Caputo en el ministerio de Economía.

En materia de complicaciones el otro acreedor en conflicto es el propio Banco Nación, pero por razones técnicas. La oferta de Arc Energy es agresiva en extremo en materia de quitas por muchos años de pago y plazos largos para la cancelación. Esos términos no pueden ser aceptados estatutariamente por el Banco Nación. En Mendoza consideran que el caso de Moneda y el del Nación son de fácil solución si el gobierno nacional interviene.

Hay otro condicionamiento que hoy complica la aceptación de la oferta y es la resolución de los contratos de cumplimiento de obras que están en suspenso con La Rioja en materia eólica, Yacyretá con una turbina pendiente o la entrega de un generador a YPF, por ejemplo.

El último paso en medo del proceso de negociación de la oferta lo dará Mendoza. Alfredo Cornejo, cuyo principal y obvio objetivo es que IMPSA no cierre, propone que se llame a Arc Energy a una mejora de oferta junto con la negociación con los acreedores y la decisión del gobierno de Milei de intervenir en la deuda que mantiene la empresa con el Grupo Moneda y el Banco Nación.

Si no avanza esa chance será difícil que IMPSA encuentre una salida, habida cuenta que existe hoy una sola oferta y que ningún otro oferente parece tener intención de presentarse; salvo que algún tapado este esperando que se precipite la crisis para entrar al juego.

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