Mauricio Macri construye su futuro con un proyecto optimista para Javier Milei
En la última reunión del PRO, a la que le siguió una fuerte charla entre los diputados nacionales vía zoom, Mauricio Macri impuso su decisión de seguir apoyando al Gobierno, aunque haya otras ideas.
Mauricio Macri cree que Javier Milei está haciendo lo que hay que hacer y se lamenta porque él tendría que haberlo hecho en su primer y, por ahora, único tiempo. En paralelo, entiende que la identidad del PRO se está perdiendo y cuanto más se mimeticen con el Gobierno anarco libertario, menos margen tendrán para condicionar un acuerdo electoral.
“Nosotros no nos animamos, no teníamos el plafón o nos sobrepasamos de políticamente correctos”, le dijo a MDZ un importante integrante de la mesa chica macrista. En esto coinciden con Máximo Kirchner y Sergio Massa, entre otros peronistas kirchneristas y renovadores que se auto flagelan por no haber sido ellos quienes le pusieran “el cascabel al gato” y permitieran que los “piqueteros nos volvieran locos todos los días. ¡Si eran nuestros, le pagábamos nosotros, estaban en nuestro gobierno!” exclaman.
Efectivamente, el orden y la baja de la inflación son motivos principales del gran mes que está pasando Javier Milei, cuya imagen creció por el enfrentamiento con los gremios como los aeronáuticos, con los cuales cualquiera que se pelea gana, al igual que el propio Macri experimentó cuando se enfrentó al Pata Medina, en la UOCRA de La Plata, o al mismísimo Hugo Moyano.
En la reunión de la mesa chica y la posterior discusión entre los diputados nacionales hubo momentos ríspidos y opiniones enfáticas en favor y en contra de apoyar cada iniciativa oficialista. Finalmente, primó lo más fácil y con menos costo ante un gobierno que parece todo poderoso. Proteger los pedidos de los gobernadores que entrarían en el próximo presupuesto nacional y seguir demostrando que gracias a su colaboración el Gobierno puede seguir disfrutando de este gran momento.
“No podemos votar con el kirchnerismo”, le dijo a MDZ un participante del encuentro previo al debate entre los propios legisladores que aceptaron comerse sus propios dichos en contra de la manera en que se validan los vetos presidenciales, que termina siendo mucho más fácil que aprobar una ley. Los diputados del PRO no analizaron qué pasaría si se mantienen con sus ideas originales en búsqueda de transparencia e institucionalidad, algo que para el Poder Ejecutivo de Milei es innecesario.
La posibilidad de ser tratados como ”kirchneristas” y obligar al oficialismo a buscar consensos no entra en el análisis. No está vedado. Sino que al ser “una discusión del círculo rojo” se evita. Tal cual lo explicó hoy el expresidente del bloque de Cambiemos, Nicolás Massot, cuando Macri era presidente cada proyecto o DNU era analizado por los legisladores para evitar someterse al rechazo que siempre proponía la mayoría opositora. Eso, para Milei, sería pactar con la casta y los legisladores acusados de “kucas”.
La posibilidad de que Patricia Bullrich sea candidata a senadora nacional en la Ciudad y Karina Milei primera diputada nacional en Provincia está hoy en el análisis del oficialismo. Con ellas, la posibilidad de unas PASO con los candidatos del PRO se evapora. Sin embargo, esto tampoco ingresa en el mundo macrista como posibilidad. Aún creen que en el universo que diseña Santiago Caputo, evitando chocar directo con “El Jefe”, hay posibilidad de someterse a una elección interna para dirimir candidatos. Para ambos, obviamente, el electorado PRO ya fue cooptado por La Libertad Avanza.
La hipótesis macrista sería que los candidatos de La Libertad Avanza compitan con los del PRO y algunos radicales que se sumen. “Así cada uno mantiene su identidad”, explican los seguidores del expresidente. Prácticos, sostienen que es lo mejor para las dos fuerzas porque se evita que uno termine con el otro. “Somos complementarios”, dicen.
En el estricto criterio de la política tradicional no hay dudas que el PRO tiene mucho que ver en el mundo libertario y su gobierno. Federico Sturzenegger, Patricia Bullrich y Luis “Toto” Caputo son originarios y aún no renunciaron al PRO. Son funcionarios que tuvieron protagonismo extremo en la presidencia cambiemista. “¿Cómo dicen que no son macristas?”, se preguntan cerca del exjefe de Estado.
También sostienen que si van separados, el cimbronazo más fuerte será en la Provincia de Buenos Aires, donde lo poco o mucho que restarían los ex representantes de Juntos por el Cambio a los libertarios le serviría para ganar a Cristina Fernández de Kirchner.
Pensar que Milei puede doblar ante un peligro inminente es, claramente, no observar lo que está haciendo. En eso también el actual y la expresidente son iguales, no solo por los agravios a los periodistas y el poco cuidado de las formas y las instituciones.
La especulación sobre la ayuda que el PRO le brinda al Gobierno es un motivo suficiente para que el mileísmo analice algún acuerdo es puesto en duda por los ex macristas que ahora dicen que están trabajando como nunca antes, o independizándose de su partido precedente como lo hace habitualmente la actual ministra de Seguridad. Bullrich se ha desprendido de su pasado constantemente y ahora no perdió ese fervor.
En Provincia de Buenos Aires, además, hay dos intendentes que no dicen ser de La Libertad Avanza pero trabajan como si ya lo fueran. Diego Valenzuela, el que primero se fotografió con Milei, y Ramón Lanús, de San Isidro, quien ayer recibió en su despacho al desregulador Sturzenegger al proponer la eliminación de 400 tasas municipales.