El verdadero triunfo de Alfredo Cornejo detrás de la aprobación del distrito minero
Aunque el debate se haya circunscrito al desarrollo de la minería en Malargüe, encierra una victoria en la lucha contra el corset legal de la 7722. Tras años de pelea, el gobierno flexibilizó la ley.
En el Gobierno provincial celebran la aprobación del Distrito Minero Malargüe. Pero más allá de la luz verde para las tareas de prospección y exploración en 34 proyectos mineros ubicados en ese departamento, el triunfo que consiguió este martes Alfredo Cornejo es mucho más profundo. Luego de varias batallas perdidas, logró flexibilizar el corset que durante años significó la ley 7722 para el desarrollo de la minería en Mendoza.
Desde el oficialismo se encargaron de repetir en cada entrevista que los proyectos mineros ubicados en Malargüe están enmarcados en lo permitido por la ley 7722 y no mentían. Al menos en lo que refiere a la prohibición del uso de sustancias para los procesos mineros metalíferos de cateo, prospección, exploración y explotación minera. Sin embargo, Malargüe Distrito Minero Occidental sienta un precedente clave para el gobierno en la lucha contra el artículo 3 de la ley 7722.
Los detractores de la legislación vigente entienden que son dos los escollos que complican el desarrollo de la minería en Mendoza. El primero y más evidente es la limitación del uso de sustancias para la minería metalífera. Pero el segundo corset era el paso por la Legislatura de cada declaración de impacto ambiental. Siempre se cuestionó que se encomendara a la política un rol netamente técnico. Y ese fue, en más de una oportunidad, el freno para proyectos que a pesar de no contemplar el uso de químicos se terminaban empantanado en la Legislatura en el lodo de la política.
Pues es allí donde este martes Alfredo Cornejo logró su verdadera victoria. La Cámara de Senadores aprobó hoy, de un solo plumazo, 34 declaraciones de impacto ambiental. El Distrito Minero Malargüe es un precedente para que en el futuro vuelvan a enviarse paquetes de DIA evitando largas discusiones para el avance de cada proyecto de desarrollo de minería en Mendoza.
Malargüe fue el caballito de batalla. En ese municipio, a diferencia de otros, existe consenso social para el avance de la explotación minera. No solo consenso sino que incluso hace tiempo que demandaban que se les permita avanzar en ese sentido.
El viento parece estar cambiando y Malargüe puede convertirse en un faro que ilumine hacia una provincia donde la minería no sea un tema tabú. En Casa de Gobierno apuestan a que al menos un puñado de proyectos prospere y genere empleo de calidad con sueldos altos que evidencien los beneficios que genera esa actividad.
De esta forma se ilusionan con dejar en el pasado el trago amargo que se vivió en 2019 cuando un amplio sector de la ciudadanía salió a la calle a oponerse a la modificación de la ley 7722 que se había aprobado en los primeros días de gestión de Rodolfo Suarez. El cachetazo fue fuerte y el ahínco que Suarez había expresado en la campaña electoral quedó rápidamente trunco. Pero la necesidad de allanar el terreno a la minería siguió siempre latente y Alfredo Cornejo tomó el tema como bandera. O mejor dicho, la vicegobernadora Hebe Casado se envolvió en esa cruzada.
Por todo ello, los 33 votos afirmativos contra 3 negativos en la Cámara Alta son mucho más que un fuerte respaldo a Malargüe Distrito Minero Occidental. Este martes se confirmó una interpretación laxa del artículo 3 de la ley 7722 y de esa forma se validó un atajo para evitar que cada proyecto se trate de forma individual para aprobar su Declaración de Impacto Ambiental.