Suspendieron a la inspectora de cauce de Lunlunta tras el hallazgo de agua y tierra empetrolada
La Dirección General de Irrigación sancionó a María Emilia Scatolón por 60 días por no presentar la rendición de cuentas en tiempo y forma.
El Tribunal Administrativo del Departamento General de Irrigación resolvió suspender a la inspectora de cauce del canal matriz Lunlunta-Río Mendoza, María Emilia Scatolón, por no presentar la rendición de cuentas en tiempo y forma.
Scatolón era la inspectora responsable de la zona donde los vecinos de Maipú encontraron en septiembre agua y tierra empetrolada cuando hicieron una maniobra para drenar el agua de las napas hacia el río.
“Sustancia negra, viscosa y con olor a combustible”, así describieron los vecinos de Lunlunta el hallazgo que a simple vista identificaron como petróleo. Aparentemente, se trataría de pasivos ambientales de la actividad petrolera a los que no se le aplicaron los procedimientos correspondientes.
Sin embargo, la sanción disciplinaria que se le aplicó a María Emilia Scatolón es por acciones meramente administrativas. Puntualmente, la inspectora de cauce quedó en el ojo de la tormenta por no presentar en tiempo y forma la rendición de cuentas del ejercicio 2022.
Además, el órgano de control detectó que no había documentación de respaldo en el sistema contable SICIA que utiliza la institución e irregularidades en la Asamblea Ordinaria del 31 de mayo de este año.
Por su parte, Scatolón denunció persecución institucional por manifestarse en contra del proyecto del Código de Aguas y por el tema del presunto ocultamiento de pasivos ambientales que se conoció hace un mes por una nota de MDZ.
Por otra parte, el Tribunal Administrativo de la DGI indicó que Scatolón dio un correo electrónico incorrecto con errores de ortografía al que no le llegaban las citaciones y un domicilio real en el que el marido se negó a firmar la cédula de notificación a la indagatoria.
“Esta conducta evidencia maniobras desplegadas por la imputada para no ser notificada y seguir eludiendo el control del Tribunal. Cabe tener presente que no concurrió a la citación originaria sin alegar ningún motivo justificante de incomparecencia”, detalla la resolución.
El caso del agua empetrolada
Los primeros días de septiembre los vecinos de Lunlunta hicieron zanjas para drenar el agua de las napas para que se fuera al río Mendoza. Pero cuando hicieron las perforaciones se encontraron con agua y tierra empetrolada.
Aparentemente, se trataría de pasivos ambientales de YPF, una de las zonas más antiguas donde trabajaba la petrolera. En el lugar donde hay olivos, vides y fincas se registraron y denunciaron oficialmente pasivos ambientales y debían ser saneados y remediados. Según la información oficial, más del 90% de esos pasivos ya habían sido solucionados.
Días después, un grupo de oficiales de Justicia tomó muestras de agua y sedimentos de la zona de Lunlunta en la que se detectó la presencia de hidrocarburos. El material relevado fue enviado a los laboratorios de la Universidad Nacional de Cuyo para determinar si hay contaminación y con qué sustancias.
El 16 de septiembre, desde el Ministerio de Energía y Ambiente informaron que la Dirección de Protección Ambiental e Irrigación coordinaron un plan de acciones conjuntas y notificaron a YPF para abordar la situación del pasivo ambiental de hidrocarburos hallado en Cruz de Piedra, en la margen Norte del río Mendoza.
Además, le solicitaron a YPF una serie de acciones: ampliar los estudios para garantizar que no queden pasivos enterrados no identificados, implementar un sistema de monitoreo de ductos y un plan de mantenimiento preventivo para evitar futuras fugas o derrames y realizar un seguimiento exhaustivo para prevenir y minimizar impactos ambientales.