Salieris de San Martín

Milei condiciona a la provincia y se vienen días clave para el futuro

El Presidente ganó la batalla cultural y dejó a los gobernadores mal parados. Días clave para la ley ómnibus y para que las provincias "recuperen" recursos.

Pablo Icardi
Pablo Icardi domingo, 14 de enero de 2024 · 10:00 hs
Milei condiciona a la provincia  y se vienen días clave para el futuro
Foto: NA

Javier Milei no presentó un proyecto de ley, sino una especie de “digesto” propio para lo que él y quienes redactaron esas reformas consideran una especie de refundación nacional. Pero, claro, es un digesto con ideas dispersas, con hilos conductores difíciles de seguir y que incluye una ecléctica idea del Estado, sus roles y la filosofía del “sálvese quien pueda” como base. El Gobierno nacional acelera a fondo porque en medio de la impericia política en la que se maneja sí tienen una certeza: es ahora o nunca; es antes de que las consecuencias del ajuste se noten en la calle y el apoyo heredado del balotaje se disuelva.

Milei ganó varias batallas políticas y culturales. Primero, ha convencido a la propia “casta” que ganó con más de la mitad de los votos, obviando que en octubre casi el 70% de los ciudadanos optaron por armar un Congreso y gobiernos federales con fuerzas de otros partidos. La otra batalla ganada es esa idea que a todos les interesa solo el metro cuadrado de su vida personal, echando por tierra la cultura de solidaridad que Argentina construyó históricamente en la educación, la salud, la seguridad social y la vida cotidiana. No es, claro, un invento del Presidente sino una reacción a la siembra nociva y regresiva de las últimas décadas. Por eso, por ejemplo, en el gobierno de Mendoza se apuran a decir que están de acuerdo con muchas reformas que, incluso, ya se aplicaron acá; obviando las formas, modos y otros cambios que consideran nocivos en la propuesta de Milei.

Los gobernadores se reunirán mañana con representantes del Gobienro nacional.

Con ese capital a cuestas, los pocos operadores que Milei tiene en el Congreso y en vínculo con los gobernadores intentarán gestar una encrucijada: “es el cambio que votó la gente, o la crisis total”. En Casa Rosada se consideran únicos intérpretes del voto e incluyen en ese cambio el hartazgo por la mala política con el supuesto renunciamiento de cualquier rol del Estado para equilibrar fuerzas de poder. El primer éxito de esa estrategia no solo es haber ganado la batalla cultural (victoria que puede ser efímera), sino también haber hecho ingresar a los decisores en un laberinto que no está claro si tiene salida. Los gobernadores, como Alfredo Cornejo, dejaron de lado sus planes de gestión para abocarse casi exclusivamente a la agenda que impuso Milei. No les queda otra: la enorme dependencia económica y financiera los obliga; y mucho más el contexto macroeconómico que es capital exclusivo del Gobierno nacional.

Mañana habrá una nueva reunión entre los gobernadores que negocian y los referentes de Milei. Guillermo Francos, ministro del Interior, es el encargado de negociar. Pero, aseguran, está desbordado. Es el único enlace con los gobernadores y también el vínculo con los senadores. Por trayectoria, logra penetrar en la política. Pero el desgaste lo siente. Luis Caputo aprovecha algo del capital que le dejó su paso por el gobierno de Mauricio Macri y Milei parece inalcanzable. La apuesta es que de la reunión salga el primer anuncio formal de apoyo de los mandatarios a una idea del Presidente: que se restituya el impuesto a las ganancias (coparticipable), a cambio del respaldo a buena parte de la ley ómnibus. Habrá, claro, modificaciones o “reparaciones” en la redacción para evitar que las Provincias se sientan tocadas en sus intereses.

Luego vendrán las peleas sectoriales. A Mendoza le toca lidiar con las nuevas regulaciones en la industria petrolera, donde tiene mucho que perder. Por la decadencia de esa actividad en la Provincia, hay alta dependencia de YPF y de los incentivos que pueda haber “fuera de Vaca Muerta”. Primero, para que la petrolera estatal ceda áreas que no son de su interés. Segundo y principal, para que YPF y el Gobierno nacional incluyan y mantengan políticas de promoción de la inversión para otras técnicas no convencionales, con la recuperación terciaria, la extracción de crudo extra pesado y, también, la inversión en la refinería de Luján de Cuyo. En el Gobierno mendocino ven con buenos ojos (aunque no lo digan aún) la propuesta de cambio en la ley de glaciares, que permitiría ir más allá de lo previsto en proyectos mineros como Cerro Amarillo.

El "huracán Milei" alejó a los gobernadores del día a día de la gestión. En Mendoza, por ejemplo, por ahora Cornejo puede influir menos de lo deseado en esa agenda nacional. Y también lo deja con un avance tibio sobre la realidad local, al punto de no tener aún completo su equipo de gobierno. 

Lo que más desvela a todos en Casa de Gobierno es la disponibilidad de recursos. Los propios, los que deben llegar desde la Nación para sostener al Estado y, sobre todo, los de las familias. Hacia marzo la inflación puede ser de más del 70%, en una provincia con un nivel de informalidad enorme y con actividad económica en decadencia. En un año, la inflación de alimentos (la que más impacta) fue del 250%, mientras que los salarios en blanco aumentaron menos del 200%. El Estado tendrá más demanda de servicios: ya hay caída en la matrícula de escuelas privadas, se agudiza la crisis en la salud y el pedido de ayuda alimentaria crece en los municipios.  El impacto es enorme y no hay épica que alcance para enfrentarlo.

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