Ganadores y perdedores de una elección con varios hitos históricos
Mendoza tiene nuevo gobernador: Alfredo Cornejo fue el gran ganador y Daniel Orozco el que más perdió. Los intendentes jóvenes, el sistema de votación, la baja participación, Rodolfo Suarez y el piso histórico del peronismo.
Alfredo Cornejo. El nuevo gobernador de Mendoza logró algo inédito: llegar al cargo por segunda vez. Construyó su candidatura de manera resiliente, luego de quedar al margen de la pelea nacional. Logró resistir la ruptura de Cambia Mendoza y los obstáculos que aparecieron por tener un techo obvio tras el desgaste. En los casi 4 años de gestión de Suarez resguardó gran parte de las críticas profundas que tenía sobre la gestión para mantener la "paz" interna y logró la sucesión. Hay otro hito: es la primera vez que la UCR tiene tres gestiones seguidas, como lo hizo el PJ entre 1987 y 1999. Leyó el momento político, resistió la tentación de responder agresiones y supo tejer discordia desde las sombras, agitando el escándalo de Las Heras sin exponerse. Tendrá el desafío de rearmar un equipo de gobierno luego de 8 años y "reencausar" a la provincia en un contexto difícil. En medio de la crisis de Juntos por el Cambio, el cargo de gobernador puede servirle de plataforma. Cornejo busca ser influyente a nivel nacional y podrá serlo como oficialista si gana Patricia Bullrich o como opositor si ganan Milei y Massa. Igual, buscará liderar un grupo regional con sus pares de San Juan, San Luis y Neuquén.
Hebe Casado. Sin arriesgar mucho, será vicegobernadora. La médica de San Rafael cosecha su fidelidad al PRO y su antipatía a Omar De Marchi. Llegó a la candidatura luego de la ruptura de Cambia Mendoza. Antes había sido legisladora provincial. Cornejo le delegó la campaña en el Sur, pero los resultados no fueron buenos, pues en las elecciones comunales desdobladas a Cambia Mendoza le fue muy mal. Sin embargo será la primera en la línea sucesoria.
Luis Petri. Petri volvió a capitalizar lo que ya había cobrado: haber sido una alternativa dentro de Cambia Mendoza. En la campaña recibió el pedido de Cornejo para que haga explícito su apoyo. Petri lo hizo. Sigue sumando capital para él y ahora le queda la elección más difícil.
Francisco Lo Presti. Sobrevivió al quiebre de Cambia Mendoza en Las Heras. En la pelea optó por Cornejo y ganó. El joven había sido secretario de Obras de Daniel Orozco y ahora será intendente de la lista que tuvo enfrente.
Marcos Calvente. El actual secretario de Obras de Guaymallén será intendente y sucederá a Marcelino Iglesias. Es parte de la renovación y tendrá que lidiar con el municipio más populoso de la provincia.
Diego Costarelli. El electo intendente de Godoy Cruz mantiene el linaje radical. Es un dirigente afín a Cornejo y se mueve con prolijidad. Antes había ganado la guerra fría que se vivia en esa comuna para ser candidato. Aunque no tenía un desafío grande para ganar, ahora deberá armar gobierno con equipo propio por la posible migración de funcionarios hacia la provincia. También deberá mostrar capacidad de gestión por fuera de las decisiones de Cornejo.
Esteban Allasino. El electo intendente de Luján es una de las sorpresas. No por haber ganado, sino porque hace pocos meses ni figuraba en los planes como candidato. Llegó al lugar por el renunciamiento de Sebastián Bragagnolo. Será la intendencia más grande gobernada por La Unión Mendocina y deberá convivir con Cornejo como gobernador, a quien conoce. Una curiosidad: su hermana, Paula Allasino, será la encargada de autorizar las transferencias provinciales a esa comuna, pues es la contadora General de la Provincia.
Ulpiano Suarez. El intendente de Capital ganó con mucha comodidad y tendrá un nuevo mandato. Se posiciona para una futura pelea por el poder provincial sin haber tenido mayor desgaste. Aunque no se espera ninguna revolución, sí podría construir una alternativa por afuera del cornejismo.
Celso Jaque. Es uno de los pocos peronistas que se puede mencionar como ganador. En la peor elección histórica de ese partido, Jaque volverá a ser intendente de Malargüe, cargo que ocupó dos veces. El hombre fue gobernador, senador nacional, embajador y actualmente es director de YPF.
Omar De Marchi. Creó un partido en pocos meses, quebró con el oficialismo y logró un resultado histórico porque ese frente nuevo se mostró competitivo. Pero como De Marchi había apostado casi a todo o nada para ser gobernador, le quedó un sinsabor difícil de superar. Luego de la elección dio un discurso, pero suspendió la conferencia de prensa y fue rara la actitud en la sede partidaria. Hubo poco movimiento. La Unión Mendocina quedará con una buena estructura dentro de la Legislatura, algo que podría servirle de plataforma. El desafío para De Marchi es contener a la diversa camada de adherentes con la que trabajó en la campaña y saber si pueden convertirse en una oposición fuerte o se dispersan. De Marchi ya había sido candidato a gobernador y suma una frustración más en su objetivo de llegar al sillón de San Martín. De hecho lo fue hace casi 4 años cuando compitió contra Rodolfo Suarez en las PASO.
La Unión Mendocina. Un frente nuevo, creado en tiempo récord y que si se saca el contexto tuvo un resultado sorprendente, pues tendrá una importante representación en la Legislatura y un par de intendencias. En la elección de ayer creció respecto a las PASO pero no le alcanzó para ganar y estuvo lejos de Alfredo Cornejo. La duda ahora es cuán cohesionada se mantendrá y cuánta dependencia habrá de Omar De Marchi para saber si es una estructura sólida y en construcción, o solo una idea electoralista. Antes se había candidateado por el Partido Demócrata. Desde que se creó la Unión Mendocina con el quiebre de Cambia Mendoza había una máxima que suele rodear a las nuevas fuerzas políticas y es un desafío complejo: saber perder. En los primeros momentos, ese grupo no dio la mejor señal.
Rodolfo Suarez. Fue un lastre para la campaña de Cornejo porque el candidato no podía hacer referencia a los errores de la gestión. Estuvo ausente en la campaña y en la derrota de Cambia Mendoza en las PASO nacionales también brilló por su ausencia. Muchos radicales le perdieron el respeto por sus manejos grises en negocios relacionados con el juego, la energía y las obras. En la política ya quedó un mote complejo que fue resaltado en la campaña: su poco apego al trabajo. Suarez ganó en lo individual, pues será senador nacional por cuatro años.
Adolfo Bermejo. Su apuesta y cercania a la formula liderada por Omar Parisi y Lucas Ilardo, que llevo al PJ a la peor elección histórica, dejan a Bermejo más cera de la jubilación política.
Alejandro Cazaban. Fue el armador en la sombra de Omar De Marchi y jugó fuerte en la búsqueda de fondos y en el armado político. Por su pasado en el gobierno de Celso Jaque, lleno de sombras y desprolijidades, tuvo problemas con Jorge Difonso y con el mismo sobrino de De Marchi. En la política, Cazaban siempre estuvo cerca de la derrota, como cuando fue candidato a concejal de San Rafael. Su presencia siempre fue cuestionada por varios socios de Omar del Marchi en La Union Mendoxina. No caía bien sus antecedentes en el manejo del poder cuando fue secretario general de la gobernación.
Mario Vadillo. Fue una de las sorpresas de las generales porque creció fuertemente luego de las PASO. El Partido Verde superó los 11 puntos y tendrá representación legislativa.
Participación. La participación de la elección fue muy baja. Solo votó el 68% del padrón y se transformó en una de las más bajas de la historia. No se remontó el bajo interés de las PASO. Votó apenas el 3% más. Si se compara el dato con las generales del 2019, votó un 9% menos.
Boleta única. El sistema electoral mejoró y cambió la forma de votar. Desde lo mecánico, es mucho más práctico, rápido y práctico. Desde lo político también agrega transparencia. Los ajustes que se realizaron entre las PASO y las generales funcionaron. Es uno de los logros de la gestión de Rodolfo Suarez.
El PJ. El resultado electoral para el peronismo mendocino fue catastrófico. Sacó 14% y cayó respecto a las PASO. El deterioro se sentirá porque perderá muchos espacios de poder en la legislatura. Perdieron 4 senadores y 7 diputados. Esos lugares son menos espacios de poder, de discusión y también de generación de recursos. La reconstrucción parece cada vez más compleja. Desde 2013 que el PJ no gana una elección provincial. Sufrió la migración de dirigentes y votantes hacia la Unión Mendocina, pero también puede haber ausentismo importante. La desorientación es total.
Daniel Orozco. Es uno de los grandes derrotados. Fue el protagonista del principal "pase" entre Cambia Mendoza y la Unión Mendocina, pues de un día para otro se cruzó de partido y se convirtió en candidato a vicegobernador de Omar De Marchi. Hizo decenas de movimientos dentro de la Municipalidad y se quedó sin nada. En el medio deberá dar más respuestas a la justicia por las sospechas sobre su gestión. Luego de 8 años como intendente, no pudo mantener la sucesión y su nuevo partido perdió. Un ex funcionario suyo será intendente. Su esposa Janina Ortiz sí logró entrar a la Legislatura.
Omar Parisi. Puso el cuerpo como candidato y le fue mal. Aunque había ganado las PASO, no pudo mejorar el desempeño y fue la cabeza de la peor derrota del peronismo en la historia. Para colmo su esposa Marisa Garnica no será legisladora.
Ilardo y La Cámpora. El candidato a vicegobernador fue otro gran derrotado. Pero con él también quedó mal parada La Cámpora y el kirchnerismo duro.
Frente de Izquierda. Sigue sin poder convencer a los mendocinos, tras la época de furor que vivió desde 2011.
Roberto Righi. El intendente de Lavalle sigue sumando sinsabores. Ya había perdido las internas de su departamento y ahora su salto a la Unión Mendocina puede costarle caro.
La campaña sucia. La campaña sucia no rindió como muchos esperaban. Tampoco la campaña negativa que se inició en redes, medios y la vía pública. Los mendocinos demostraron que esas metodologías no tienen resultados. MDZ, por ejemplo, rechazó publicidad de ese estilo por considerarlo juego sucio.