Juicio a la Corte: en una tensa reunión, el kirchnerismo “interrogó” a D’Alessandro
El juicio político tuvo un capítulo aparte. Con los hackeos en el centro de la escena, el kirchnerismo insistió en la relación entre el exfuncionario de Larreta y la Corte Suprema. La oposición salió en defensa de D’Alessandro.
El exministro de Justicia y Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires, Marcelo D’Alessandro, declaró en la comisión de Juicio Político, en medio de los cruces y chicanas entre el oficialismo y la oposición, que pusieron en el centro de la atención el hackeo al celular del exfuncionario. El kirchnerismo intentó dejar en claro que los chats que se conocieron entre él y el secretario de Horacio Rosatti, Silvio Robles, no son inválidos, como planteó Juntos por el Cambio. Los diputados de este interbloque estallaron frente a los planteos del oficialismo.
La jornada será recordada por la imagen de D’Alessandro al lado de la foto de Robles. “¿Puede identificar a la persona que está en la imagen?”, preguntó el jefe del bloque oficialista, Germán Martínez, después de entregarle a la titular de la comisión, Carolina Gaillard, una foto de Robles en su declaración frente a los diputados. “Por supuesto que lo puedo identificar”. Pero se amparó en el artículo 18 y omitió contestar si lo conoce o si tiene relación con el secretario de Rosatti.
Pasadas las 13, el exministro de Justicia y Seguridad llegó a la comisión de Juicio Político, con una carta en la mano, listo para leer. Unos minutos antes se vio uno de los pocos gestos de unidad entre el oficialismo y la oposición en los seis meses que lleva este juicio político: todos se pusieron de pie e hicieron un minuto de silencio en memoria del fiscal federal que murió en los últimos días, Federico Delgado. Después de este momento, la jornada giró alrededor de la validez o no de los chats y de la participación que tuvo, o no, en la sentencia de la Corte Suprema respecto al fallo por la coparticipación de la Ciudad de Buenos Aires.
La tensión escaló en el Anexo A de la Cámara baja cuando la Gaillard le remarcó al testigo D’Alessandro que “el delito de falso testimonio también implica omitir la verdad”. La oposición estalló porque interpretó que la titular de la comisión estaba apretando al exfuncionario porteño. “Sigamos con el interrogatorio”, dijo Gaillard, en un traspié, ya que el exfuncionario se presentó a declarar como testigo en el juicio político que tiene en la mira a los cuatro jueces de la Corte Suprema y no como acusado.
La batuta del cuestionario la llevó Vanesa Siley (FdT). Cuando le preguntó por los mensajes que habría cruzado con Robles, D’Alessandro aclaró para desechar las imágenes de los chats: “Hay causas abiertas con investigaciones en curso y hay gente detenida que confesó que hizo una operación de inteligencia por dinero”.
También recordó que “hay dictámenes de la Justicia donde se determinó que se podían, crear, modificar o alterar conversaciones”. Así, dejó en claro que “lo que se vio no es una filtración, es una operación de inteligencia, donde se pusieron supuestos chats” que, según el testigo, no existieron.
El último tramo casi que no hubo preguntas para D’Alessandro y fueron cruces y chicanas entre Juntos por el Cambio y el Frente de Todos. En este momento, Leopoldo Moreau le contestó al argumento de D’Alessandro: “Es cierto que se ha establecido que hubo un hackeo de naturaleza ilegal. De todas maneras, no es menos cierto que eso no establece por sí mismo la falsedad del diálogo”. “Hay quienes reconocieron haber formado parte de esas conversaciones, periodistas de Página12 y La Nación.
“Lo que dice Moreau no tiene nada que ver porque pueden haber pasado mil cosas que sean verosímiles, pero eso no tiene nada que ver con que haya ocurrido o no”, analizaron en diálogo con MDZ fuentes cercanas a D’Alessandro. “Lo que dice la periodista de La Nación es que hubo diálogos, pero no da por hecho que ocurrió lo que dicen esos mensajes”, aclaró la fuente.
Alejandro Finocchiaro (PRO) también se metió de lleno en la disputa por la validez o no de los supuestos mensajes que aparecen luego del hackeo ilegal. Planteó que “no tienen validez” como tampoco lo tienen “las declaraciones bajo tortura”. El oficialismo no tardó en responderle. Mara Brawer (FdT) recogió el guante y contestó: “Les pido que no banalicemos lo que fue la tortura en este país. Los delitos tienen una escala, no es lo mismo un hackeo ilegal que una tortura”. Al diputado opositor no le quedó otra que retractarse y aclarar sus dichos.
Sobre su participación en las audiencias por la coparticipación de la Ciudad de Buenos Aires, D’Alessandro sostuvo que no tuvo ninguna representación política por Juntos por el Cambio. “Bajo ningún punto de vista, el rol estaba más abocado a la seguridad”, expresó. También contó que participó en “cuatro o cinco audiencias” y que en ninguna de ellas estaba Silvio Robles. Para el Frente de Todos, esta última definición implicó un reconocimiento de que el testigo conocía efectivamente al secretario de Rosatti.
Al cierre de su declaración, el exfuncionario descartó que no sufrió ninguna presión a la hora de dejar la cartera porteña de Justicia y Seguridad. Y dejó una reflexión: “Uno elige las cosas de su vida, pero la familia no. Acá hubo gente que vino como testigo y mencionó que esto no era una operación de inteligencia porque podía valerse de una amante despechada, las cuestiones personales no tuvieron límite”. “Una cosa es la verdad y otra cosa es valerse de hechos para destruir a alguien”, cerró el exministro de Rodríguez Larreta.