Elecciones 2023

Las internas en el kirchnerismo, una piedra en el zapato para Sergio Massa

Para poder concretar la suspendida caravana en La Matanza, programada para el sábado pasado, Sergio Massa recibió hoy en el Ministerio de Economía a Patricia Cubría, la esposa de Emilio Pérsico, quien le quiere arrebatar la conducción de La Matanza a la dupla Fernando Espinoza y Verónica Maggario.

Alejandro Cancelare
Alejandro Cancelare miércoles, 2 de agosto de 2023 · 22:32 hs
Las internas en el kirchnerismo, una piedra en el zapato para Sergio Massa
Foto: Noticias Argentinas

Sergio Massa debió subsanar personalmente la herida abierta, que no será cerrada, en La Matanza y para poder realizar la caravana suspendida el sábado pasado recibió en su despacho a Patricia Cubría, la rival interna de Fernando Espinoza. La foto, igualmente, parece haber sido armada para mandar un mensaje. Sin café ni agua de por medio, se los ve sonrientes al candidato presidencial y a la diputada provincial del Movimiento Evita con dos papeles a sus costados. 

El Movimiento Evita había comunicado que la presencia de toda la comitiva oficialista en el distrito iba a estar bajo la protesta de la agrupación que conduce Emilio Pérsico, el esposo de Cubría, y fue por eso, y no por ningún otro motivo de los que se adujo posteriormente, que ni Axel Kicillof, ni Massa estuvieron recorriendo las principales localidades matanceras el fin de semana pasado.

Quien seguramente no estará nada contento, y así lo dejaron trascender, es el intendente Espinoza, cuya compañera Verónica Magario es la vicegobernadora. El jefe comunal nunca entendió por qué no habían ido a su distrito y organizó una actividad protocolar con el gobernador ese mismo día.

Sin hacer campaña abiertamente, es un secreto a voces que el principal operador camporista en la región, Facundo Tignanelli, apoya la lista que quiere despojar del poder a Espinoza. 

Las luchas entre los amigos de Massa y los de Máximo Kirchner atraviesa muchos distritos del Gran Buenos Aires donde los intendentes que se referencian en Unión por la Patria tienen, por primera vez, internas feroces en sus distritos, algunos apoyados por el Frente Renovador, el ultra kirchnerismo o el Movimiento Evita. 

A pesar de estos escarceos, que en Lanús provocaron un muerto en la pelea entre los barras del club que conduce Nicolás Russo, cuyo opositor es Julián Álvarez, el único que no dijo nada sobre cómo está marchando la campaña es Máximo Kirchner, quien no emitió sonido desde que se ratificó la fórmula Massa- Agustín Rossi.

En Moreno, la pelea es entre Damián Contreras, del Frente Renovador, funcionario en el Ministerio de Transportes de Sergio Massa, contra Mariel Fernández, aliada directa de Máximo Kirchner y con excelente llegada con Axel Kicillof y apoyada por referentes camporistas.

En Hurlingham, el hijo de los dos presidentes le pidió casi como una imposición al gobernador que fuera al distrito para un acto con su candidato Damián Selci, de profusa campaña local. Kicillof se resistió al viaje pero no a la foto. Lo recibió en su despacho. Enfrente está Juan Zabaleta, apoyado por el Frente Renovador, la CGT y todo el peronismo bonaerense.

En un acto acotado, hace diez días, Espinoza recibió a Massa.

Todavía no se resolvió el fondo del problema en Tigre, aunque versiones jamás desmentidas sostienen que la vicepresidenta hizo todo lo posible para que Julio Zamora pudiera competir en pie de igualdad, acompañando a las dos listas presidenciales de Unión Por la Patria, al igual que lo que está haciendo, por ahora, Malena Galmarini, quien ayer reclamó que “no tiren el voto” a los que prefieren a Juan Grabois. Sergio Massa, por viejas cuestiones pendientes, y por obligaciones de la realidad, pretende que la presidenta de AySA reemplace al actual intendente.

Insólitamente, hace diez días, Gerardo Martínez, uno de los referentes más importantes del sindicalismo peronistas, del gremio de la Construcción, no tuvo problemas en decir públicamente que en General San Martín apoya a Leonardo Grosso, que compite contra Fernando Moreira, el delfín del ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis.

La Uocra y los ministros de Obras Públicas, cualquiera sea el signo político del gobierno, son socios políticos siempre. Sin embargo, ahora esto también se rompió.

En la cúpula del poder provincial se esfuerzan para no opinar de la actual política económica aunque no se privan, por lo menos, de cuidar a Grabois, participando, por lo menos, de un acto por semana con el candidato rival de Massa, a quien valoran por haber "asumido cuando todo explotaba".

Además, en la casa de gobierno de la manzana de 5, 6, 51 y 53, en La Plata, es inocultable el malestar que persiste, después de dos años, por la “intervención” al gobierno provincial realizado por Máximo Kirchner a través de Martín Insaurralde, quien despojó de la jefatura de gabinete al principal operador de Kicillof, Carlos Bianco.

Tal como reflejó MDZ en la jornada de ayer, la mayoría de las actividades programadas para la campaña y para unificar el discurso es como “hacer que hacemos”. Si bien Antoni Gutiérrez Rubí se esmera y le da herramientas a los dirigentes que quieren ser los “voceros” para que salgan a defender la nueva etapa que se viene, nada parece alcanzar. “Fue pa.a”, dijo uno de los que conoce como pocos lo que es el conurbano mientras que otro acostumbrado a ganar elecciones la calificó de “nada”.  

El problema es que si no se puede explicar la inflación, la inseguridad y es poco creíble que Alberto Fernández, a quien esconden, fue solo un "loquito suelto", como algunos lo quieren presentar. 

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