La gira de Patricia Bullrich y Néstor Grindetti en el conurbano se cruza con la de Diego Santilli y Rodríguez Larreta y crece la tensión
Como el don priulero, cada uno atiende su juego. Patricia Bullrich se siente muy a gusto discutiendo con Sergio Massa como si no hubiera otro contendiente mientras que Horacio Rodríguez Larreta se sigue subiendo a la ilusión de su organización territorial y de campaña. La tensión crece día a día.
Horacio Rodríguez Larreta y Diego Santilli empezaron, temprano, su recorrida por la zona norte del Gran Buenos Aires en Pilar. Ahí, Sebastián Neuspiller los esperaba en una plaza central, justo en frente del municipio que gobierna Federico Achaval. Primero, el frío del mediodía hacía juego con la escasa convocatoria que, luego, se colmó para tranquilidad de los organizadores.
En Vicente López, junto con la única intendenta que no tendrá PASO en el PRO del conurbano, Soledad Martínez, Patricia Bullrich y Néstor Grindetti estuvieron saludando vecinos en un lugar donde nadie necesita convocar para ver a la precandidata. Es el bajo de la ciudad, a un par de cuadras de Avenida Libertador, donde casi todo siempre se pinta de amarillo.
Mientras que Larreta y Santilli llegaban a Tigre, donde se encontrarían con Segundo Cernadas, la dupla de Bullrich y Grindetti, a los que se le sumaron Cristian Ritondo y Sebastián García De Luca, se fueron hasta Caseros, en Tres de Febrero, donde a diferencia de Vicente López, ahí sí habrá interna contra un intendente propio.
"Si esto estuviera coordinado, estaría buenísimo. Pero, como esto es a cara de perro, parece que nos seguimos pisando los talones", dijo un importante colaborador de uno de los dos bandos.
Diego Valenzuela, que siempre trabaja para descomprimir los conflictos pensando en el futuro de su partido, deberá competir contra Gustavo Spaletti, quien terminó siendo elegido luego de que tacharan la pretensión de una rival interna del intendente, la actual concejal Patricia Rodríguez.
Extrañó, o no, para lo que significa la dinámica de la campaña, donde los medios tienen principalísima importancia para la política moderna, que toda la movida de televisión y radios nacionales se realizara en Tres de Febrero. Es como si fuera un mensaje porque podrían haber privilegiado la otra localidad donde no había interna. Por todos lados salió la cara de Spaletti junto con Bullrich.
La precandidata presidencial y el candidato a gobernador, que también es intendente, hablaron telefónicamente con Valenzuela, según reconocieron desde ambos lados de la interna PRO. De hecho no hubo ninguna crítica hacia el intendente en la reunión de Caseros, aunque había cuestiones más importantes. Las frases de Sergio Massa, provocando a la exministra de Mauricio Macri por su pasado montonero y su presente liberal, marcaron la agenda.
"Lo que tiene que hacer es dedicarse a cambiar las cosas que arruinó, en vez de hablar de lo que va a pasar en el futuro, que se ocupe de él. ¿Ese es el presidente que nos está proponiendo Unión por la Patria? ¿Es unión por la patria? De Unión por la Patria no tiene nada. Massa es el que sabía que los ñoquis eran de La Cámpora, lo sabía y lo dijo. Pero después se alió con esos ñoquis y se hizo parte,” le contestó Bullrich.
Las dos campañas muestran su entusiasmo pero, se nota, que una es mucho más optimista que la otra. No sólo las encuestas empiezan a dar un matiz más beneficioso para la candidata más radicalizada del PRO, sino que, además, el propio Massa aprovecha esta situación porque, presume, que una segunda vuelta contra ella lo beneficiará en el mano a mano.
Desde hace varios meses los equipos de campaña del ministro de Economía mostraban una tendencia favorable para la exministra de Seguridad de la Nación en desmedro del alcalde porteño. Y desde ahí que se viene preparando para polarizar con ella. "Invisibilizan al pelado", se jactan desde ambos centros de campaña.
La campaña es muy diferente entre los dos candidatos PRO. Mientras que Bullrich centraliza todo en su figura, y el resto de los candidatos juegan al arrastre que ella genera, los candidatos distritales y provinciales de Larreta son mucho más fuerte y con presencia territorial desde hace muchos años, casi desde el momento que el PRO empezó a militar en la provincia de Buenos Aires.
Por eso no llamó la atención cuando algunos de los transeúntes le preguntó a uno de los organizadores quiénes estaban con la precandidata, la mayoría eran desconocidos por los presentes. Ahí está el epicentro de la discusión provincial. Si los intendentes más importantes juegan con las dos boletas, como Martínez y Guillermo Montenegro, de Mar del Plata, General Pueyrredón, pero el resto está obligado a jugar todo para demostrar quién manda, como en el caso de Tres de Febrero, la situación puede ser mucho más pareja de lo que se supone.
Además, la dupla Diego Santilli-Gustavo Posse está mucho más instalada que la que compone el propio Grindetti y Miguel Fernández, el intendente de Trenque Lauquen. Si bien la presidencial pesa, también habrá que ver qué comportamiento tiene la estructura que poseen los territoriales y jefes comunales que apoyan al larretismo.
Dicho ya estas particularidades, hay otra gran puja en el conurbano norte. En San Miguel, Joaquín De la Torre, y su intendente aliado, Jaime Méndez, están con Bullrich. Su rival será Max Perkins, el exsecretario de Seguridad del actual senador provincial en su primera parte de la gestión.
En San Isidro, Gustavo Posse, que presenta a su hija Macarena para su reemplazo en el frente municipal, es el vice de Santilli y tendrá que enfrentar al exaliado de Larreta y uno de los más fervorosos bullrichistas, Ramón Lanús.
En Tigre, donde estuvieron con Segundo Cernadas, ahí las diferencias parecen ser más que claras en favor del larretismo. Lo mismo sucedería en Hurlingham, con Lucas Delfino, Ituzaingó, con Segundo Cernadas y crece la paridad entre Lalo Creus y Héctor Toti Flores en La Matanza.
En la zona sur, la situación, a priori, favorecería las pretensiones de Larreta, aunque el peso territorial de Lanús, con Grindetti como jefe, es muy fuerte. En Quilmes habrá una pelea muy potente entre Walter Queijeiro, de Bulrrich, contra Martiniano Molina, el exintendente que ahora está con Santilli.
Es el Gran Buenos Aires donde se definirá buena parte de la elección provincial, en la que La Plata, con Julio Garro, está con la dupla Santilli-Larreta y Bahía Blanca, Héctor Gay, con Grindetti-Fernández.