A una semana del cierre de alianzas

El anhelo secreto que Sergio Massa le oficializará a sus compañeros del Frente de Todos

El ministro de Economía quiere ser presidente de la Nación. Las circunstancias económicas le impiden concretar su anhelo máximo, pero no declina. Su perseverancia, incluidos errores y tropiezos, hace que hoy a la tarde todos estén pendientes de lo que va a decirle a su Frente Renovador.

Alejandro Cancelare
Alejandro Cancelare sábado, 10 de junio de 2023 · 11:34 hs
El anhelo secreto que Sergio Massa le oficializará a sus compañeros del Frente de Todos
Sergio Massa será el gran protagonista del congreso del Frente Renovador Foto: Gentileza

Hace diez años, cuando el Frente para la Victoria agonizaba y todos los máximos operadores de ese espacio conducido -como hoy en el Frente de Todos- por Cristina Fernández de Kirchner, decían que Sergio Massa no se iba a ir, éste anunció la creación del Frente Renovador.

Eran días donde la posibilidad también incluía, en el éxodo, no solo a una docena de intendentes de la Provincia de Buenos Aires y una parte importante de legisladores ya independientes como Graciela Camaño, y gremialistas como Luis Barrionuevo sino que, además, estuvo a punto de abrazar el mismísimo gobernador bonaerense de ese entonces, Daniel Scioli.

Lo de Scioli no sucedió, y de ahí que empezaron a tensar su relación hasta que hoy se consideran enemigos íntimos. La diferencia está en que Massa lo expresa y el exgobernador hace lo de siempre: hace que no escucha lo que le dicen de costado o de frente, evita la mirada y camina.

Esa nueva fuerza, el Frente Renovador, terminó constituyéndose en un partido político que luego menguó en su fuerza electoral pero mantuvo un piso que, si hoy lo tuviera por afuera del oficialismo, sería potencial segunda fuerza. Las ansiedades de su creador y las presiones de los que se subieron a ese colectivo lo hicieron perder mucho tiempo en su deseo principal: ser presidente de la Nación.

Sus amigos del primario y secundario del Agustiniano de San Martín todavía lo recuerdan dando discursos imitando a Perón. Ese deseo nunca sucumbió, aunque las consultoras económicas más importantes le bajaran la nota a su gestión por la deuda en pesos que concretó y aún no se sabe qué le dirá el FMI a su necesidad de fondos frescos.

Massa y Cristina hablan en su reencuentro hace cuatro años

En la tarde de hoy, el Frente Renovador realizará un nuevo congreso partidario para definir su futuro electoral. El anterior fue realizado, también, poco tiempo antes del cierre de las listas de candidatos y concreción de frentes electorales, en 2019. Fue en Parque Norte, no en Tortuguitas, como el que se hará en horas de la tarde.

En aquel momento también se especulaba sobre qué haría Massa. A diferencia de 2013, cuando se fue del entonces oficialismo, hace cuatro años anunció su vuelta al kirchnerismo como aliado principal. Tanto fue su aporte que generó la victoria del Frente de Todos, en el que se presumía que tanto él como Alberto Fernández iban a ser las caras “amables y lógicas” que iban a hacer que Cristina Fernández de Kirchner se ocupara “de cuidar a sus nietos”. Algo falló.

Y lo que falló, indudablemente, fue el gobierno en el que todos hicieron lo imposible para no quedar fuera de la puja de poder. Limaron la figura presidencial al máximo posible, Fernández no comprendió las demandas que deparaba ser serio y criterioso en medio de la pandemia del COVID y luego cedió, en cada decisión, a las presiones impuestas por Cristina, Máximo y, finalmente, Sergio Massa, quien siempre se sentía sorprendido por los cambios de opinión del jefe de Estado.

Las cosas han cambiado mucho desde que tuvo que desairar a su amiga y madre política, Graciela Camaño, quien le advertía que no podía irse con el kirchnerismo porque era retroceder sobre muchos de los conceptos e ideas que ya habían instalado y porque, además, siempre habría otras elecciones por delante. Si bien las relaciones pueden reencausarse, y el afecto puede no desaparecer, aquel discurso disruptivo ante una multitud de empleados peronistas que le gritaban que debían cerrar con Cristina Fernández de Kirchner pudo mucho más.

Camaño les habla a sus antiguos referentes, hoy la mayoría  funcionarios nacionales y provinciales

Mientras sus voceros amenazan con renuncias, rupturas y caos, ese mismo que Massa dice que provoca la interna del Frente de Todos y que repercute en la situación económica, “sin ordenamiento político no hay ordenamiento económico” dice el ministro, esta tarde volverá a escucharse la necesidad de un candidato único en el oficialismo. La presión que meterá el ministro de Economía será fortísima. ¿Se podrá soportar en el medio del caos desautorizarlo? Nadie lo sabe.

En el entorno de Scioli, el verdadero problema del ministro, porque Massa detesta que siga teniendo protagonismo político “cuando no hizo nada en cuatro años”, dicen que “tenemos que aguantar estos tres días de presión frenética”. ¿Lo podrán lograr sabiendo las debilidades que exhibió el presidente Fernández y todos sus satélites para bancar una decisión? Por lo pronto el embajador en Brasil ya consiguió dos partidos que lo apoyen. PARTE, que preside Claudio Ferreño, amigo de Fernández; y el partido Por la Dignidad, la Educación y el Trabajo, de Hugo Moyano.

“Tranquilo mi amigo, va a salir el sol. Esto está más ordenado de lo que parece”, dijo, enigmático, uno de los pocos que nunca se come la curva massista y siempre está cerca de él. Tampoco puede decir mucho más aunque lo sepa. El ministro no se irá del oficialismo ni renunciará al Ministerio de Economía. Tanta operación debería desencadenar en un anuncio, pero nadie lo confirma. Las candidaturas a presidente o a gobernador están en la mesa. Si sucede lo segundo, Axel Kicillof deberá empezar a prepararse para otra campaña.

Lo único que si comprobó Massa es que con Cristina no alcanza, pero sin ella no se puede. Y ahí está el secreto de lo que anunciará esta tarde en el estadio donde, hace cuatro años, también compartió un acto público, por primera vez, con la vicepresidenta de la Nación luego de años de diferencias y distancias.

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