El exitoso negocio inmobiliario que se montó alrededor de un poderoso gremio

Lo que hace 12 años nació como una idea, hoy se ha convertido en una maquinaria eficiente y activa. La Cooperativa de Vivienda de Ampros ha desarrollado ya 11 emprendimientos en Guaymallén, Maipú y Luján de Cuyo y por estos días trabajan para terminar de independizarse del gremio que la vio nacer. Dos edificios de departamentos y nueve barrios privados se han construido en este tiempo y, entre los 1.700 socios que invirtieron en esos proyectos, aparecen integrantes del sindicato pero también políticos como la ministra de Salud, Ana María Nadal. "También un intendente y un candidato a intendente de Luján", agregan.

"Todo esto lo hemos hecho sin ayuda estatal. La idea surgió hace 12 años hablando con Isabel Del Pópolo y desde entonces no hemos dejado de trabajar", manifestó el presidente de la cooperativa, Carlos Frisón. Al principio, la idea era ofrecer soluciones habitacionales a los afiliados de Ampros, pero el abanico se fue abriendo y hoy está en proceso el trámite para cambiar el nombre a Cooperativa Profesionales de Mendoza. Sobre todo, pare evitar confusiones y problemas legales.

"Nos ha pasado que tratan de apretar al gremio por sus medidas de fuerza amenazando con paralizar nuestros desarrollos", admitió sin ahondar en detalles Carlos Frisón.

Los barrios de Ampros son cerrados y están ubicados en zonas residenciales de privilegio. "Para que te des una idea, terrenos que en el mercado cuestan 20 mil dólares nosotros los ofrecemos a la mitad y financiados", dijo Frisón a MDZ. El último proyecto contempla está en la calle Terrada entre Anchorena y Zapiola, en Luján de Cuyo. Allí se han proyectado 700 lotes con pista de salud, centro comercial y otras amenities.

Hoy está en discusión el déficit habitacional que existe en Mendoza y la proliferación de desarrollos clandestinos como los que se han observado en Guaymallén llevados adelante por los hermanos Paco. "Hay veces que las municipalidades conspiran contra los desarrollos poniendo trabas y burocracia", lamentó Frisón y aclaró que todos los barrios y edificios de la cooperativa están en regla. 

El primer paso en el rubro inmobiliario de la Cooperativa de Ampros se dio con la construcción de un edificio en Guaymallén. Ante la buena recepción de los afiliados, se proyectó otro complejo de departamentos en el mismo municipio. Se trata de obras ambiciosas que, luego de varios años, estarían próximas a ser entregadas. Uno de ellos está ubicado en 25 de Mayo y Las Cañas. El otro en Estrada y Lamadrid.

Pero la experiencia los llevó a optar por otro mecanismo que encontraron más atractivo: la urbanización y desarrollo de barrios privados. Algunos ya han sido entregados y los propietarios construyeron sus viviendas y viven allí. Otros están en proceso de urbanización pero con el total de los lotes ya vendidos. "Nosotros no tenemos más lotes en venta. Algunos socios que compraron como inversión hoy los ofrecen en el mercado pero por valores diferentes a los que mencionaba anteriormente", dijo Frisón.

La actual secretaria general de Ampros, Claudia Iturbe, es a su vez socia de la Cooperativa como propietaria de un lote en el barrio ubicado en la calle Terrada. Al igual que Frisón, subrayó que la cooperativa y el gremio comparten nombre pero son cosas diferentes y admitió que es confuso que el nombre del sindicato identifique a los barrios privados. Pero más allá de ello, reconoció que muchos afiliados han invertido en los desarrollos y adelantó que están intentando establecer convenios con el IPV para que puedan construir.

De esa forma, se le darían a los ciudadanos herramientas para poder edificar viviendas en sus lotes, algo que hoy por hoy es complejo de conseguir. "Hay programas de financiamiento del IPV que muchos no conocen o que implican una burocracia intrincada. Lo que queremos es ver la forma de simplificar eso desde el gremio centralizando, por ejemplo, la presentación de la documentación", sugirió como una posibilidad Iturbe.

"No hemos tenido ayuda de IPV, Procrear o nación. Lo hecho se hace íntegramente con aportes de los socios. Hay 1700 socios que son los propietarios que construyen la vivienda, o compran los lotes como inversión para luego venderlos. Pueden ingresar con los fines que quieran. Algunos compran para sus hijos. La posibilidad está abierta al público en general. Comenzó referido al gremio de Ampros pero ahora está abierta al público en general", destacan.

El sistema de financiamiento es sencillo. La Cooperativa hace la compra del terreno y los interesados pagan su lote. Una parte en un pago y luego el resto se financia en cuotas en pesos pero atadas al valor del dólar como referencia. Con ese dinero, se realiza la urbanización y se avanza con la compra de otra finca para otro desarrollo. En promedio, entre que se compra la finca, se venden los lotes, se urbaniza y se escritura cada terreno pueden pasar cerca de seis años.

Aprietes políticos a la cooperativa

A pesar de que son cosas distintas, las luchas salariales y reclamos políticos del gremio han llevado a que se amenace con frenar los desarrollos de la cooperativa de vivienda. "El gremio tiene que pelear por el derecho de los trabajadores y a veces eso se mezcla en peleas con las municipalidades donde tenemos trámites en la cooperativa", admite Frisón.

Para que eso no ocurra y para desligar al gremio de cualquier eventualidad que pueda suscitar con la cooperativa, está en proceso el cambio de nombre. "Ya hicimos el trámite para cambiar nombre Cooperativa Profesionales de Mendoza. Es un trámite que se termina de concluir en Buenos Aires por lo que lleva tiempo", remarcó el presidente de la cooperativa que funciona en la calle Zuloaga de Ciudad, donde antes funcionaba el sindicato.

Por otro lado, también reconocen que hay mucho por mejorar en lo que respecta a la burocracia que exigen en algunos municipios para el desarrollo de obras privadas. En ese sentido, Frisón dijo que nunca se frenaron los desarrollos pero que en algunos casos se vivieron demoras por la falta de celeridad o acompañamiento municipal. 

El dato no es menor si se tiene en cuenta lo que ocurre en departamentos como Guaymallén donde proliferan los barrios clandestinos o las propuestas de campaña de algunos precandidatos a la gobernación que proponen regularizar la situación dominial de terrenos y viviendas.