La tensa calma del PRO, un nuevo round en la pelea liberal y la “hormiguita” a la calle

Mientras a nivel nacional siguen los dardos cruzados entre precandidatos, en el capítulo porteño las tensiones parecen haber amainado pero solo por unos días. En lo que tiene que ver con el PRO, tras la salomónica resolución entre Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich de resolver con tres encuestas la postulación única del partido, comenzó una discusión interna sobre qué preguntas y cómo se mediría la contienda entre Jorge Macri y Fernán Quirós.

En los equipos de ambos quieren estar seguros de que algún “error” metodológico no complique los resultados. Esto es: se mandó a medir no solo intención de voto sino imagen, techos y pisos, y sobre todo quién de los dos precandidatos está en mejores condiciones de enfrentar al senador radical Martín Lousteau en las PASO.

Las tres consultores elegidas son Aresco, de Federico Aurelio; Isonomía, de Rodrigo Martínez, Juan Germano y el vidalista Pablo Knopoff; y Trespuntozero, de Shila Vilker.

En el caso de Aurelio, es una histórica consultora que trabaja para la Ciudad y también para otros dirigentes de Juntos por el Cambio como Cristian Ritondo, el jefe del bloque del PRO. 

Isonomía es una de las marcas que en 2013 eligió Marcos Peña para que trabaje para Mauricio Macri. Acaso por ello, el jefe de la campaña de Jorge Macri, Fernando de Andreis –mano derecha del expresidente– dio el visto bueno para que sea otra de las elegidas ya que confía en sus números. 

Y en el caso de Vilker viene realizando trabajos con el peronismo y también, entre otros, con figuras del PRO como Néstor Grindetti, el flamante precandidato a gobernador bonaerense de Bullrich. 

Con todo, el equipo que maneja el secretario de Comunicación, Federico Di Benedetto, analizará los resultados, además de los comandos de campaña del ministro de Gobierno porteño y el del ministro de Salud.

Los mejor intencionados creen que el tema podría resolverse con el “modelo cordobés” donde Luis Juez y Rodrigo de Loredo decidieron competir, el primero como gobernador y el segundo como intendente de la capital, a base de un acuerdo con encuestas. Esto tiene una salvedad importante en el capítulo porteño: el vínculo entre Jorge Macri y Quirós tuvo muchas ondulaciones. Fue muy bueno pero luego no logró consolidarse. Juez y De Loredo, en cambio, armaron una relación de cercanía basada en la campaña 2021 donde uno fue elegido senador y el otro diputado ganando, primero las PASO, y luego las generales con casi el 55%. 

De todos modos, la paz en el PRO sigue siendo “tensa calma”. Los resultados estarán a fin de mes y de allí se tomará una decisión. Ambos están confiados en sus números. Aunque hay quienes señalan en Uspallata que Quirós hubiera necesitado un par de semanas más: el ministro de Gobierno porteño aparece primero en todos los sondeos que se publicaron hasta mitad de mayo.

Mientras tanto, en el ala liberal de Juntos por el Cambio sigue la pelea entre Ricardo López Murphy y Roberto García Moritán por la postulación a jefe de Gobierno de Republicanos Unidos. A las denuncias cruzadas por las fichas de afiliación se le suma ahora la advertencia del abogado Pablo Abdon, del lopezmurphysmo, de avanzar con denuncias penales. En especial contra el dirigente Yamil Santoro, quien a su vez logró un fallo clave para García Moritán que le permitió seguir sumando nuevos afiliados hasta el lunes.

La convención partidaria está citada para el 4 de junio. Sin embargo, cerca del Bulldog ven como un “insulto político” que el legislador porteño lo enfrente en una interna. Varios de sus colaboradores comenzaron a ensayar diálogos con otros sellos partidarios para que, si pierde, López Murphy sea precandidato a jefe de Gobierno igual con otro partido.

Moritán está tranquilo: tiene varios ofrecimientos si llegara a perder, desde nacionales hasta porteños. Incluso entre las figuras del PRO logró buena sintonía, a la vez, con Mauricio Macri y con Horacio Rodríguez Larreta. Casi un oxímoron político hoy en día. 

Por lo pronto, a pesar de que es la presidenta de la convención de RU, la legisladora Marina Kiensta, por ahora, no avanzará en el quiebre en el bloque parlamentario con Moritán. 

Finalmente, quien sigue con su partido, Confianza Pública, de campaña por las calles es la diputada Graciela Ocaña, quien pretende jugar en las PASO a jefe de Gobierno de JxC. Su jefe de campaña, el jefe del bloque larretista Vamos Juntos, Diego García Vilas, comenzó a avanzar en la cartelería en vía pública y esta semana ya se pudieron ver fotos de la “hormiguita” en colectivos porteños con su cara.

Ocaña intentará instalar sus propuestas vinculadas a la tercera edad y algunos traerán polémica. Por caso, quiere que haya prioridad en el sistema de salud para adultos mayores porteños con respecto a los bonaerenses en lo que refiere a los turnos. 

También depositó su mirada en el oneroso contrato de la recolección de residuos, el más grande que tiene la Ciudad, donde la familia Moyano tiene intereses concretos. Propondrá modificarlo sustancialmente para quitarle poder a Camioneros.