Cornejo vende experiencia, De Marchi busca al PJ y Parisi ofrece casas
Se lanzó oficialmente la carrera para las PASO. Cambia Mendoza sabe que le será muy difícil repetir elecciones anteriores de más de 40 puntos; La Unión Mendocina alimenta su expectativa de superar los 20 y el Frente Elegí apuesta todo a pasar la elección sin perforar su piso histórico de votantes.
A 28 días de las primera elección provincial en Mendoza de este año, la campaña ya está en marcha oficialmente desde este último viernes. Aunque, claro está, esto sea un mero formalismo. La dirigencia política sumó otra vez su característico toque de hipocresía al asunto: por ley, las campañas electorales en la provincia comienzan treinta días antes de la elección. Sin embargo, apuntando a las PASO que se llevarán a cabo el próximo 11 de junio, el despliegue electoral, sabemos, arrancó hace meses ya.
Las internas que se avecinan serán el primer escalón que llevará a los candidatos a gobernador a dirimir finalmente la cuestión el 24 de septiembre. Pero, como siempre sucede desde que este sistema se implementó, terminarán operando como una encuesta más que aproximada a la realidad del electorado. Hoy, cuando falta menos de un mes, los principales frentes están terminando de recolectar los datos de los sondeos que encararon para ver dónde están parados, sobre todo, después de la irrupción del frente de Omar De Marchi en el juego. Aunque todos tienen una percepción ya de cómo está perfilado el tablero.
Esto es: Cambia Mendoza es consciente de que le será muy difícil repetir esas jornadas de votación de los últimos años en donde terminaban superando ampliamente los 40 puntos; La Unión Mendocina alimenta su expectativa (aunque con muchas dudas en el fondo) de lograr superar los 20 y el Frente Elegí apuesta todo a pasar la elección como pueda para no quedar hundido en un piso de votantes que podría convertirse en histórico.
Mientras espera números más generales, Alfredo Cornejo mandó a hacer un par de relevamientos quirúrgicos en la última semana. Sondeó a los candidatos de Cambia en Luján y en Las Heras y el resultado lo dejó relativamente satisfecho. En los territorios del Gran Mendoza en los que sus rivales Omar De Marchi y Daniel Orozco son fuertes, los postulantes a intendentes del radicalismo y fuerzas aliadas pierden. Aunque por poca diferencia, según esos registros propios. Si el oficialismo retiene Guaymallén , Capital y Godoy Cruz y asimismo logra hacer buenas elecciones en Luján y Las Heras, habrá consolidado una base electoral fuerte en la zona urbana de la provincia en donde están nada más ni nada menos que el 80 por ciento de los votos. Maipú es una incógnita para todos. Allí, en esta semana, De Marchi intentará terminar de articular un trabajo en conjunto que muy probablemente no sea visible. Aunque sería la coronación de un acuerdo político que el intendente Matías Stevanatto quiere cerrar hace rato con el lujanino.
Ahora que supuestamente están autorizados, saldrán los afiches de Cornejo a la calle y por el momento no se verá a un Rodolfo Suarez muy operativo. En la campaña, estamos hablando. El mensaje del candidato radical rondará alrededor de una idea fuerza: que él tiene la capacidad necesaria para encarar una nueva etapa en la provincia y, esencialmente, que cuenta con la experiencia para manejar el barco ante la tormenta que se avecina a nivel nacional. No es un secreto que, gane quien gane, el país que viene no será nada fácil.
El entorno de Cornejo jura que lo peor ya pasó, luego del rompimiento de De Marchi. Pero esa traumática disolución dejó huella. Cornejo había encarado hace tiempo un diseño de campaña más pensado en cómo iba a gobernar que en ganar la elección. En transcurrir practicando su deporte favorito de polarizar con La Cámpora y trasladar toda la discusión a los descalabros del gobierno nacional, responsable -según ese mismo discurso oficialista- de la mayoría de los males de los mendocinos.
Pero se tuvo que reconvertir en un candidato en pelea que, además, evidenció signos de debilidad y de desgaste. De Marchi se ufana en algo en este sentido. Cree que está forzando a su rival a tomar decisiones equivocadas producto de su presión. En este punto a favor, anota, el hecho de que haya designado a Hebe Casado como su candidata a vice cuando todas las fichas estaban puestas en figuras femeninas de otro perfil y radicales, además, como el de Jimena Latorre.
A futuro y tras la elección habrá que observar cómo impacta el nuevo armado de la coalición oficialista, del que ya se puede observar una realidad palpable. Cambia Mendoza trocó hacia una fuerza que no es otra cosa más que el radicalismo de Cornejo y eso impactará en las figuras del partido con ambiciones y que albergaba alguna chance de sana competencia. Esos dirigentes no son muchos, a decir verdad, pero existen y en esta vuelta quedaron postergados por la decisión del líder de volver. Por cómo se llevaron adelante los armados en los departamentos y otras cuestiones de la interna, hoy lo que se ve no es precisamente un radicalismo cómodo.
De Marchi, por su parte, tiene un objetivo trazado. Mostrarse como un líder positivo y enfocado en los temas de la provincia y eludir lo más que pueda las cuestiones nacionales. El enfrentamiento con Horacio Rodríguez Larreta ya fue suficiente pelea para él. Su plan será sin dudas la confrontación con Cornejo , aunque del otro lado ya lo saben y lo están esperando con la seguridad de que no caerán en la trampa y ya están preparados para una campaña que va a ser “todos contra Cornejo”. Lo que se vio el sábado pasado en la Fiesta de la Ganadería entre De Marchi y Mario Vadillo fue una muestra de lo que puede pasar. Pero sobre todo de lo riesgoso que será para los candidatos entrar en ese tipo de peleas. No fue solamente un cruce fuerte lo que sucedió en General Alvear. Sino que ese enfrentamiento devino en papelón.
Por el momento, sin más que una percepción de la calle y el humor recolectado en algunos actos en los que asistió más gente de la esperada, La Unión abraza un deseo que suena a utopía por estos días: superar los 30 puntos en las PASO. ¿De dónde surge tamaña expectativa? De la posibilidad latente -entienden- de que la gente percibirá las fallas de gestión de Rodolfo Suarez y en consecuencia terminará votando la necesidad de salir de las administraciones radicales en la provincia. Pero, sobre todo, De Marchi espera poder abrevar lo más que se pueda en la debacle del Justicialismo.
Aunque aquí, en realidad, la jugada de fondo estará después de la elección del 11 de junio. Los estrategas del lujanino se juegan a que habrá una reconfiguración del escenario electoral tras las PASO y que los más beneficiados de una supuesta debacle del PJ serán los candidatos de la Unión Mendocina en definitiva.
El Frente Elegí tiene una que sortear antes de elucubrar estrategias a futuro. La Cámpora tiene que vencer en las PASO a Guillermo Carmona y, aunque hoy no existirían riesgos, dentro del convulsionado mundo del PJ local nada se puede establecer de antemano. Algo sí los alivia. Después de varias semanas de preocupación por lo que sucedería con los intendentes, finalmente el éxodo hacia la fuerza de De Marchi no se concretó y la figura más relevante que terminó pegando el salto fue la de Jorge Omar Giménez. ¿Se lamentó la pérdida? Sí. Pero la fuga masiva, que en algún momento estuvo cerca de concretarse, podría haber tenido un impacto fulminante. Y entonces la salida del viejo cacique peronista del Este fue considerado como un daño menor.
Omar Parisi, el candidato del kirchnerismo, llegó con un objetivo: pasar la elección como se pueda, lograr un buen número en las PASO y después tratar de consolidar ese porcentaje en la elección de septiembre. Es kirchnerista, pero no de La Cámpora y se juega el todo por el todo a pasar como neutro en la pelea entre Cornejo y De Marchi.
No habrá que esperar mucho de él en la campaña, aunque internamente lo consideran como un candidato sólido que al menos sabe lo que tiene que hacer. Solo una idea fuerza lo acompañará, sin dispersar mucho la estrategia hacia otros asuntos clave de debate electoral. Suele ocurrir, como ya ocurrió en Mendoza, que un solo mensaje puede hacer ganar una elección. Y aquí todo girará en torno a la promesa de Parisi para que la gente consiga llegar a la vivienda propia. “Queremos que la gente vea a Parisi y vea que viene su casa. Que vea su cara en los afiches y que arriba de esa cara vea un techito”. Esa descripción de uno de los estrategas de campaña peronista, sobra para entender cómo será el módico plan.