Larreta sostiene a Quirós, Jorge Macri resiste y sobrevuela la figura de Vidal
Rodríguez Larreta decidió armarle un equipo y un jefe de campaña a Fernán Quirós con la idea de instarlo en los próximo 60 días. Jorge Macri sabe que deberá convivir con el ministro de Salud, como mínimo, hasta el 25 de junio, día del cierre de listas. Suena la figura de Vidal.
Tal cómo lo adelantamos en la edición de ayer de MDZ, la construcción del escenario electoral del PRO en la Ciudad de Buenos Aires se ha transformado en la cuestión más estratégica del armado y cierre de listas de Juntos por el Cambio en todo el país y esencialmente en la provincia de Buenos Aires. La pelea por por la secesión de Horacio Rodríguez Larreta ya parece un partido de ajedrez donde los principales protagonistas mueven sus piezas con estrategias contrapuestas. Las dos ultimas estuvieron a cargo de jefe de Gobierno porteño a través de su alfil Fernán Quirós, quien ratificó su postulación y ayer presentó en sociedad a su jefe de campaña, el diputado Álvaro González, un profesional del manejo de los armados electorales.
Si bien Larreta aun no tiene definido como va a terminar la aventura de su ministro de Salud, lo cierto es que el desembarco de González, integrante del segundo anillo de influencia en el entorno del alcalde de CABA, dilata aún más la candidatura de Quirós. Luego de la renuncia de Mauricio Macri a sus aspiraciones presidenciales, sólo se registró la dimisión del presidente de la Legislatura, Emanuel Ferrario, virtual número dos en la sucesión. Pero su gesto tuvo más que ver con su cercanía al vidalismo y como una forma de meterle presión al larretismo y en especial al médico oriundo de San Fernando.
“Si Jorge lleva la boleta de su principal adversaria porque Horacio lo va a premiar bajándolo a Quirós, ¿qué recibiría a cambio?”, dice a MDZ un vocero de la sede gubernamental de Uspallata. En toda negociación política ceden las partes. Los mismos protagonistas llegaron a un acuerdo dos años para que el exintendente de Vicente López declinara su candidatura a diputado nacional para dejarlo a Diego Santilli como el único aspirante del partido amarillo en el desafío que representaba Facundo Manes.
A cambio el primo Jorge recibió lugares para su tropa en las listas de legisladores nacionales y provinciales. También el desembarco al distrito capitalino como ministro de Gobierno, cargo que ocupara Emilio Monzó cuando desembarcó en la gestión en CABA de Macri.
Lo que no queda claro es si Larreta se comprometió con el primo del fundador de PRO es garantizarle la candidatura exclusiva a jefe de Gobierno. Algo similar ocurre con Lousteau y su entorno, quienes aseguran que su socio se comprometió a respaldarlos o como mínimo neutralidad. A esta altura ya es una anécdota lo que realmente ocurrió en esas charlas privadas. Lo importante es que Quirós aparece, por el momento, como el preferido de la sede gubernamental de Uspallata. No solo Álvaro González es su jefe de campaña, sino que se incorporarán los principales referentes de la Coalición Cívica y de Confianza Pública que lidera Graciela Ocaña.
Al mismo tiempo en el equipo del ministro de Salud comentan que recibieron encuestas muy favorables. Tiene 62% imagen positiva y un 20% de negativa, un diferencial envidiable pero que aún no se ha transferido a la intención de voto. “Aún es difícil que esté instalado como candidato con tantas idas y vueltas, habrá que esperar 60 días para comprobar quién es el mejor”, reveló una fuente larretista. Eso significa que Macri deberá convivir con el médico del Hospital Italiano. Mientras tanto, el primo Jorge sigue liderando las encuestas, confiado en que finalmente se acomoden los melones para poder hacer campaña con Mauricio y Patricia.
De todas formas, la figura de María Eugenia Vidal sobrevuela la Ciudad de Buenos Aires como un plan B de unidad que evite una primaria entre candidatos del espacio amarillo. Pese a que ella no quiere saber nada con aspirar a ese cargo, en segundas y terceras líneas mira con simpatía a la exgobernadora porque consideran que va cuidar la pertenencia del partido y el vínculo con CABA. La idea que circula tiene pocas chances porque nadie lo ve a Macri como pretenden algunos larretistas.