Un clásico del folclore peronista que genera malestar en automotrices

Es un clásico del peronismo: las masivas concentraciones con participación popular y el aporte esencial del sindicalismo. Desde los orígenes del movimiento que nació a mediados de la década del 40 del siglo pasado, este folclore multitudinario es una de las formas clásicas de expresarse. Pasan los años y el hábito se mantiene.
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Este jueves tendrá una nueva edición. Dirigentes de distintos espacios políticos, sociales y sindicales – aunque principalmente peronistas - convocaron a una marcha para frente a Tribunales bajo el lema "Democracia o mafia judicial" y auguraron una convocatoria "multitudinaria" en rechazo a la "proscripción" de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
El acto se realizará desde las 16, en la Plaza Lavalle, en las puertas del palacio de Justicia porteño de Talcahuano al 500, donde se reúne la Corte Suprema de Justicia, que tiene su sede en el cuarto piso del Palacio.
Como en los viejos tiempos, los principales gremios estarán presentes para sumar concurrencia. Para eso, de forma muy organizada, llevarán la mayor cantidad de afiliados que puedan.
Uno de los sindicatos más poderosos y muy próximo a la vicepresidente será el de los mecánicos comandado por Ricardo Pignanelli y su segundo, Mario “Paco” Manrique.
En las últimas horas, los delegados del SMATA de las automotrices que están ubicadas en el conurbano bonaerense comenzaron a organizar el operativo para trasladar a los operarios a la marcha. Por ejemplo, saldrán en micros comitivas desde las fábricas de Ford, Volkswagen, Toyota y Mercedes Benz.
La participación es, en principio, optativa aunque algunos trabajadores de esas empresas reconocieron a MDZ que hay cierta presión para concurrir.
“Los delegados tienen buena memoria visual, Saben quiénes son los que acompañan y quien es no”, dijo un operario de una de las terminales mencionadas.
Pero el problema no es sólo el tema de la concurrencia sino el perjuicio económico que les genera
En varias de esas plantas, se parará la producción a partir de las 11:00 horas del mediodía para poder trasladar a los trabajadores hasta la Capital Federal. Esto implicará que el turno mañana –termina entre las 13:00 y 14:00 – no cumpla el horario completo.
Las horas no trabajadas no serán pagadas y esto genera descontento.
“Hay mucha bronca porque nos descuentan las horas por un acto al que no queremos participar, Pero no podemos hacer nada. Hay que aguantar”, dijo a MDZ otro operario.
Según explicaron trabajadores de estas empresas, en el SMATA hay mucha preocupación por la posibilidad de un cambio de gobierno a fin de año y dejen de tener la llegada directa que tienen hoy con la gestión de Alberto Fernández y Cristina de Kirchner,
“Están jugándose todo a que siga el Frente de Todos. En las reuniones, los delegados nos dicen que si gana la oposición van cerrar la mayoría de las fábricas de autos”, explicó un operario.
La excelente relación entre la cúpula del SMATA y el Gobierno quedó reflejada esta semana con la decisión del ministro Sergio Massa de exceptuar a trabajadores de algunos gremios del pago del Impuesto a las Ganancias de las horas extras, bonos y otros adicionales.
Si bien abarcó a varias ramas sindicales, el caso más emblemático es el de Toyota. La automotriz venía teniendo problemas para convocar personal para trabajar los fines de semana o feriados porque rechazaban hacer horas extras ante la quita impositiva.
La medida anunciada por Massa fue para solucionar este problema y fue consensuada con los principales dirigentes gremiales, entre ellos los de SMATA.
También en las empresas no cae bien esta práctica, aunque apuestan a priorizar la paz laboral y, como vienen haciendo desde hace tiempo, van aceptando los pedidos del poderoso gremio mecánico.