El voto uniformado se debate entre Patricia Bullrich y Javier Milei

A nivel nacional se considera que la llamada "familia militar" reúne un padrón de alrededor de un millón y medio de votos afincados en su mayoría en la provincia de Buenos Aires y en CABA. Ese núcleo de votantes está conformado por oficiales y suboficiales de las Fuerzas Armadas y de Seguridad, activos y retirados, sumando - además - a sus familiares. Esos votos salen a buscar los candidatos presidenciales del PRO y Javier Milei, ya que son realmente decisivos para sus aspiraciones electorales de frente a las PASO del mes de agosto.

Cuando no sobran los votos los equipos de campaña agudizan el ingenio para salir a seducir a determinados colectivos, como el de las Fuerzas Armadas y de Seguridad, que suelen votar parecido. Desde hace años hay cadenas de mails y de WhatsApp que marcan un poco hacia dónde votar a cargo del activismo de algunas ONG. “Igual pensamos todos muy parecido, así que en cada elección solemos ir para el mismo lado, contra el kirchnerismo”, comenta un referente del sector. 

La amplia mayoría de la familia de los uniformados, obviamente, está decidida a votar contra el actual oficialismo, pero a la hora de elegir un candidato dentro de Juntos por el Cambio arranca con mayor ventaja Patricia Bullrich debido a su paso por el Ministerio de Seguridad en la gestión de Mauricio Macri. “Su decisión de sostener a la conducción de la Gendarmería durante la tensión del caso Maldonado generó mucha adhesión hacia ella en las fuerzas y entre los retirados”, explica a MDZ una vocera de la Policía Federal. 

“No es común en estos tiempos que un funcionario civil respalde a los jefes de una fuerza hasta las últimas consecuencias, el último que se jugaba así sin importarle el costo político fue Carlos Corach como ministro del Interior de Carlos Menem”, recuerda un vocero retirado de las fuerzas de seguridad que interactúa con sus camaradas. La presidenta del PRO tiene sus contactos personales y, además, se está armado un equipo que lidera Federico Pinedo como eventual canciller en caso de un triunfo electoral. La idea es que la Defensa y la Seguridad dependan de un nuevo reordenamiento de la política exterior recuperando activamente el rol de aliado extra OTAN. 

Se han sumado además otras figuras con mucha representatividad en las Fuerzas Armadas como Ricardo López Murphy luego de su paso por la cartera de Defensa en la administración de Fernando De la Rúa. También vienen colaborando varios generales y almirantes en retiro con predicamento en el sector castrense, como el general Julio Hang, quien llegó de la mano de Miguel Pichetto. 

Mientras tanto, desde el entorno de Horacio Rodríguez Larreta buscan intentar achicar la diferencia que le lleva su rival interna en el sector militar y de fuerzas de seguridad. Uno de los que venía elaborando una serie de equipos técnicos era Eugenio Burzaco con la incorporación y consulta a oficiales superiores retirados. Pero lo llamaron de urgencia porque debió hacerse cargo del Ministerio de Seguridad porteño.

También el mandatario de CABA y candidato presidencial habilitó un nexo con sectores de retirados de las FFAA a través del diputado Alvaro González, un político rosarino que hace años opera en CABA con características de gran negociador. Seguramente por estas horas tendrá que salir a calmar los ánimos, ya que en grupos de WhatsApp de retirados de las fuerzas circula la insólita realización justo el 2 de abril, día de conmemoración de los caídos en la guerra de las Malvinas, de un “Festival para la visibilidad trans” en el Centro Cultural Recoleta.

El otro dato que llama la atención es la penetración de Javier Milei entre los oficiales y suboficiales más jóvenes por su discurso duro contra la clase política. Este grupo etario tampoco está conforme con Juntos por el Cambio, especialmente entre los integrantes de la Policía Bonaerense. Critican a la actual gestión de Axel Kicillof, como a la de María Eugenia Vidal. La falta de salarios e instrumental digno ha sido una constante en más de una década.

Además, entre los libertarios surge la figura de la abogada Victoria Villarroel, presidenta del Centro de Estudios Legales sobre el Terrorismo y sus Víctimas -Celtyv-, una ONG cuya finalidad es obtener el reconocimiento de los derechos de las víctimas del terrorismo y reconstruir sus historias, así como las de sus familias, asesorarlas legalmente y, lo más importante para ella, rescatarlas del olvido y de la exclusión.