Dudas y certezas

Massa se junta con todo su equipo para decidir cómo sigue su futuro inmediato

Sergio Massa sabe que en un gobierno en el que todo es un problema, él aparece como lo más racional. Sin embargo, los gobernadores lo critican por el recorte de los fondos y sus aliados no hacen más que agregar incertidumbre, que él tampoco puede frenar. ¿Qué hará frente la próxima amenaza?

Alejandro Cancelare
Alejandro Cancelare domingo, 19 de marzo de 2023 · 17:00 hs
Massa se junta con todo su equipo para decidir cómo sigue su futuro inmediato
Foto: Alf Ponce/MDZ

Durante todo el día, Sergio Massa está recopilando información, intercambiando opiniones y escuchando algunos consejos aunque, la palabra final, la seguirá teniendo él. Este domingo, a pocas horas de haber vuelto de Panamá, donde le fue mucho mejor de lo que le está yendo en la cotidianeidad argenta, el ministro de Economía estudiará las medidas económicas que anunciará esta semana y verá cómo seguirán sus pasos políticos.

“Dicen que lanza la candidatura a fin de mes”, le preguntó MDZ a uno de los que siempre andan fogoneando su precandidatura presidencial. “No, hasta mayo no hay novedades”, le certificó otro miembro estable de su equipo político y personal.

Hasta ahora, Sergio Massa venía admitiendo que mientras la política económica sea un interrogante, él no podía pensar en otra cosa. Pero, a la par, jamás dejó de programar una hipotética candidatura presidencial. Eso nunca se le irá de la cabeza, como jamás lo dejó de pensar en sus momentos más oscuros.

En su entorno, y también fuera de él, lo consideran uno de los pocos, sino el único, que entiende la gravedad de la situación y el que tiene el poder político para resolverlo. Sin embargo, tiene límites y nacen desde el mismo lugar que le da la libertad que hoy tiene para hacer y deshacer con el FMI. La vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, es su auditora de última instancia.

Las versiones sobre su precandidatura surgen desde quienes participan en la cotidianeidad del Gobierno nacional y provincial, y también de algunos que saben de sus íntimos deseos, hoy impedidos de salir a decirlo abiertamente. A lo sumo, resaltan algunos hechos, como en el pasado lo hicieron con el alivio en el impuesto a las ganancias y ahora asumen que él es el significado directo de estabilidad. Sólo en el Frente de Todos, pero por algo se empieza.

“Cómo vas a ser candidato sin respaldar al gobierno del cual sos parte. Y hasta ahora nadie se quiere hacer cargo de la gestión de Alberto Fernández. El presidente es el único vocero del gobierno”, reveló un intendente que habló con ambos en el transcurso de las últimas semanas.

Massa cuenta con el respaldo, a resultados, de la vicepresidenta y una admiración privadísima de Máximo Kirchner. El hijo de los dos presidentes sabe que su madre no desea ser candidata y por eso asume que lo mejor sería que Sergio Massa sea el candidato. Pero, por las dudas, empuja al gobernador Axel Kicillof a que salga de su zona de confort y acepte la precandidatura presidencial porque es el único que retiene los votos de su madre.

Esto lo hace, como publicó MDZ hace más de un mes, con un doble propósito. Para evitar que lo sigan presionando para que interceda con CFK sobre su futuro político pero, fundamentalmente, para liberar el casillero de gobernador para alguien de mucha más confianza. “Suba a militantes al gobierno”, le reclamó hace una semana en medio del acto de Avellaneda.

“¡Le propone soluciones a todo el mundo pero él no las tiene para sí mismo. Sabe que no puede ser candidato a nada”, explota quien pide que Kicillof no debe moverse del escenario bonaerense.

En cuanto a Massa, su mayor fortaleza, aún no reconocida en las encuestas, es el calvario que está padeciendo desde que decidió volver a ser parte del kirchnerismo ampliado y alinearse con aquellos mismos a los que acusaba de ser parte del problema de los argentinos, desde la corrupción hasta la inseguridad.

“Desde hace cuatro años está tratando de aportar todo lo que tiene, inclusive sabiendo que perdió mucho cuando se asoció con el Frente de Todos. Pero desde ahí siguió siendo el mismo, aportó su mirada, fue abierto y nunca cayó en el divorcio de Cristina con Alberto. Y, cuando todo se iba al demonio, agarró el Ministerio. Sí, es cierto, creía que los planetas se iban a acomodar, pero bueno, onda le está poniendo y en el exterior saben que es el único en condiciones de domar todo esto si tuviera más tiempo”, asignó uno de sus habituales consultores.

Su precandidatura, a pesar de las presiones de muchos ministros e intendentes, sigue en stand by. Siempre dice que “no soporto que otros paguen con mi plata”. Aún resta saber si CFK será candidata a algo y, si eso sucede, ¿cuál sería el sentido de su precandidatura presidencial? ¿Cuánto de Massa tendrá todo eso si la vicepresidenta sigue con la centralidad? Preguntas que solo pocos, como él, saben la respuesta.

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