Llegó el ajuste prometido: cómo se aplicará y quién lo aguantará
La audacia de la poda en el gasto y la suba de impuestos que se anunció el martes pasará este miércoles por un primer test del mercado. Dólar a $ 800 y recortes en jubilaciones y subsidios.
Un ajuste durísimo, pocas veces visto, en el sector público: la devaluación del dólar a $800 (54%); el regreso de impuestos como Ganancias que Sergio Massa hizo bajar durante la campaña; liberación de tarifas y precios de combustible; eliminación de subsidios y hasta un intento de eliminar la fórmula de movilidad previsional, para reemplazarla por aumentos selectivos a jubilados por decreto, siempre y cuando haya fondos; y la sorpresa de un aumento de impuestos, prometido solo para el período de emergencia. Así se presentó el primer paquete de medidas del gobierno de Javier Milei.
Así arrancó el paquete de medidas de emergencia que anunció el pasado martes Luis "Toto" Caputo y es solo el comienzo, porque aun no se conocen ni la letra chica del funcionamiento que deberá tener desde ahora el mercado de cambio y mucho menos como procederá el Banco Central con su política de tasas y, mucho más estratégico, de qué forma avanzará con los bancos el desarme de los pasivos remunerados, conocidos como la bomba de las Leliq.
En la noche del martes también esperaban explicaciones los importadores, que si bien recibieron la noticia sobre la eliminación del enmarañado régimen de las Sirase, todavía no saben cómo operarán desde este miércoles las importaciones, de qué forma liquidarán pagos y quién aportará los dólares para cancelarlos.
Los anuncios de emergencia de Caputo, que claramente no son un plan sino medidas en medio de la crisis, tienen el mérito de no apartarse filosóficamente de las promesas de campaña de Javier Milei. Por primera vez en la historia del país, un candidato a presidente ganó la elección prometiendo ajuste y a menos de 48 horas de asumir el mando cumple anunciando un ajuste que hasta el propio Ricardo López Murphy confiesa que le da miedo.
Caputo insiste con un camino conocido para lograr objetivos económicos, que es simplemente volver a apelar al miedo a un mal mucho mayor si se intenta evitar la amarga medicina del ajuste: cualquier cosa antes que otra hiperinflación. El ministro de Economía repitió sin problemas que si no se hacen cambios la "híper" está a la vuelta de la esquina y hasta repitió la posibilidad de una aceleración de precios a 15.000%, tal como lo dijo Milei en su discurso de asunción del mando.
Esa sinceridad incluyó dos etapas: el anuncio inicial de 10 medidas, algunas conocidas y otras no tanto, que tuvo como eje central una devaluación del dólar oficial a $800, el recorte del gasto en la administración pública, la baja de subsidios y en contrapartida una suba de la AUH y 50 % en la Tarjeta Alimentar para calmar el impacto que tendrá en precios la devaluación y la desregulación de precios en combustibles y energía.
En ese momento, también se anunció uno de los tramos más duros de las medidas: la suspensión de obra pública, inclusive la que ya está licitada pero aun sin principio de ejecución. Esa medida tiene un impacto directo en la actividad de todos los sectores y mucho más en las provincias. A los gobernadores se les anunció, además, que se cortarán las transferencias discrecionales. Parece uno de los puntos más difíciles de procesar por el mundo político: "¿Con Vialidad que hacemos, la cerramos?", se preguntaban en el CFI. Mucho para procesar en los próximos días y varios puntos difíciles de entender.
Mas tarde llegó el resto que fue explicado a un grupo de economistas que Caputo citó al ministerio de Economía y que tuvo también explicaciones vía X (antes Twitter). Allí se reveló por primera vez la intención de reemplazar la fórmula de movilidad previsional por un sistema de suba por decreto, regulando así el déficit previsional con la lapicera presidencial; el recorte en sistema de pensiones y asistencia (a pesar de haber anunciado que se mantiene el Plan Potenciar Trabajo, aunque sin aumentos desde ahora por lo que se presume que la inflación irá bajar la presión de esos planes sobre el gasto) y la reversión de la baja en el impuesto a las Ganancias sobre los salarios que se sancionó por pedido de Sergio Massa durante la campaña presidencial y que el propio Javier Milei votó a favor.
El regreso a la aplicación de Ganancias sobre la Cuarta Categoría es, en realidad, una medida con doble intención: esta contemplada dentro de la suba de ingresos que calcula el gobierno para paliar el déficit y al mismo tiempo es una señal a los gobernadores que perdieron recaudación por la coparticipación de ese impuesto cuando fue derogado. En privado, gobernadores peronistas, radicales y macristas le venían mandando señales a Javier Milei para que se avanzará en eliminar ese cambio que se hizo en Ganancias.
Además de la quita en los subsidios de energía y transporte que se aplicarán desde febrero, se anunció que habrá llamado a una nueva moratoria impositiva y previsional y un blanqueo.
En la suba de impuestos no solo está la marcha atrás en la eliminación de Ganancias, sino también la aplicación de 15% de retenciones a todas las exportaciones, más allá de la soja que paga 30%.
Javier Milei y Luis Caputo avanzaron con toda dureza en los recortes y dejaron para este miércoles la parte mas importante del problema: la definición en el Banco Central de todas las medidas relativas al tratamiento del dólar, el pago de vencimientos, con yuanes por ahora si resultan las negociaciones con el antes enemigo y ahora más cercano Xi Jinping, y la política que se tomará con las tasas de interés y sobre todo los pasivos remunerados.
Sobre todo eso reinaban en la noche del martes decenas de interrogantes. De hecho, ni siquiera estaba claro en que nivel quedará, tras la devaluación a $800, el dólar tarjeta con el que cada argentino paga gastos y pasajes en el exterior. Se supone, según versiones, que no superará los $1.320, tras la disminución de algunas de las percepciones que se cargan en esas operaciones. Será clave la reunión que mantendrá Santiago Bausilli, nuevo presidente del BCRA, con los bancos para explicarles cómo funcionará el sistema cuando abran sus ventanillas.
Javier Milei pidió un ajuste mas duro porque sabe que no todo ese paquete terminará viendo la luz. Tendrá un éxito seguro en las medidas que puede aplicar por decreto o resoluciones de la AFIP o Comunicaciones del Banco Central. El otro tramo que debe pasar por el Congreso es aún un misterio y depende de la negociación entre bancas con un sector de Juntos por el Cambio, el schiaretismo y sobre todo la fuerza que aportes los intercambios con gobernadores. En ese listado esta buena parte del paquete: la reversión de Ganancias para la cuarta categoría, el nuevo esquema de anticipo de Bienes Personales, el régimen de retenciones: 15% generalizado y 30% para soja, la suspensión de movilidad jubilatoria, la moratoria impositiva y el blanqueo de capitales. Toda esta lista necesita leyes y un acuerdo en los recintos.
En resumen: el paquete de medidas tiene un punto esencial, que fue saludado por el FMI, la reducción de déficit de 5,2 puntos del PBI, para llegar al equilibrio fiscal. A ese número se llega después de subir 0,5 puntos los planes sociales y básicamente comprende una suba de ingresos equivalente a 2,2 puntos del producto y un recorte de gastos de 2,9%.
Allí es donde entra la suba de impuestos que causó sorpresa con el 15% de retención a todas las exportaciones; llevar durante 12 meses el impuesto país a 17,5%; la reversión de la baja en Ganancias y el adelanto de Bienes Personales más la nueva moratoria y el blanqueo.
En el hachazo caerían, si se aprueban, una racionalización en jubilaciones y pensiones que aportan un ahorro de 0,4 puntos del PBI; baja de 0,5 puntos en las transferencias a provincias; poda en los subsidios económicos por 0,7 puntos; recorte en gastos de capital por 0,7 puntos; eliminación de la intermediación en los planes sociales con una baja de 0,4 puntos; y el recorte en gastos de funcionamiento por otro 0,5%.
El desafío comenzará a conocerse este miércoles y en varios frentes. La apertura del mercado y el nivel en que quede la brecha entre dólares será crucial para saber la sentencia inicial de la economía sobre el paquete de Luis Caputo; pero también el veredicto de los bancos y las primeras protestas de la CGT y el Congreso, que el martes antes de que culminara el día aun miraba con asombro la osadía económico-financiera que les anunciaba el ministro.