Las claves de Javier Milei: ajuste, herencia y mano dura con los piqueteros
En su primer mensaje presidencial, no ahorró advertencias sobre los peligros que vienen en la economía. Duro diagnóstico sobre la herencia recibida y una advertencia directa a los movimientos sociales
Javier Milei finalmente no solo se rodeó de la escenografía del Congreso para dar su primer mensaje presidencial, sino también de todos los invitados extranjeros que asistieron al acto de asunción. En ese discurso no hubo anestesia ni medias tintas: el presidente utilizó los mismos adjetivos y la misma gravedad de diagnóstico que utilizó durante toda la campaña para describir la peligrosa situación de la economía argentina.
El presidente arrancó ratificando su voluntad de “cambio sin retorno” e hizo un resumen sin contemplación alguna sobre la herencia recibida. Nunca un presidente había sido tan crudo en cuanto a la situación del país durante un mensaje presidencial. El discurso fue tan técnico como muchos de los que utilizó en la campaña. Y se diferenció así claramente del inicio del Gobierno de Mauricio Macri, al que se le criticó no haber denunciado sin subterfugios la situación que había heredado de Cristina Fernández de Kirchner en el 2015. Milei no pareció arriesgarse a que la historia también le facturara ese error.
Hubo un inicio de esperanza en el mensaje de Milei donde prometió enterrar “décadas de fracasos”. “Hoy comienza una nueva era en Argentina!”, dijo y todo lo enmarcó en paz y prosperidad, libertad y progreso.
Tras recordar el inicio de la Argentina como Nación a la luz de la Constitución liberal y la expansión de su economía (“Fuimos el faro de Occidente”), comenzó el análisis del inicio de la decadencia del país y, más en el presente, la herencia que recibe del Gobierno de Alberto Fernández, Cristina Fernández de Kirchner y Sergio Massa.
“Lamentablemente nuestra dirigencia decidió abandonar el modelo que nos hizo ricos”, comenzó, y agregó: “Durante más de 100 años los políticos han decidido defender un modelo que genera pobreza y miseria”.
Después vino la descripción más dramática de la que se tenga memoria en un mensaje presidencial: explicó que existe un déficit gemelo de 17 puntos del PBI, de los cuales 15 puntos corresponden al déficit consolidado del Tesoro y el BCRA.
Anunció un ajuste del sector público de 5 puntos del PBI y prometió que caerá exclusivamente sobre el Estado y no en el sector privado. “Aún cuando hoy dejemos de emitir, la inflación se sentirá dentro de 18 o 24 meses. Haber emitido por 20 puntos del PBI por el Gobierno saliente no es gratis”, sostuvo.
“Vamos a luchar con uñas y dientes para erradicarla”, dijo después de alertar que la espiralización de la inflación podría llevarla a 15.000% si no se toman medidas. “Este número que parece un disparate implica una inflación de 50% mensual”, dijo. Milei insistió en lo que muchos economistas vienen alertando, con una inflación entre diciembre y febrero que puede trepar hasta 40% mensual.
En su mensaje sumó otro paquete de deudas que no se toman en cuenta habitualmente: “La deuda del Banco Central e YPF suman U$S 25.000 millones, la del Tesoro U$S 35.000 millones. La bomba en términos de deuda suma U$S 100.000 millones.
Hubo una advertencia directa a los piqueteros en términos de cortar pagos a quienes corten la calle y compliquen la vida de los argentinos y otro mensaje directo al kirchnerismo al citar en el final de su mensaje a Julio Argentino Roca: “Será duro. Pero como dijo Julio Argentino Roca: ‘Nada grande, nada estable y duradero se conquista en el mundo, cuando se trata de la libertad de los hombres y del engrandecimiento de los pueblos, si no es a costa de supremos esfuerzos y dolorosos sacrificios’”.