El simbólico regalo que Javier Milei le entregó a Volodímir Zelenski

Pocos saludos llamaron tanto la atención como el de Javier Milei y el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, cuya presencia en la ceremonia de asunción del nuevo jefe de Estado marca un hito histórico y sienta un importante precedente de lo que será la política exterior de la gestión de La Libertad Avanza, que se espera tenga un mayor equilibrio y una diversificación en sus alianzas internacionales.

La llegada de Zelenski a la Argentina se produce en un particular contexto geopolítico global y simboliza un gesto de solidaridad y apoyo en un momento en que Ucrania atraviesa una compleja situación debido al conflicto con Rusia; conflicto en el que el gobierno del expresidente Alberto Fernández no ocultó su respaldo a la acción de Vladimir Putin.

La visita también es una oportunidad para que Zelenski tenga contacto con la comunidad ucraniana en la Argentina, una de las más grandes de América Latina, reafirmando los lazos culturales e históricos entre ambos países.

El encuentro entre Milei y Zelenski, en el marco del protocolar saludo en Casa Rosada a las delegaciones extranjeras, fue uno de los más significativos. Vestido con ropa de fajina, el ucraniano caminó hacia el estrado donde lo esperaban Milei, Victoria Villaruel y la canciller Diana Mondino. Allí, a diferencia de lo que ocurrió con otros visitantes a los que Milei les estrechó la mano, el líder ucraniano y el Presidente se fundieron en un largo abrazo.

Luego, el propio Milei pidió a uno de sus colaboradores que le acercara el presente que tenía preparado y le entregó la januquiá o menorá de Janucá, el tradicional candelabro de 9 velas que se enciende en esta fecha judía que conmemora la derrota de los helenos y la recuperación de la independencia judía a manos de los macabeos sobre los griegos de la dinastía de Seleuco. La menorá que recibió Zelenski había sido bendecida la noche anterior por el rabino David Pinto Shlita.

La entrega del objeto a Zelenski tiene alto simbolismo, porque representa el triunfo de los débiles sobre los poderosos, casi una metáfora de la resistencia que el pueblo ucraniano mantiene desde hace dos años frente al avance de las fuerzas rusas.

Siempre hablando de simbolismos, al saludo entre Milei y Zelenski siguió el del embajador de Israel, Eyal Sela, que llevaba colgada la cadena con la que ese país exige la liberación de los secuestrados por Hamás tras el fatídico ataque del 7 de octubre pasado.