La rosca parlamentaria

Se juega en el Congreso el verdadero test de gobernabilidad para Javier Milei

La presidencia provisional del Senado y la de la Cámara de Diputados requieren de una muñeca política muy hábil para un gobierno en minoría inédita como el de Javier Milei. El rol de Guillermo Francos

Beto Valdez
Beto Valdez sábado, 25 de noviembre de 2023 · 07:00 hs
Se juega en el Congreso el verdadero test de gobernabilidad para Javier Milei
Javier Milei junto a Cristian Ritondo, uno de los diputados claves para lograr las reformas Foto: Télam
Se juega en el Congreso el verdadero test de gobernabilidad para Javier Milei
Guillermo Francos tiene una misión complicada Foto: Télam
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“Un gobierno reformista como el de Javier Milei necesita mucha fluidez en las dos cámaras del Congreso y ese será el gran desafío para quienes sean sus principales operadores políticos”, cuenta un hombre de larga trayectoria en el peronismo y con protagonismo en los tiempos de Carlos Menem. La mirada de este dirigente resulta muy interesante para estos tiempos donde se empieza a hacer una comparación entre el riojano y el presidente electo, un gran admirador de los años noventa.

“Nosotros tardamos casi dos años en poder aprobar la reforma previsional pese a tener mayoría cómoda. Pero teníamos muchas resistencias entre nuestros propios legisladores. Por eso Javier debe poner gran parte de su energía en lograr acuerdos parlamentarios duraderos desde el 10 de diciembre, sino los nuestros, que son pícaros, lo van a querer llevar a una extenuante negociación ley por ley”, agrega la fuente del PJ. La referencia a instalar un proceso de negociación diferente cada vez que se presenta un proyecto es el fantasma que le quita el sueño al futuro ministro del Interior, Guillermo Francos.

El objetivo del histórico operador político de Domingo Cavallo es refundar un pacto de gobernabilidad con el peronismo no kirchnerista y luego avanzar con Juntos por el Cambio. Los interlocutores elegidos serán, como suelen hacerlo los jefes de la cartera política, los gobernadores del PJ y JxC. “Guillermo ya arrancó con los peronistas y paulatinamente se irá sentando con todos para lograr un acuerdo marco que le permita destrabar las restricciones de un Gobierno que asume en una minoría parlamentaria sin antecedentes”, precisa una fuente de La Libertad Avanza.

Los trascendidos indican que la apuesta inicial de los libertarios para la Cámara de Diputados es empoderar a Florencio Randazzo como sucesor de Cecilia Moreau mediante la rosca con los gobernadores peronistas. El poroteo no viene sencillo porque en la mayoría de la bancada de Unión por la Patria no miran con mucha simpatía al exministro del Interior de Cristina Fernández de Kirchner y mucho menos luego de la foto que subió a las redes ayer junto al polémico diputado Ricardo Bussi.

“Guillermo tendría que activar ya el Plan B de Cristian Ritondo porque lo del Flaco puede no caminar”, expresa un legislador peronista que lo conoce desde sus tiempos como directivo en la Corporación América de Eduardo Eurnekian. Por ahora el ministro de Milei se niega a cerrar un acuerdo con el presidente del bloque del PRO y hasta puede hacer algún intento con Miguel Pichetto, uno de los históricos dirigentes que más ansiedad viene mostrando por ocupar cargos estratégicos.

“Francos tiene más simpatías por el peronismo y no disimula cierta incomodidad con el PRO”, expresa un dirigente alineado con Mauricio Macri, quien tampoco oculta su escaso feeling con el futuro jefe de la cartera política. En el universo amarillo aún festejan la designación de Patricia Bullrich como ministra de Seguridad porque consideran que fue una derrota del operador político del León. “Fue a reunirse con Aníbal Fernández y le aceptó la nueva cúpula de la Policía Federal pensando que el área de Seguridad quedaba bajo su autoridad, en 48 horas se cayó la movida”, cuenta con ironía un dirigente del PRO.

Esa frustrada operación, según dejaron trascender voceros de LLA, se originó en la decisión de quitarle el protagonismo a Victoria Villarruel en ese ministerio y en el de Defensa. Simultáneamente el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y el futuro ministro de Interior actuaron rápido para abortar cualquier intento de desembarco amarillo en esas áreas. Esto explica que algunas fuentes comiencen a insinuar que las negociaciones en el Senado queden bajo exclusiva responsabilidad de la vicepresidenta electa y pueda recibir apoyo político de Bullrich. Una relación para seguir con atención.

Villarruel tiene un enorme desafío para implementar de aquí al 5 de diciembre: abortar las aparentes intenciones de Cristina Fernández de Kirchner por imponer un presidente provisional del Senado de origen peronista, violando la tradición parlamentaria. Va a resultar interesante verla en acción a la compañera de fórmula de Milei luego de la crisis por las áreas de su especialidad. En ese cuerpo parlamentario se va a jugar un test decisivo para el futuro de la gestión libertaria.

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