Los movimientos de Axel Kicillof para conducir al peronismo durante el gobierno de Javier Milei
El goberandor bonaerense será el dirigente opositor con mayor responsabilidad de gestión, pero también deberá representar a los 11.516.142 que no votaron a Javier Milei
“Que mueva primero Milei y después vemos”. El peronismo, ya con un perfil más bajo después de la dura derrota electoral que sufrió el domingo, se empieza a reacomodar, pero primero espera definiciones del nuevo gobierno. Axel Kicillof tendrá un lugar clave en este rearmado político, pero será desde un lugar un tanto incómodo porque deberá administrar una provincia que recibe el 54% de sus ingresos de la Nación.
Es por esto que Kicillof en los próximos meses mantendrá un bajo perfil y esperará los primeros movimientos de Javier Milei. “Vamos a tener una relación sumamente profesional e institucional, lo más seria posible”, comentó una de las personas que trabaja con el gobernador bonaerense.
El viernes se reunió con Guillermo Francos en las oficinas del Banco Provincia en la Ciudad de Buenos Aires. No hubo foto ni anuncio. La noticia se filtró por unos pocos voceros y nada más. Fue un encuentro "para iniciar el vínculo institucional y en la que el gobernador le planteó la situación de la provincia y lo que se necesita", contaron cerca de Kicillof a este medio.
En paralelo, el gobernador ya empieza a mandar señales de lo que puede ser una gestión caótica en lo financiero. Mandó a la Legislatura bonaerense un proyecto para tomar deuda por 150 millones de dólares. Con esto, busca garantizar “el pago de obras públicas y programas sociales”. Algo que podría estar en riesgo según entienden en su entorno.
La reunión de Axel Kicillof con Sergio Massa
El martes Kicillof se reunió con Sergio Massa para definir la fecha de unos pagos que Nación debe girar a la provincia y para analizar los resultados de las elecciones. “Hubo una clara mayoría y eso marcó el resultado. No se puede repartir culpas”, comentó una fuente del encuentro a MDZ. Si bien la cantidad de votos que recibió el tigrense fue menor a la esperada, la provincia de Buenos Aires fue uno de los tres distritos donde ganó Unión por la Patria.
“Si Massa perdía por dos o tres puntos, como decían las encuestas, sí hubieses tenido a un sector buscando responsables o viendo qué faltó. Pero perdimos por 12, en todos lados”, señaló un dirigente histórico del PJ, que coincide que “se hizo una campaña muy profesional, que dejó al movimiento nacional y popular herido, pero no destruido”. “Imaginate un peronismo que perdía por 20 puntos un balotaje, no te recuperás más”, remarcó.
Los movimientos de Axel Kicillof después del balotaje
Con un Sergio Massa que apuesta a correrse del centro de la escena, Kicillof tomará el protagonismo del peronismo, pero lo hará a su estilo. Esto es con su equipo, su forma y sin responder a ninguna otra autoridad, más que la de Cristina Kirchner. Más aún después de haber ganado la elección con el 45% de los votos, a pesar del escándalo que generó el yate de Martín Insaurralde, el exaliado de Máximo Kirchner que desembarcó en el gabinete bonaerense después de la derrota en 2021.
“No es algo que nosotros busquemos, seguramente tendremos un rol de conducción, pero por decantación”, señaló a MDZ uno de los colaboradores del exministro de Economía. “Axel es peronista y gobierna la provincia más importante del país, eventualmente va a ocurrir que tenga ese rol”, agregaron desde este espacio. Igualmente plantearon que “no hay que hablar de roles ni lugares”. “Hay que delinear el trabajo, así conseguimos el resultado del 45% de los votos”, explicó.
El lunes después de la derrota peronista la senadora bonaerense, exfuncionaria de Kicillof, señaló que el gobernador tendrá “un vínculo institucional”. “Como gobernador de la provincia más grande del país, Kicillof debe asegurar la continuidad de una serie de programas sobre obras públicas y seguridad”.
“No se trata de una cuestión de dirigentes políticos. El tema es que hay 17 millones de bonaerenses que mañana van a necesitar lo mismo que necesitaron el viernes”, señaló la dirigente en una entrevista radial.
En los distintos campamentos del peronismo hay consenso de que no es momento de salir al cruce contra La Libertad Avanza, un poco por humildad electoral y otro poco por estrategia política. “Ellos tienen un lío bárbaro en estos días. En dos días quieren armar un gobierno de coalición de tres fuerzas: libertarios, duros del PRO y schiarettistas. Que se peguen entre ellos, después vemos qué hacemos”, señaló un alto dirigente peronista que prefiere bajar el perfil.
Además, entienden que esas diferencias que se expresan entre las cúpulas tendrán su correlato en las distintas cámaras legislativas, ministerios, etc. También entienden que “hay 14 de millones de personas que votar a Milei y tienen esperanzas de que esto mejore”. Frente a esto, hay muchos que quieren esperar a que empiece el Gobierno, tome decisiones ejecutivas y ahí sí diferenciarse.