A 17 días de la asunción

Javier Milei, lejos de Mauricio Macri y con más tensión en el Gabinete

Se aceleran las definiciones en el Gobierno del libertario. El PRO aparece más limitado a la hora de acceder a cargos en el Gabinete. Mauricio Macri partió a Dubai y dejó una advertencia.

Rubén Rabanal
Rubén Rabanal jueves, 23 de noviembre de 2023 · 01:23 hs
Javier Milei, lejos de Mauricio Macri y con más tensión en el Gabinete
Javier Milei, Mauricio Macri y Patricia Bullrich Foto: Noticias Argentinas

El mundo de Javier Milei comenzó a moverse más rápido que lo esperado. El libertario da sorpresas, pero al mismo tiempo mantiene las bases de debilidad que no dejan de sembrar dudas sobre el armado de su Gobierno. El país avanza hacia algo nuevo que aún no sabe de qué se trata. Solo el registro socio-económico de las desastrosas condiciones en que el Gobierno de Alberto Fernández-Cristina Fernández de Kirchner y Sergio Massa deja el país oficia de base para que semejante incertidumbre no precipite un caos.

Ese es solo el marco de toda esta complicada transición: en el interior del nuevo oficialismo hay otras crisis que se desatan cada minuto. La lejanía de Mauricio Macri de la Argentina es proporcional al nivel del freno que puso Javier Milei a la supuestamente amorosa relación con el expresidente y Patricia Bullrich. Las fotos y videos de la noche del triunfo de Milei dieron paso a una realidad concreta: el nuevo Gobierno no se está armando al ritmo de los pedidos de Mauricio Macri, sino todo lo contrario.

Novedades hay muchas y algunas siguen a la espera de confirmación. Macri lo mandó a Fernando De Andreis al Libertador Hotel, donde Milei va a estar viviendo y trabajando hasta que se mude a la Residencia de Olivos, para comunicar novedades y tantear la temperatura ambiente. Para ese momento el expresidente ya estaba en Dubai, más interesado ahí en financiar a Boca Juniors que acercar ayudas al Gobierno de Milei, en contra de todo lo que se dijo en las últimas horas. 

 

Antes de irse, Macri lanzó un análisis sobre los tiempos de Milei que pareció más una amenaza que una descripción. Le dijo a quien quisiera oírlo: "Tiene seis meses para hacer el ajuste". No es que Macri haya aportado nada nuevo a lo que proclama Milei varias veces por día, pero atendiendo la relación de estos días entre ambos la frase sonó más a una maldición que a una ayuda. 

El expresidente se fue a Dubai sabiendo que Milei se había decidido a acordar con Techint la ubicación de un hombre propio en YPF. La confirmación del hombre de Tecpetrol, Horacio Marín, en la petrolera no partió del propio Milei sino de su entorno y fue en línea con la nominación de Guillermo Ferraro como nuevo ministro de Infraestructura, cartera que se queda con Transporte, Obras Públicas, Energía, Minería y Comunicaciones. Marín, en esos términos, va a reportar a Ferraro, que viene de Cambiemos, pero que fue formado en el peronismo por Antonio Cafiero. Ferraro explicó su nueva posición en una entrevista radial; fue extraño que Milei siempre dijo que habría más nominados en su Gobierno que los que él mismo anunciara. 

Faltan pocas horas para saber si la elección por Marín fue un acto que Milei ordenó anunciar para mandarle otra señal de independencia a Mauricio Macri, vía el abrazo a Techint, o si ese anuncio fue un apresuramiento que generó ruido en la interna de La Libertad Avanza. Como cotizante y regulada en mercado como el de Nueva York, el nuevo Gobierno no puede jugar demasiado con ese cargo. 

Macri cerró la puerta a continuar el diálogo y, liviano de culpas como siempre, se embarcó a los Emiratos Árabes. Dejó atrás la chance de colocar a Javier Iguacel en Energía o la propia YPF, pero sobre todo con el no rotundo que también le dieron a la posibilidad de colocar a Guillermo Dietrich en el algún lugar del Gabinete. Milei no lo quiere a Dietrich y tiene antecedentes de sobra para ese sentimiento. El presidente electo conoce la forma en que Dietrich se manejó con las concesiones a empresas durante su paso por el ministerio de Transporte en el Gobierno de Mauricio Macri. Ese recuerdo "imborrable" en Milei veta cualquier chance para Dietrich en su Gobierno. 

"Hay demasiado ruido dando vuelta", reconocía anoche un hombre de La Libertad Avanza. Se puede hacer un punteo rápido que confirma esa afirmación. Anoche Javier Milei alabó sin limitaciones a Luis "Toto" Caputo. Parte del mundo financiero lo sigue dando cercano al Ministerio de Economía y le reconoce el don de sacar financiamiento de las piedras. Milei lo mira en ese sentido porque basa todo el inicio de su plan económico en desarmar la bomba de deuda de las Leliqs del Banco Central. Esa es una operación que exige una arquitectura financiera que ni siquiera está claro cómo se terminará. Los contactos y ofrecimientos de y hacia bancos del exterior ya existen, pero el cargo no está cerrado.

El problema es que la crisis exige más que solucionar la deuda del BCRA y ahí empiezan los interrogantes sobre Caputo. Fuera de todo ese juego, "Toto" Caputo ya prestó algún servicio para Milei cruzando mensajes con el FMI. Desde adentro de LLA partieron mensajes sin anestesia, como el de Carlos Rodríguez, ahora no tan cerca de Milei como hace un tiempo: “Es un hombre de las finanzas, de la especulación de activos financieros, no sirve como ministro”, dijo sobre Caputo.

Tomando como hipótesis que el resto de La Libertad Avanza aceptara a Caputo, aún restará procesar el costo político de entregarle el ministerio de Economía a Mauricio Macri, algo extraño ya que Milei, como se dijo, le esta cerrando las puertas para otros cargos. Distinta es la situación de Federico Sturzenegger, que tiene menos resistencia que Caputo en LLA, pero más entre el macrismo duro. Con o sin permiso de Macri, Sturzenegger ya trabajó con Milei elaborando algunos de los papers que utilizó Milei como base del proyecto de ley ómnibus con el que piensa debutar para sancionar sus reformas en el Congreso al día siguiente de asumir. 

Macri, entonces, no pudo imponer a Iguacel en YPF y tampoco a Dietrich. En todo ese mundo hoy mandan Nicolás Posse, jefe de Gabinete, Guillermo Francos, ministro del Interior, y Guillermo Ferraro, mega ministro de Infraestructura. En otra área, la Justicia, también hicieron agua todos los que anticiparon que podía recalar allí como ministro Germán Garavano, que ya ocupó el cargo en la presidencia de Macri. Los mal intencionados afirmaron que el expresidente no quería poner en ese lugar para que vigilara de cerca los problemas judiciales que puede tener. Finalmente, Milei le cerró la puerta a Garavano y confirmó a Mariano Cuneo Libarona, viejo conocido del presidente electo en su paso por Corporación América, abogado con amplias relaciones en Comodoro Py y que ya le ha dicho a sus amigos que no llega al ministerio para apurar una persecución ni a Macri ni a Cristina Fernández de Kirchner. Es un tema a seguir de cerca porque allí puede estar parte de la tranquilidad que Milei necesita para avanzar con sus duras reformas. 

Este fin de semana deberá aclararse la situación del resto de los nombramientos pendientes y confirmar si el cortocircuito de La Libertad Avanza con Macri paraliza o no al futuro Gobierno. El futuro de toda el área de Seguridad y Defensa también está pendiente después que Milei cambiara la estrategia derivándole a Posse la coordinación de todos los cambios en lugar de entregarle todo a Victoria Villarruel. Juran que la conversación en la que la vicepresidenta se enteró de ese cambio estuvo lejos de ser amable. 

El área Medios también traerá tormentas. Fue elocuente el abrazo que Milei le dio a Hernán Lombardi la noche de la elección cuando Mauricio Macri, Patricia Bullrich y la delegación del PRO fue a felicitarlo. Milei ratificó después que avanzará con la privatización de todo el sistema de Medios Públicos. La situación no es la misma en todos los casos. Canal 7 o Radio Nacional pueden tener influencia en todo el país e inclusive interesados, mientras que las agencias de noticias no son hoy un negocio en el mundo y mucho menos en Argentina donde apenas sobreviven. Lombardi tiene experiencia en intentar racionalizar Télam, proceso que terminó en una crisis donde hasta loe empleados que habían sido despedidos e indemnizados volvieron a su puestos y en algunos casos sin devolver la indemnización.

Resulta dudoso que Lombardi quiera meterse de nuevo en una guerra de esa dimensión, pero no es el caso de todo el macrismo que intenta meterse, con socios y con financiamiento, en el proceso de privatización. También en ese punto hubo portazo de Milei en la cara del PRO.

En el Banco Central siguen esperando que suene el teléfono desde La Libertad Avanza para iniciar la transición. En se caso, quien debe llamar es Emilio Ocampo. El Central es, quizás, el sector más comprometido en los cambios que propone Milei, hasta la disolución misma de la entidad. A pesar de eso, en las oficinas de Miguel Pesce esperan racionalidad por parte de Milei al menos en el corto plazo.

Ese optimismo se basa en dos declaraciones recientes del propio Milei que no todos leyeron en su justa dimensión. El presidente electo dijo la noche siguiente a la elección que cumplirá todos los contratos. Ayer insistió con esa definición y agregó: "No habrá Plan Bonex". Ese fue un mensaje directo al mercado para informarles que puede haber negociaciones o canjes pero no habrá violación de la condiciones bajo las que se emitió toda la deuda argentina. Si Milei logra tener de socio al mercado en todo el proceso de reformas, y sobre todo en el brutal recorte que ya anunció como imprescindible, el camino quizás le sea un poco menos pesado. 

Hubo otra afirmación de Milei que aportó en el mismo sentido; afirmó que la eliminación de las restricciones cambiarias va a llevar tiempo, "porque tenemos que arreglar el tema de las Leliq, porque si no vamos a una híper", de acuerdo a sus propias palabras. Para el actual directorio del BCRA eso implica que los libertarios no darán un salto al vacío con el tipo de cambio que hoy, entre el oficial y el Blue, tiene una brecha de 190%. "Las señales que dieron al mercado son tranquilizadoras", dicen en el BCRA.

El interrogante ahora es si esas señales también se las darán a los importadores que enfrentan todavía la liquidación de importaciones que ya pagaron y aún no recibieron los dólares, una de las deudas más duras acumuladas a enfrentar que supera los US$24.000 millones, y si además Milei logrará llegar al 10 de diciembre con su Gobierno conformado. Ayer pareció que el 10 de diciembre estaba mucho mas lejos de lo estimado. 

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