Scaloni: entre presiones políticas y una deuda imperdonable con su equipo técnico
Lionel Scaloni amagó con renunciar y expuso la interna con Claudio Tapia. La foto que no fue y los fondos que esperaron hasta el partido. La posible salida.
Lionel Scaloni expuso su bronca, algo que no suele hacer, y lo hizo a su modo para despejar dudas. No está confirmado que se quede, más allá de que tiene contrato hasta el 31 de diciembre de 2026. Fue después de una noche violenta, con represión por parte de la policía brasileña y un partido difícil, trabajoso, que le dio a la selección nacional un triunfo ajustado. No es el primer round entre la política y la AFA, donde el Gobierno buscó apalancar parte de su fracaso económico en triunfos del seleccionado.
Scaloni siempre evitó las fotos políticas, la tensión con Tapia no es nueva, quiso sumarlo en distintos eventos políticos partidarios, donde una excusa lo hizo evitar el mal trago más de una vez. Quisieron entonces, cuando salieron campeones, que el triunfo sea capitalizado por la Casa Rosada, algo que fue rechazado de plano por el técnico y casi todo el plantel. Después del mundial, Lionel Scaloni tuvo la confirmación de que en 120 días máximo iban a cobrar los 120 millones de dólares que son para premios totales a repartir en el plantel y ayudantes que participaron del mundial de Qatar, que nunca se pagaron.
Las elecciones son parte del desgaste de la relación. Alberto Fernández había tenido emisarios que quisieron tener a los campeones del mundo en el balcón de la Rosada, y el rechazo fue anotado por Tapia, quien quería adherir el triunfo deportivo al fracaso político. Allí hubo una charla, pero el nivel de popularidad del DT y los jugadores era tan alto que no hubo ni lugar a reproches y las comunicaciones se hicieron más esporádicas y escuetas, menos personales.
Sergio Massa es quien atraviesa malos momentos. Intentó por distintos operadores lograr la foto deportiva con él antes de las PASO y antes del balotaje, fracasó en ambos intentos y le pidió entonces a su amigo, Juan Román Riquelme, que hiciera el intento, quien también fracasó. Nadie quería una foto partidaria, y el candidato de Massa en Boca Juniors le pidió a Tapia que insista y le hizo llegar el pedido al líder de Pujato, Santa Fe. No hubo respuesta.
Tampoco lograron que Scaloni opine sobre el sistema de sociedades anónimas para manejar algunos clubes, algo que planteó Javier Milei en campaña y que se usa en el extranjero en cubes exitosos. El ahora presidente planteó que se podía incorporar una figura legal como opción, sin eliminar lo preexistente, pero el Gobierno buscó poner la propuesta como la "privatización del fútbol, algo que Milei rechazó. Le pidieron a los jugadores y al técnico que se paren del lado opuesto a Milei, y no tuvieron éxito.
El tema económico fue anticipado por Scaloni, quien le había exigido a Tapia que no haya deuda antes de las elecciones para evitar malos entendidos. El rechazo a la foto y al balcón de la Casa Rosada podrían haber sido catalizadores de la falta de pago al seleccionado. Lo sabe Tapia, quien, dicen, reeditó el mismo sistema de reparto de dinero a clubes que tenía Julio Humberto Grondona. El monto no le genera un cambio a las figuras que tienen sueldos millonarios, pero sí a los utileros y ayudantes, los que realmente esperaban y a los que Scaloni quiere defender.
Scaloni tampoco sintió que la AFA haya estado a la altura de las circunstancias desde que finalizó el mundial. Tampoco la noche de ayer con Brasil, donde no hubo la contención necesaria y eso catapultó la bronca del seleccionador, que tiene ofertas del extranjero para asumir un nuevo desafío. La duda es si la partida del líder de la "Scaloneta" representará la fuga de otras figuras.