Quiebre en Juntos por el Cambio: la apuesta a dos bandas de Mauricio Macri
El expresidente y Patricia Bullrich aceleraron una decisión que muchos ya veían como inevitable. Cualquiera sea el resultado, confían en que quedarán bien parados. El rol de los gobernadores.
La decisión de Mauricio Macri y Patricia Bullrich de acelerar su apoyo a Javier Milei tuvo un doble objetivo: hacer lo posible para que Sergio Massa y el kirchnerismo no logren la reelección y, al mismo tiempo, dar un primer paso para pelear el liderazgo de Juntos por el Cambio o como se llame el nuevo frente opositor que surja en el futuro.
Macri tiene en claro que un escenario con Massa en el poder se vuelve su peor pesadilla y no ve la hora también de tomar distancia de los radicales (o algunos de ellos). La alianza con Gerardo Morales, por ejemplo, fue siempre una cuestión táctica pero cargada de desconfianza. Se llevaron bien por necesidad cuando fueron gobierno, después de un inicio a puros insultos. Pero ya con Macri fuera del poder, la relación pasó de fría y distante a intrascendente. La debacle electoral de JxC terminó de dinamitar todo.
Ahora Macri decidió apostar fuerte. Si le sale bien, jugó a ganador con Milei. Procurará influir lo más que pueda en su gobierno y tendrá la satisfacción de que ni Massa ni el kirchnerismo seguirán en el poder. No es el segundo tiempo que seguramente se imaginaba poco tiempo atrás, pero por lo menos le quedará la satisfacción de que además de extravagante sería un gobierno mucho menos socialdemócrata de lo que le exigían los radicales. Por ahora no se habla de un cogobierno sino de un acuerdo parlamentario, pero la dinámica política es demasiado variable como para cerrarlo ahí. La decisión de salir rápido, aseguran, fue para evitar que se dilate y que quedé como un acuerdo por cargos.
Si la jugada le sale mal a Macri, y gana Massa, a la hora de plantarse en la oposición, podrá sacar a relucir que su sector tiene más credenciales porque la neutralidad habría sido funcional al triunfo massista/kirchnerista. Podrá decir que se opuso desde un primer momento a que sigan en el poder, mientras otros decían que su límite era Milei.
En conversaciones con consultores, a dirigentes macristas les quedó claro en las últimas 48 horas que la neutralidad podía ser un riesgo a futuro con su propio electorado, que le tiene más miedo a que Massa y Cristina Kirchner sigan gobernando, a que Milei asuma la Presidencia. "No nos vamos a hacer los boludos", traducen.
Un dirigente del PRO, que estuvo en la reunión en la casa de Bullrich el miércoles por la mañana, señaló también otro “triunfo” de Macri. “A Morales no le salió bien, porque le encorsetó el partido para que no apoye públicamente a Massa”, explicó.
En JxC estaban todos convencidos de dos cosas: que Macri y Bullrich querían cerrar un apoyo a Milei y que Morales y Martín Lousteau buscaban hacerlo con Massa. La movida rápida de los macristas obligó a confirmar la neutralidad del radicalismo, y se impuso así el ala que no quería saber nada con mostrar sintonía con el tigrense.
El rol de los gobernadores
En el medio quedaron los gobernadores de Juntos por el Cambio, que salieron a instalar también un mensaje de neutralidad, con críticas al populismo, pero también a los “alquimistas”. Allí también hay diferencias internas sobre cuál es el mejor escenario para ellos. En la conferencia, Lousteau acusó a Macri de que en lugar de “sostener a sus gobernadores” decidió irse con Milei. Pero más temprano, en cambio, Patricia dijo que lo que estaba haciendo era para defender a sus gobernadores de lo que sería convivir cuatro años más con el kirchnerismo en la Casa Rosada.
Uno de los diez mandatarios que tendrá JxC, quien reconoce que la neutralidad es necesaria por su rol ante el riesgo de que gane uno u el otro, coincido en el análisis de Bullrich. “Pero el escenario Massa nos rompe a todos. Es muy hábil y ahí perdemos poder para negociar en las dos cámaras”, razonó.
Eso es parte de una de las discusiones en Juntos por el Cambio. Están los que creen que Milei avanzará en reducción de fondos para las provincias y eso los complicará a todos por igual. Pero, por otro lado, en línea con el citado mandatario electo, están los que consideran que Massa hará todo lo posible por dividirlos y eso los debilitará.
En concreto, lo que terminó pasando en la fatídica jornada del miércoles es que se anticiparon los tiempos y el tándem Macri/Bullrich se anticipó a sus compañeros de espacio. El camino que querían algunos era primero que funcione institucionalmente la alianza, que de ahí surja la libertad de acción y que finalmente cada uno se incline por su opción.
Como maniobra política, ganaron porque golpearon primero, rompiendo de hecho lo que ya era sabido por todos: JxC, como lo conocimos desde 2015, no existe más. Ahora, la pregunta será si les funcionará electoralmente. Si el votante del espacio se convencerá con votar a Milei por el apoyo de Macri y Bullrich o, por el contrario, toma todo como el reflejo del desorden y falta de coherencia y los termina castigando.