Un Congreso dividido que sería más hostil para Javier Milei que para Sergio Massa
Unión por la Patria queda como la primera minoría tanto en Diputados como en Senado. Juntos por el Cambio es el que más pierde, mientras que La Libertad Avanza se consolida como tercera fuerza.
El Congreso que viene va a estar marcado por la falta de mayorías, pero con un peronismo que va a quedar mejor parado de lo que preveía después del resultado de las PASO. Unión por Patria no tendrá quórum propio en ninguna de las dos cámaras, aunque en el Senado tendrá aliados al alcance para llegar a la mayoría.
El nuevo factor, sin dudas, será La Libertad Avanza, que se consolida como tercera fuerza parlamentaria con 39 diputados y 8 senadores, suficientes, sobre todo en la Cámara baja, para condicionar cada uno de los debates.
Para Juntos por el Cambio, la debacle electoral tiene su capítulo parlamentario y es el espacio que más sufrirá la merma. Pierde 25 diputados para quedar como la segunda minoría, con 93 diputados de un bloque que entrará en ebullición y deberá hacer denodados esfuerzos para mantenerse unido.
Es imposible pensar la dinámica del Congreso que viene hasta que no se defina el balotaje del 19 de noviembre y el próximo presidente. Para Javier Milei, el ámbito parlamentario será terreno inhóspito, ya que difícilmente pueda contar con todos los votos de Juntos por el Cambio en la mayoría de los proyectos en debate. Gran parte del radicalismo o de la Coalición Cívica no están dispuestos a seguir a libertario en un eventual gobierno, e incluso en el PRO hay dudas. Además, deberá poner a prueba el liderazgo para mantener unido a un heterogéneo bloque con legisladores que en muchos vienen de las filas del peronismo.
Distinto aparece el panorama para Sergio Massa, que tiene aceitados lazos con diferentes sectores de la política. Unión por la Patria tendrá 109 diputados propios y para llegar a los 129 necesarios para el quórum deberá recurrir a los 7 del peronismo no K (Juan Schiaretti tendrá 4), más algunos de los bloques sueltos (dos de Santa Cruz, uno del MPN, otro de Juntos Somos Río Negro), y apuntar a quiebres en Juntos por el Cambio, sobre todo en la bancada radical o de los nuevos gobernadores que estarán siempre a tiro de negociación.
En el Senado, en tanto, queda con 34 senadores, pero entre el senador de Juntos somos Río Negro (el hoy aliado Alberto Weretilneck que será gobernador en diciembre) y los dos que obtuvo el nuevo gobernador de Santa Cruz puede llegar a los 37 necesarios para el quórum. Estarán también los 3 de Unidad Federal, el bloque de disidentes del peronismo que rompieron el bloque este año.
La complicación para Massa la puede tener puertas adentro, ya que luego del armado de listas quedó un bloque con mayoría camporista o cristinista. Al día de hoy el vínculo está aceitado, pero deberá sortear un terreno farragoso desde lo económico que lo obligará a tomar decisiones difíciles en caso de ser electo presidente. El rumbo que encare puede ayudarlo a conseguir apoyos pero al mismo tiempo fisurarle el frente propio.