El sistema político no se rompe, la ideología sí
El sistema político argentino es inquebrantable, pero la ideología política es fácil de romper. Mucha motosierra, mucho Chocolote, mucha bronca, pero el sistema sigue impoluto no así, las ideologías.
Los dos exponentes del balotaje del próximo 19/11 nos enseñaron este domingo que, las ideologías llegaron a su fin y que el sistema político no se rompe nunca. Sergio Massa logró romper la ideología política y aventarse de la grieta, pero Javier Milei no logró romper el sistema político. Analizando el domingo electoral vislumbramos que el sistema político argentino fue el gran ganador de las elecciones generales. De nada sirvió la motosierra, la arenga contra la casta, el odio social a la política argentina y mucho menos la aversión contra la democracia cuando vemos que Sergio Massa arrasó en las urnas a 40 años de la democracia.
Tanta televisión, espectáculo mediático y farándula no lograron que el influencer mediático pudiera conseguir su cometido cuando ni siquiera pudo mantener la performance electoral del pasado 13/08. La peor parte del domingo se la llevó, sin dudas, su candidato a jefe de Gobierno que, a las claras, terminó de eliminar la ilusión libertaria en la Ciudad de Buenos Aires donde siquiera mantuvo la performance del 2021.
Es indiscutible que la “casta” logró domar a los leones
La casta personificada en un Sergio Massa con supra inteligencia y cintura política alejado del kirchnerismo, del peronismo, de Néstor, de Cristina y claro está, del peor gobierno de la democracia, donde él mismo fue templado dejar en evidencia que no es su gobierno, logrando así, desde la soledad política, dar vuelta un resultado desde la política y con la inteligencia que la casta moderada sabe tener.
Pareciera que el kirchnerismo no logra comprender ni digerir que Sergio Massa lograra lo que muchos queríamos que se logre con Alberto Fernández en 2019: el fin del kirchnerismo. El alejamiento de Sergio Massa de este gobierno y la inteligencia de hacer
una campaña a lo Massa fue decisivo a la hora de lograr revertir el resultado del domingo en los comicios. Sergio Massa dejó de ser visto como el jefe de Gabinete de Cristina o el ministro de Economía de Alberto Fernández, su campaña despoblada fue el resultado exitoso del domingo electoral.
Volviendo a Javier Milei. Pareciera que el resultado del domingo le hizo entrar en razón que el sistema político no se rompe, se adapta. Se dio cuenta cuando, no solo llenó su discurso de la palabra “Juntos”, a más, sin perder el tiempo, felicitando a Jorge Macri y a Rogelio Frigerio, ambos victoriosos de CABA y de Entre Ríos, respectivamente. Claramente Milei se dio cuenta que el sistema no se rompe, el sistema se acomoda, se retoca, pero no se rompe nunca. Su guiño a Juntos es la clara victoria del sistema político. Tal es así, que al final fue claro cuando arengaba que está dispuesto a “barajar y dar de nuevo” con tal de empezar desde cero. El sistema siempre gana.
En las elecciones de las PASO, el resultado inesperado de Javier Milei expulsó a la candidata de Juntos por el Cambio de la derecha al centro, pero cuando Patricia Bullrich intentó encantar el voto moderado del centro se encontró con un animal político de pura cepa. El carisma político de Sergio Massa y su ausencia ideológica fueron también que los votos de Larreta y de un radicalismo en alza giraran para el candidato tigrense. Si Milei no perdió el tiempo en su discurso, Sergio Massa tampoco se quedó atrás. Su guiño “a Juan, a Myriam, a los que votaron en blanco, a los miles y miles de radicales y a los que eligieron algo distinto” , fue la clara estrategia de su gobierno futuro prometiendo su confianza y de convocar a un gran gobierno de unidad nacional que es, ni más ni menos, que el gobierno de un moderado pragmático.
El discurso de Sergio Massa fue el discurso, ni más ni menos, de Sergio Massa
¿Y qué pasó con los votantes? Desde la cuarentena eterna, la fiesta de Olivos y pareciera que ni el “Chocolate” ni los “Yates” fueron suficientes para terminar y frenar con una generación política corrupta y elitista. ¡Fue así! O Massa se disfrazó de Massa y logró
maquillar todo para que el sistema se mantenga impoluto y la ideología absurda y extremista deje de existir.
Con la ausencia del peronismo, del radicalismo y del kirchnerismo, como así también una grieta arrasada en el fin de una era, el resultado electoral dejó a las claras que los exponentes del balotaje del próximo 19/11 no son ni más ni menos que de un lado, el
máximo representante de la casta política sin ideología, y del otro lado, el máximo representante de lo más inexperto que tiene la anti casta política.
* Juan Pablo Chiesa es abogado especializado en Empleo y Políticas Públicas, escritor, docente y presidente de Aptitud Renovadora.
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