Nuevo escenario político: cómo impacta en Mendoza el balotaje en un gobierno que nace opositor
Cambia Mendoza tuvo una dura derrota por el arrastre nacional. Alfredo Cornejo será un gobernador opositor. A quién prefiere para gestionar y cómo se plantea para construir en las ruinas de JxC.
A la política mendocina se le rompió la brújula. O, mejor dicho, quienes conducen la política mendocina deberán salir de su zona de confort. El resultado de la elección nacional obliga a recalcular al Gobierno de Mendoza, particularmente a Alfredo Cornejo, que deberá gestionar por primera vez como gobernador opositor. Aunque es un escenario que Cornejo tenía entre las posibilidades cuando vio que Juntos por el Cambio se desinflaba, el golpe político es fuerte. Para Unión por la Patria es agua en el desierto: con Sergio Massa como líder, el peronismo mendocino tiene quien lo ordene y renace luego de los continuos fracasos electorales.
Con algo de mirada resiliente, en su entorno destacan como positiva la idea de “refugiarse” en la Gobernación antes que naufragar en el proyecto nacional, que es lo que le pasó a todo el Pro de la Ciudad de Buenos Aires. Pero Cornejo y los radicales de Mendoza sienten el peso del fracaso. La ausencia de Rodolfo Suarez y Alfredo Cornejo en la sede partidaria es una señal. La UCR de Mendoza se inclinó tempranamente por apoyar a Patricia Bullrich y el apoyo de la ciudadanía decreció respecto a las PASO. El escenario electoral es complejo de entender y obligará al nuevo oficialismo a salir del letargo; a gestionar. Mendoza tuvo tres instancias electorales distintas y en las tres hubo resultados diversos. También en las tres el oficialismo recibió advertencias.
Cambia Mendoza, que irá por los 12 años en el poder, saldrá de su zona de confort, pues en principio tendrá números más ajustados puertas adentro de Mendoza y con un frente opositor nuevo; un gobierno nacional opositor y un contexto económico complejo. Que el frente liderado por el Gobernador electo saque menos de 25% en una elección indica que no hay voto atado.
Entre Massa y Milei, Cornejo intuye que será más sencillo dialogar y hasta litigar con el actual ministro de economía para compartir negociaciones, aunque eso no implique un apoyo de cara al balotaje. Meses atrás en el tablero político que trazaban en su entorno incluso consideraban la posibilidad de que Massa llegue al poder. “Es pro mercado, tiene buenas relaciones con empresarios y el mundo y no creo que se deje gobernar por Cristina”, decía un operador de Cornejo hace algunos meses. Milei, en cambio, es una incógnita y hasta se animan a poner un escenario de catástrofe en caso de que asuma.
El gobernador electo suele condicionar todos los resultados provinciales a lo que ocurra a nivel nacional, particularmente con la economía. Es real, en ese sentido, que todas la variables macro dependen de esa gestión. Cornejo asegura que quiere influir a en Casa Rosada, pero ahora deberá ser como opositor. Además perdió dos lugares en la Cámara de Diputados. "Hoy la sociedad nos ha ubicado en un rol opositor a nivel nacional. No alcanzó el incansable trabajo realizado por @patobullrich. Este nuevo escenario debe ser con los diez Gobernadores y todo JxC trabajando unidos, como siempre lo hicimos desde su concepción", dijo Cornejo a través de las redes sociales.
Pero también están atentos a otras decisiones que ahora estarán en manos de algún opositor, sea Sergio Massa o Javier Milei. Entre otras cosas, dependerá de Casa Rosada la liberación de los 1023 millones de dólares de Portezuelo del Viento, los fondos discrecionales y los diferendos políticos que hay. Cornejo se paró fuertemente en la vereda de enfrente a Massa durante la campaña. Y como gobernador de Mendoza buscará liderar la oposición “federal”. Más cuando se espera un sismo importante dentro de Juntos por el Cambio o lo que quede de ese frente.
La paradoja de ese sector es que sumó éxitos provinciales, pero un fracaso estrepitoso en el proyecto nacional.
Un primer análisis que hacían entre los radicales era que las elecciones 2023 eran el momento de los “outsiders”. Así explicaban el fenómeno Milei. Esos papeles se queman al ver el resultado electoral de Sergio Massa, quien está lejos de ser ajeno a la política y logró ingresar al balotaje, siendo ministro de economía en plena crisis.
El peronismo tiene quien lo ordene
La política es dinámica. El PJ mendocino viene de la peor derrota histórica y de estar al borde de la ruptura por la migración de dirigentes a la Unión Mendocina. Pero las elecciones nacionales presentaron una oportunidad: con Massa, ahora tienen quien los ordene. El peronismo local está extraviado desde una década. Los malos gobiernos y la falta de un proyecto de poder dejaron espacios de poder. Acostumbrados a tener “ordenadores” foráneos, las muertes de Juan Carlos Mazzón y Néstor Kirchner los dejó sin brújula.
Massa puede resucitarlos; más cuando en Mendoza tiene una presencia transversal. El ministro de Economía llegó a tener presencia en todos los frentes políticos de la provincia. El kircherismo de paladar negro había ganado la conducción del peronismo local y Massa estaba del otro lado. El pragmatismo político los unió y ahora Massa y sus aliados podrían disputarse poder. Ver en un mismo festejo a Anabel Fernández Sagasti con Matías Stevanato habla de ese raro nuevo camino. Claro que el festejo de un tercer lugar tiene más idea de placebo que de realidad, pues el PJ mendocino perdió poder en la Legislatura, también en el Congreso Nacional y aún está mareado.
El 2024 que se avecina es complejo. Habrá matices políticos desconocidos, faltan vinculaciones y tanto Cornejo como a la oposición, deberán ejercitar los dormidos músculos del diálogo.