Por qué todos sufren y cuidan a Chocolate Rigau y a Martín Insaurralde
Insaurralde está callado y recluido. Nadie lo puede atacar ni acusar más de lo que lo han hecho. Cualquier opinión del peronismo hará saltar un nuevo estallido interno. Chocolate pide un trato previo.
"Estaba más cantado que Caminito...Mirá si Chocolate se iba a quedar sentado esperando que lo vayan a buscar luego que se supo que la causa seguía y todos los pedidos que hicieron los abogados para cuidarlo a él y a la política se van cayendo. Ahora están negociando los momentos de la entrega y la declaración que va a dar", le dijo a MDZ un importante funcionario que conoce el día a día no solo de Julio Rigau sino, también, de sus mandantes, el peronismo kirchnerista de La Plata.
Hasta Sergio Berni, el ministro de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires lo ha dicho con otras palabras en una entrevista al diario Clarín. "Era lógico que se iba a escapar, pero también que se va a entregar", le explicó como si supiera cada instancia al periodista Mariano Roa.
En su discurso, además, el ministro aprovechó para ensuciar a la Justicia porque "este tipo de situaciones las sufro todos los días cuando tengo que ir a apresar un narco o impedir que lo excarcelen". La coordinación con los otros poderes del Estado no es su fuerte, al igual que no lo es con sus pares del gobierno provincial y nacional.
El juez Guillermo Atencio se mueve con pies de plomo pero siempre hacia la misma dirección. Parece tener como intención principal no sólo desmalezar la presunta estafa que cometió "Chocolate" al retirar con 48 tarjetas de débito plata de los cajeros automáticos del Banco Provincia de Plaza San Martín, en La Plata. Además, presume, que junto con él opera una asociación ilícita que involucra a las autoridades de la Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires y a punteros del peronismo platense, fundamentalmente vinculados con el Frente Renovador.
El gobernador Axel Kicillof observa todo esto con mucha preocupación. Son resortes que nunca manejó ni le interesó manejar. Pero no por eso lo deja a salvo de las esquirlas que produjo semejante bomba en la que también se asocia, directamente, el escandaloso episodio de Martín Insaurralde arriba de un yate, Bandido, en las playas de Marbella con una mujer, Sofía Clérici, siempre predispuesta para disfrutar de la buena vida.
Al igual que lo sucedido con "Chocolate", al cual fueron a buscar y no encontraron, llama poderosamente la atención la cauta predisposición a proponer otras medidas de pruebas de la fiscal que entiende en la causa, Betina Lacki. No pidió allanar la Cámara de Diputados provincial sino, simplemente, solicitó informes por escritos para saber cómo Rigau tenía en su poder semejante manejo de dinero que no le pertenecía sino que era de otros contratados.
La primer demora, provocada por la Sala III de Apelaciones, que desechó todo lo actuado cuando fue encontrado infraganti el ahora prófugo Rigau, puso todo en stand by, y recién se destrabó el pasado jueves, cuando la Cámara avaló las actuaciones del juez Atencio y la fiscal Lacki. Seguramente, después de cuarenta días de apresado el único investigado de la causa, en la "Casa" se habrán quemado todos los papeles o, al menos, triturado y guardan hoy un correctísimo descanso en la planta de depósito final de residuos platense.
¿Cómo se compone el bloque político en el que se distribuía la plata recaudada por Rigau? ¿Quién armaba esa lista? ¿Cómo es que nadie del área de Personal ni los secretarios administrativos tuvieron siquiera una citación? ¿Por qué es tan ingenua la investigación? La respuesta es por demás sabida. La política, con todos los bloques mayoritarios preocupados, opera a través de sus amigos, los mismos que modificaron el sistema de investigación bonaerense y, además, vigilan las ternas que luego terminan ocupando, cuando se aprueban, los juzgados, fiscalías, cámaras y salas de apelaciones.
El peronismo kirchnerista quiere dar vuelta la página de estos episodios. Y lo puede hacer porque estas cuestiones no lastiman su base electoral. Los conocen. Y hasta disfrutan de algunas de estas decisiones. "Son los únicos que se ocupan de nosotros", llegan a decir en todos los rincones del Gran Buenos Aires que consideran a Cambiemos como los rivales que, seguramente, se olvidarán de ellos si llegan al poder.
Hoy Kicillof visitará el oeste del Gran Buenos Aires en dos encuentros con la militancia. El primero es a las 13, en Morón, con el intendente Lucas Ghi y su aliado - rival interno Martín Sabbatella. Luego, a las 15, estará en Moreno, junto con la intendenta del Movimiento Evita, Mariel Fernández, y su también aliado - enemigo interno Damián Contreras, del Frente Renovador.
El peronismo siempre trabaja igual, y es ahí donde radica la gran diferencia con los radicales, el PRO y las otras fuerzas que componen Juntos para el Cambio. Pasada la interna, todo se unifica y se homogeneiza. En cambio, los opositores, almas nobles de libres pensadores, buscan rápidamente refugio en los cantos de sirena que inteligentemente emite Sergio Massa, al cual conocen y con quien han convivido, exitosamente, en el pasado reciente.