Nicolás Massot: "Los amigos de Milei, como Barrionuevo, ya sabemos de qué lado de las reformas van a estar”
Candidato a diputado por la provincia de Buenos Aires, Massot destaca el potencial político de Juntos por el Cambio y pone la mira sobre Milei. Su advertencia sobre un salto al vacío.
Nicolás Massot está convencido de que Patricia Bullrich estará en el balotaje en contra de Javier Milei. Lógico, considerando que es candidato a diputado por la provincia de Buenos Aires en la lista de Juntos por el Cambio que encabeza Cristian Ritondo. Sin embargo, da por descontado que sumará los 28 puntos de las dos fórmulas en las PASO, más la participación de nuevos votantes, de las opciones que ya no compiten y de los votos del exterior. Así, asegura que estará arriba de los 32 puntos.
Cercano a Emilio Monzó, el exjefe del bloque de diputados del PRO durante el gobierno de Mauricio Macri es uno de los que se acercó a Bullrich en la disputa interna de las PASO.
En diálogo con MDZ, Massot dio sus argumentos de porqué considera que el candidato del Gobierno, Sergio Massa, no tiene chances de entrar a la segunda vuelta, y las razones por las que cree que Bullrich tiene una ventaja política sobre Javier Milei, sobre quien dice que sus ideas “son las ideas de Cambiemos”.
-Hay una visión instalada de que Patricia Bullrich viene corriendo de atrás, en un tercer lugar. ¿Lo ves igual?
-No. Lo que veo es que no debe haber cambiado demasiado la fotografía desde el triple empate de las PASO, en donde hay una diferencia de un 1% entre entre cada uno de los candidatos. Y donde efectivamente arranca una discusión más nítida que para mí es la siguiente: yo creo sin equivocarme que el único que no tiene posibilidades de continuidad es el Gobierno. El rechazo que hay sobre la figura de (Sergio) Massa y la continuidad del Gobierno es tan grande que perdería un balotaje ante cualquiera de las otras dos opciones. De manera que hoy la gobernabilidad en Argentina se está disputando entre dos fuerzas que son Juntos por el Cambio, con Bullrich, y la de Javier Milei, en donde ahí hay una comunión de ideas mucho más nítida. Milei aflora casi interpelando ideas que Cambiemos no pudo concretar. Las ideas de Milei son las ideas de Cambiemos. Las dice más fuerte, las grita, las estructura de otra manera, la simplifica. Obviamente la realidad después es compleja, pero al final son las ideas históricas de Juntos por el Cambio y entonces la discusión tiene que empezar a ser un poco menos ideológica y más de implementación. Acá lo que verdaderamente estamos discutiendo es quién tiene la experiencia, el conocimiento del Estado, los equipos y la fortaleza política y electoral para llevar adelante esas ideas. Y ahí es donde yo creo que nosotros sacamos una clara ventaja.
-¿Y no tiene un punto Milei respecto a que ustedes ya estuvieron, ya lo intentaron, no les fue bien y ahora es momento de algo nuevo?
-Bueno, más o menos en realidad, porque primero que hay muchas cosas que se lograron, él mismo las reconoce. Él reconocía bastante a la figura de Patricia Bullrich y ahora la enfrenta. Dice que es mala y que siempre fue mala, marxista, montonera. Anteayer era era un prócer para milei. Con Macri pasaba lo mismo, antes era un estafador que era un tibio cuando gobernaba y hoy parece que es su conductor político. Hay ahí una incoherencia que yo creo que le está costando caro con la gente. Sumado a la idea de que de que nos habla de la casta a cococho de Barrionuevo, que es una cosa rara y que lo vimos el otro día en el debate diciendo que en realidad es casta, pero está arrepentido de ser casta y quiere cambiar, como si tuviera un castometro. Creo que por esas cosas la gente le está picando un poco el boleto. Cuando lo sacas de los nueve segundos de Tik Tok y le empezás a dar un poco de pausa y reflexión, me parece que la gente está empezando a ver que que no es todo lo certero que parece en los spots cortitos. Nosotros ahora estamos más preparados en el Congreso, estamos muchísimo más preparados en las provincias, en los municipios, con liderazgos regionales y provinciales muy buenos, que además garantizan un recambio generacional y una continuidad hacia adelante de personas que son reconocidas hoy en sus propias provincias, que antes no lo eran. Me parece que está pasando algo interesante a la luz de las declaraciones tanto de Massa como de Milei en las distintas notas o en el debate mismo. A Milei le preguntás cómo va a hacer para gobernar con 50 diputados y senadores, y te dice: 'Bueno, nosotros creemos que en el bloque Juntos por el Cambio, vamos a encontrar mucha adhesión’, y al mismo tiempo lo tenés a Massa que te dice yo voy a convocar a un gobierno de unidad nacional con dirigentes de Juntos por el cambio, el PRO, el radicalismo. No demos tanta vuelta, si Massa y Milei quieren lo que Patricia tiene, votemos Patricia, que ya lo tiene.
-¿Y por qué creés que la gente no lo valoró de esa manera en las PASO?
-Una de cada tres personas que fue a votar votó por Juntos por el Cambio. La expectativa que había era que Juntos por el Cambio lograra prácticamente una victoria en primera vuelta y que eso ya se viera en las PASO. Bueno, yo creo que ahí hay un componente de ira, de frustración, que creo que fue menos reflexiva que lo que por ahí va a ser el 22 de octubre. Y en todo caso ahí está el desafío en tratar de que nuestro mensaje hacia la gente que no nos eligió, obviamente que la que nos eligió también, pero que el mensaje sea abandonemos esta idea del salto al vacío y de que reviente todo, porque siempre se puede estar peor. Y acá hay un riesgo muy latente que es que cuando un gobierno con buenas ideas fracasa, lo fracasa no es el gobierno, fracasan las buenas ideas y cuesta mucho volver a instaurarlas. Así que, en todo caso ese ha sido, probablemente, en términos objetivos, el principal aporte de Milei, debo reconocerlo. En términos culturales el dio una batalla a la par de Cambiemos cuando Cambiemos estaba en el poder por darle un nuevo impulso a las ideas de Juntos por el Cambio. Ahora entramos en la siguiente etapa, que es de vuelta la implementación, que es donde él creo que ha perdido el norte y no tiene demasiada claridad, no tiene los equipos, no tiene la experiencia, no tiene el poder político. Un gobierno no funciona por redes sociales, por slogans o por presentaciones de powerpoint, funciona con decretos, con resoluciones, con leyes, con decreto reglamentario, con comunicaciones oficiales. Yo creo que hoy hay una mentalidad distinta. Milei hasta el 13 de agosto era un vehículo de queja, un vehículo de interpelación de una sociedad que descontaba porque creía que no iba a estar en la pelea. Hoy, que Milei efectivamente está en la pelea, ha dejado de ser ese vehículo de queja y ha comenzado a ser una opción real de poder. Y eso genera aún en muchos votantes de él, temores ante la falta de respuestas, ante la incertidumbre, que hacen que esta idea de que reviente todo y demos un salto al vacío lo empiecen a matizar. Y acá está la advertencia: guarda que un fracaso otra vez es el ticket de vuelta más rápido para la próxima iteración del kirchnerismo, llámese Grabois, Kicillof o quien sea.
-¿Ves un escenario de incomodidad para Bullrich y Juntos por el Cambio en este nuevo escenario donde quedaron Massa y Milei en una situación de intentar polarizar entre ellos?
-Sí, de hecho el otro día en el debate se vio bastante, bastante coordinación en esa polarización. Es como para reflexionar. Pero nosotros hace diez años venimos siendo la única alternativa, no solo a nivel nacional, sino fijate lo que ha venido pasando en las provincias y en los municipios. Juntos por el Cambio no es una expresión superficial y de moda que solamente se expresa en un personalismo. Hay realmente una generación entera de dirigentes muy legitimados en los más de 2,600 municipios, en las 24 provincias y muchos a nivel nacional que garantizan un tejido institucional, una potencia frente a lo que ya sabemos que va a venir. Es decir, los amigos de Milei, como Luis Barrionuevo, ya sabemos de qué lado de las reformas van a estar. Entonces, frente a eso, lo que hay que tener es un equipo legitimado socialmente, no una figura, un individuo del que dependamos casi mesiánica. Lo que junto por el cambio, ofrece después de diez años de combatir el kirchnerismo, es una verdadera resistencia y obviamente, una preparación mucho más fundamentada de cuadros políticos de lujo. Recordemos que lo que nos pasó a nosotros también en el último mandato fue que nos dimos cuenta que un país no se cambia solamente desde el gobierno federal. Este es un país federal en donde muchísimas de las reformas importantes tienen que ocurrir en los estamentos provinciales y municipales, donde La Libertad Avanza no tiene dirigentes, no tiene peso. Generalmente, como vemos en la provincia de Buenos Aires, ha ido a buscar dirigentes del massismo, del peronismo, del sindicalismo, que después van a ser precisamente los que garanticen que las reformas nunca ocurran.
-¿Y Milei es Barrionuevo o Milei también es Macri?
-Es que yo creo que el principal problema que todos tenemos con Milei es que no sabemos qué es. Lo estamos tratando de descubrir en una maraña de contradicciones, de reacciones intempestivas sin coherencia entre ellas. La verdad es que tiene un archivo bastante corto en términos públicos, de por ahí cuatro o cinco años y uno encuentra declaraciones de todo tipo. En contra de Macri hace tres años, a favor de Macri hoy. A favor de Patricia hace dos meses; en contra de Patricia hoy. De Massa y de Cristina no habla directamente, que es algo muy sugestivo. Yo no lo he escuchado jamás decir que va a hacer en la justicia. Él dice no, yo en la justicia no me meto, en los sindicatos no me meto. Entonces a uno le empieza a dar un poco de temor porque no es si Milei es el de Barrionuevo o el de Macri. ¿La pregunta es quién es Milei?
-¿Qué pasa en un escenario de Juntos por el Cambio no llegando al poder?
-Lo mismo que pasó en los últimos cuatro años. Una ratificación de nuestras ideas, un acompañamiento muy importante de los 12 o 13 gobernadores que vamos a tener, de los cientos de intendentes que vamos a tener, un rol muy activo en el Congreso, que garantice y que respete la voluntad, sea cual sea, del pueblo argentino, pero sosteniendo las banderas de la república, de las instituciones, de la responsabilidad fiscal, de la producción, del capitalismo.
-¿No ves riesgo de ruptura?
-Es la misma discusión de 2019. Todo el mundo vaticinaba que Cambiemos se rompía y no solamente no se rompió, se mantuvo en unidad, creció con nuevos aliados y hoy está teniendo elecciones muy exitosos en todas las provincias.
-Para cerrar, sos candidato en la provincia de Buenos Aires. ¿Cómo estás visualizando esa elección? ¿Creés que tiene chances Grindeteti de pelearle la gobernación a Kicillof o ahí hay una pelea del voto opositor que le va a facilitar?
-Hay algo positivo para para reflexionar sobre esto, que es que la sociedad nos sorprendió con un enorme corte de boleta como hacía mucho tiempo no se veía el 13 de agosto. Y eso es lo que nos da expectativas de que los bonaerenses puedan tomar la decisión de antemano que no pudo tomar su dirigencia, porque recuerdo que en algún momento hubo una invitación a que fuéramos a unas paso con La Libertad Avanza para no entregarla en bandeja la Provincia al kirchnerismo. Y Milei se opuso. De manera que aquello que no se pudo hacer desde la arquitectura electoral lo hagan los bonaerenses, yendo a elegir el que obviamente está más cerca de ganarle a Kicillof, que es Grindetti. Eso vemos que va a volver a ocurrir por la fortaleza de nuestros intendentes, de nuestros legisladores y de años de militancia, de haber gobernado inclusive en la provincia de Buenos Aires. Así que tenemos expectativa de que los bonaerenses, aún aquellos que quieran votarlo a Milei, corten boleta y acompañen Grindetti para recuperar la provincia de Buenos Aires de manos del kirchnerismo.