Opinión

Maduro en Argentina: la hora más oscura

Esta semana llega a nuestro país Nicolas Maduro, presidente de Venezuela. Waldo Wolff expresa en MDZ el repudio a la visita del mandatario venezolano.

Waldo Wolff lunes, 23 de enero de 2023 · 11:01 hs
Maduro en Argentina: la hora más oscura

¿Qué se puede decir de una democracia que respalda regímenes autoritarios y a dictadores de la talla de Maduro en esta cumbre de la Celac que se desarrollará la semana próxima en nuestro país? ¿Qué se puede hacer cuando vemos a un presidente como Alberto Fernández que se jactaba de ser “hijo de un juez” y hoy ha moldeado una figura que -por ridícula- no deja de ser peligrosa?

Por lo pronto, denunciar. Por eso, en nombre del Foro Argentino por el Restablecimiento de la Democracia en la Región (FADER), organización que tengo el orgullo de presidir e integrar junto a personalidades de la sociedad civil, hicimos una denuncia penal por crímenes de lesa humanidad contra los dictadores que nos visitarán en estos días. La denuncia fue realizada por el Dr. Tomás Farini Duggan, recayó en el juzgado del juez Casanello y lo instruye el fiscal Pollicita. 

¿Es suficiente? No. Nada alcanza cuando el bastardeo a la historia de lucha contra las violaciones a los derechos humanos que nuestro país había logrado conseguir en democracia es del tenor y de la intensidad que el kirchnerismo -la máster franquicia del populismo en el país- despliega con su bastonero, Alberto Fernández a la cabeza, destrozando hasta nuestra tradición cívica de compromiso con la democracia en la región. 

Pero hay acciones que deben hacerse para dejar testimonio y reafirmar de manera categórica de qué lado estamos mientras se escriben las páginas más oscuras desde 1983.  Esta semana, junto al jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, recibimos a un grupo de inmigrantes venezolanos. La paradoja es que algunos tienen otorgado por nuestro país el status político de refugiados por haber sido perseguidos por la dictadura de Maduro mientras el nuestro presidente que los asila abraza al dictador que los persigue. 

Es mucho más que una paradoja. Me atrevo a decir que es un diagnóstico. Si alguien se metamorfosea con los dictadores, lo primero que pierde es la cordura, luego la vergüenza y por último los respetos ajenos y no tengo dudas que -en soledad- hasta el propio. 

La hora más oscura de nuestra democracia nos encuentra así, con un Gobierno local parecido al sketch que protagonizaba el inolvidable Alberto Olmedo y que era una parodia de un dictador típico centroamericano de las décadas del 70, “El Yéneral González, dictador de Costa Pobre”. Que me perdone la memoria de Olmedo, él era un artista y nos hacía reír mientras este gobierno caricaturiza ciertas tradiciones que habíamos sabido conseguir y hoy nos hace llorar. 

Ni olvido ni descanso para que pronto vuelva definitivamente la luz a nuestra patria. 

* Waldo Wolff, secretario de Asuntos Públicos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.  Ex diputado Nacional. Presidente del Foro Argentino para el Restablecimiento de la Democracia en la Región (FADER).

Archivado en