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Crece el malestar en Washington con el oficialismo por rendirse a la agenda de La Habana

El Pentágono y el Departamento de Estado se muestran cada vez más críticos con el presidente Alberto Fernández por su permanente coqueteo con Cuba, Venezuela y Nicaragua,. También preocupa el avance gubernamental contra la Corte Suprema. El faltazo de Maduro , triunfo de Bullrich?

Beto Valdez
Beto Valdez lunes, 23 de enero de 2023 · 13:03 hs
Crece el malestar en Washington con el oficialismo por rendirse a la agenda de La Habana
Foto: eltiempo.com

“La importancia de la región es por sus recursos estratégicos y también tiene mucho que ver con la seguridad nacional y tenemos que empezar nuestro juego", dijo en forma poco diplomática la jefa del Comando Sur, general Laura Richardson, a pocos días del inicio de la cumbre de la Celac en Buenos Aires. La oficial superior del Ejército de los Estados Unidos, casada con un teniente general, blanquea así la mirada crítica del Pentágono y de otras dependencias estatales contra aquellos que coquetean con enemigos de Washington.

En una charla que brindó en el el 'think tank' Atlantic Council explicó por qué realmente a su país le importa America Latina. Richardson mencionó a su “adversario número dos” en América Latina, “Rusia”, indicando que Cuba, Venezuela y Nicaragua tienen relaciones con Moscú. Desde su sede en Miami, tradicionalmente el rol del jefe del Comando Sur ha sido el de marcar la mirada del área de Defensa y de varias agencias federales sobre la región. Uno de sus objetivos estratégicos apunta a fortalecer operaciones de lucha contra el narcotráfico y de cooperación en seguridad, lucha contra el terrorismo y combatir la influencia de China y Rusia en América Latina y el Caribe.

Cristina y Alberto Fernández, más allá de sus profundas diferencias personales, demuestran en cada oportunidad que se les presenta una fuerte coincidencia en política exterior hacia el eje La Habana, Caracas y Moscú, la cumbre de la Celac lo ratifica una vez más”, comentan a MDZ voceros diplomáticos con línea abierta en Washington.

En DC se percibe cada vez más la grieta entre la línea profesional del Departamento de Estado, el Pentágono, la CIA y el FBI y los asesores políticos del presidente Joe Biden. Crecen los cuestionamientos contra Juan González -asesor de seguridad de Estados Unidos para América Latina-, Jake Sullivan- consejero de Seguridad Nacional- y el ascendente diplomático de carrera Ricardo Zúñiga, de origen hondureño. El ala moderada con llegada al Salón Oval siempre creyó que el presidente argentino iba a asumir un rol autónomo de Cristina y “despegarse” de la política exterior del kirchnerismo que viene plateando un alineamiento con China y Rusia.

La fotografía actual de la gestión de Alberto provoca serios cuestionamientos en el mundo político de la capital de los Estados Unidos. No solo por las diferencias en materia geopolítica y de política exterior, también preocupa la dura apuesta del jefe de Estado de intentar enjuiciar a los miembros de la Corte Suprema.

Según fuentes diplomáticas, funcionarios de la Embajada de EE.UU. en Buenos Aires comenzaron ya en diciembre a haber consultas entre analistas y expertos de política exterior que colaboran con Juntos por el Cambio. “Intentar avanzar contra la Corte huele a chavismo y por eso se nota la inquietud de diplomáticos estadounidenses, quienes a su vez reciben la orden de recabar datos e información confiable para mayor comprensión en Washington”, revela a MDZ un vocero del área de política exterior de JxC.

La presencia en el país de los dictadores venezolano Nicolás Maduro y del cubano Miguel Díaz-Canel es un problema en sí mismo porque ya viene generando tensión con los principales referentes opositores y malestar en Estados Unidos. Ambos mandatarios junto al nicaragüense Daniel Ortega tienen serias denuncias por violaciones a los derechos humanos de familiares desaparecidos o detenidos sin proceso.

“Los tres dictadores juegan con Moscú y solo salen de sus países si el régimen anfitrión que los invita les da las suficientes garantías políticas de no pasar un mal trance judicial”, comenta un portavoz de los grupos que reclaman contra esas autocracias. Finalmente Maduro decidió bajarse, confirmando su temor y dejándole un regalo a Patricia Bullrich, quien fue la primera dirigente de la oposición que salió a pedir públicamente a la justicia la detención del venezolano. En su entorno lo ven como un triunfo político.

La estrategia del albertismo es tapar estos cuestionamientos con la presencia estelar del flamante presidente de Brasil, Luiz Ignacio Da Silva, quien ya no enamora a los argentinos como en sus primeros mandatos. Además Lula no tiene mucho margen para sobreactuar su pertenencia a la Celac, un organismo ideado y financiado por la inteligencia cubana que tanta influencia tiene en Venezuela.

El brasileño tiene serios inconvenientes para evitar los conflictos internos dentro de su flamante administración. Cada es más tensa la relación entre la base de izquierda del PT y los liberales que responden al vicepresidente Geraldo Alckmin.No 

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