Estrategia peronista

La fuerte bajada de línea de Máximo Kirchner que involucra a Sergio Massa

La reunión de hoy en el Senado de la Nación en la que Cristina Fernández de Kirchner confrontó los resultados de la gira de Sergio Massa con el ministro, el gobernador Axel Kicillof y Máximo Kirchner fue en un buen clima pero con muchísima preocupación por el nuevo índice de inflación.

Alejandro Cancelare
Alejandro Cancelare miércoles, 14 de septiembre de 2022 · 21:30 hs
La fuerte bajada de línea de Máximo Kirchner que involucra a Sergio Massa
Foto: Telam

"El ajuste ya lo hicieron Alberto (Fernández) y Martín Guzmán. Ahora Sergio (Massa) está acomodando el desastre que nos dejó", es la expresión que escucharon, en diferentes oportunidades, dos intendentes y tres legisladores nacionales que hablaron, personalmente o telefónicamente, en los últimos quince días con el actual presidente del PJ bonaerense e hijo de los dos presidentes, Máximo Kirchner.

Luego de haber cerrado todos los grifos económicos, propuesto una reformulación integral de las erogaciones a ejecutar, casi tal cual de la que había advertido Silvina Batakis que había que realizar y tras una exitosa y elocuente gira por Estados Unidos, Sergio Massa está pudiendo disfrutar, si vale el término, de un acompañamiento que jamás tuvo algún funcionario que no fuera del riñón kirchnerista-cristinista. 

"La diferencia principal es que Sergio habla todos los días con la jefa. Le informa la agenda y luego los resultados. Con toda claridad, la confianza se va construyendo. Eso no lo hacía Guzmán", dijo uno de los amigos del hijo presidencial que describe la nueva realidad, donde ya no molesta la "dependencia" al FMI

Hasta la llegada del nuevo ministro de Economía, la mirada del joven Kirchner era casi destituyente. No soportaba más las actitudes y la supuesta anomia del presidente. Sin embargo, Fernández, en los últimos quince días, empezó a tomar nota que lo terminaron corriendo del poder. "El cierre con el FMI fue siempre rechazado por Máximo, a Guzmán no lo dejaron trabajar en paz. Parece que fue un acuerdo para tomar el poder", reflejó, en las últimas horas de la noche de ayer, un miembro del nonato albertismo que ya no maneja ninguna esperanza de reacción. 

Un secretario de Estado entiende que la política es el "arte de lo posible" pero no soporta la "incoherencia a cielo abierto que padecemos. Ahora hasta nos sacamos fotos con el embajador norteamericano", en clara relación al acompañamiento que tuvo Massa por parte de Marc Stanley y la posterior con Roberto Baradel. "Es el colmo, pero lo comprendo como una política de seducción. Falta que regalemos ositos winnie pooh", ironiza. 

"No está en juego un ministro, sino la Argentina", expresó un referente siempre atento a los deseos de La Cámpora y su jefe. Sin embargo, otro diputado nacional fue más tajante. "Seguiremos así hasta que no podamos más. En ese momento, se abrirá otro capítulo". Lo cierto es que Cristina Fernández de Kirchner escuchó mucho a Massa y a otros experimentados dirigentes cuando la presión contra el presidente Fernández era mucha. Ella, finalmente, no validó ninguna movida institucional que la pusiera como primera figura. 

El 7% de inflación no fue una buena noticia para el equipo económico. Parece que cada éxito es efímero ante el grave frente que impone la realidad. Por eso desde Estados Unidos, tanto él como sus voceros habituales, desechan, niegan y eliminan de su vocabulario la palabra "presidente" o "elección de 2023". En una película que recién empieza, con protagonistas que todos conocen, el desenlace puede ser el más impensado. 

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