Editorial

El derecho de reclamar, sin violar otras normas y permitir el trabajo

La crisis agudiza las protestas. La detención de un sindicalista llama la atención. Los gremios deben poder protestar, pero sin coartar otros derechos.

MDZ Política
MDZ Política jueves, 4 de agosto de 2022 · 08:30 hs
El derecho de reclamar, sin violar otras normas y permitir el trabajo

La grave y larga crisis económica y social que transitan los argentinos, hace que la vida diaria transcurra en tensión y conflictos de índole variada.

El caso del gremialista Robert Macho; detenido por encuadre en el artículo 194 del Código Penal es motivo de la máxima tensión aludida y debe servir de reflexión. El derecho constitucional de protesta, legitima el accionar del gremialista. Como secretario general de ATE, los trabajadores estatales, está facultado para defender los intereses de sus representados de todas las formas legales que estime conveniente y la protesta pública es una de ellas. La detención parece excesiva frente al método elegido por el jefe sindical. No obstante ello, el derecho de protesta debe ser ejercido en forma respetuosa no apartándose de las normas legales y del ataque a los derechos de los demás ciudadanos.

En medio de la inflación creciente, que pulveriza los ingresos, el reclamo es lógico, porque las carencias se incrementan y las necesidades básicas, en numerosos casos, se convierten en permanentes y no se pueden satisfacer. Convalidada la protesta, que puede exteriorizarse de todas las formas legales que los trabajadores crean convenientes y que no debe reprimirse en exceso bajo ninguna circunstancia, es menester y necesario también atender el otro punto de vista de los reclamos gremiales.

El derecho a transitar y el derecho a trabajar, que en muchas oportunidades se ven suspendidos o cercenados por las protestas, son también derechos constitucionales.

El derecho a transitar y el derecho a trabajar, que en muchas oportunidades se ven suspendidos o cercenados por las protestas, son también derechos constitucionales. Es aquí y por ello donde debe primar el diálogo y la mesura.  Macho, ni ningún otro dirigente gremial, deben incumplir las normas en su legal y legítimo derecho de protesta. Mendoza no puede caer en esa dinámica destructiva.

Roberto Macho pasó una noche en la cárcel. 

Que cubran las plazas de la ciudad, que expresen sus reclamos en libertad, que se junten en la explanada de la Casa de Gobierno, entre otros lugares y que sus reclamos se hagan oír sin límites ni prohibiciones. Pero que respeten el derecho de los ciudadanos que transiten y no interrumpan el paso del transporte terrestre. Marchen por una vía, sin bloquear toda la calle. Que no rompan lo  público ni lo privado.

Que la reunión de empleados no impida el trabajo de comercios de la zona que quedan bloqueados. Sus reclamos deben sentirse, con el clamor que estimen conveniente y sin límites de tiempo. Sólo no deben coartar el derecho de los demás ciudadanos.

Hacerse valer y respetar les corresponde, pero es mayor la fuerza del reclamo, cuando respetan las normas. No son los únicos que sufren, el sector privado está también inmerso en una crisis  muy severa. La adhesión popular a una solicitud justa y necesaria de resolver con rapidez va a ser mayoritaria, si el reclamo no entorpece, causa problemas a terceros e incumple con la ley.

Inteligencia y responsabilidad de la dirigencia gremial. Respuesta justa y pronta y respeto al derecho constitucional a la protesta bien ejercitada por parte del poder. Con diálogo y esas conductas equilibradas la mejor solución es posible.

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