Crisis latente

Mauricio Macri dejó que Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich discutieran y optó por decretar el empate

El almuerzo que compartieron ayer las principales figuras del PRO sirvió para que Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich hicieran catarsis sobre las diferencias que mantienen respecto al manejo del espacio público y la convivencia con un cristinismo cada vez más radicalizado.

Beto Valdez
Beto Valdez miércoles, 31 de agosto de 2022 · 08:31 hs
Mauricio Macri dejó que Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich discutieran y optó por decretar el empate
Foto: Télam

Luego del áspero almuerzo de ayer que juntó a la conducción del PRO, quedaron en evidencia dos cuestiones centrales. Mauricio Macri sigue siendo el jefe partidario, pese a que lo querían jubilar, deja abierto el misterio sobre “el segundo tiempo”, por eso se pone por arriba de la dura pelea entre Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich. Prefirió no inclinarse por ninguno y admitir que hay dos líneas antagónicos que se volvieron a instalar con la Batalla de Recoleta.

La pelea quedó abierta y sin que se defina la cuestión de fondo: como se va a parar este espacio si el año que viene regresa a la Casa Rosada frente a un kirchnerismo que ha decidido romper las reglas de juego y retomar su debilidad por la agresión y el conflicto permanente. “Si tenemos que volver a gobernar ellos volverán a la calle a tirar piedras”, sintetizó la preocupación que reina en el partido fundado por el expresidente.

Además de la belicosidad exhibida en torno al domicilio de Cristina Fernández de Kirchner, resulta difícil de naturalizar el mal momento pasado el sábado pasado por los ministros porteños Jorge Macri (Gobierno) y Marcelo D'Alessandro (Seguridad), cuando llegaron a la sede del Ministerio de Seguridad nacional. Sin mediar saludo, fueron recibidos a los insultos por el ministro del Interior, Eduardo "Wado" De Pedro. “Vamos a incendiar el país si Cristina va presa”, fue la frase más agresiva. Todo un mensaje del socio de Máximo Kirchner y uno de los preferidos de la vicepresidenta. “Están pasados de rosca y además quieren explotar nuestras diferencias”, sintetiza un vocero partidario. 

En este contexto se llevó a cabo un nuevo almuerzo del PRO donde muchos de los presentes se retiraron conformes por la dura catarsis del jefe de Gobierno porteño y la presidenta del PRO. “Siempre es mejor que discutan acaloradamente puertas adentro y no que se cruzan públicamente en medio del conflicto con el kirchnerismo”, sintetizó a MDZ una de los dirigentes presentes restaurante Happening de Costanera. 

Los contendientes enfocaron la crisis de forma diferente. Rodríguez Larreta fue a plantear su enorme malestar ante las declaraciones de la presidenta del PRO luego de sus anuncios desde la sede gubernamental de Uspallata donde recibió el respaldo mayoritario de la versión porteña de Juntos por el Cambio. 

 

Mientras Larreta acusaba a su rival de haber especulado electoralmente “en medio de clima de tensión donde no se pueden mostrar fisuras frente a Cristina y su tropa”, Bullrich encaró su argumentación por otro camino. Intentó despegar sus discrepancias respecto al manejo del espacio público del episodio del fin de semana en Recoleta. “Ella explicó que esas diferencias vienen desde febrero de 2016 cuando expresó su primer crítica contra Horacio por no cumplir con el protocolo anti piquetes”, explicó otro de los integrantes de la mesa en la tradicional parrilla.

Incluso, comentó ante los presentes que se ausentó del anuncio de Larreta el sábado en Uspallata cuando se enteró que se había abierto una negociación con el kirchnerismo. Sus voceros aseguran que exigió que la dejaran hablar y expresar públicamente su discrepancia, escenario que obviamente lucia inaceptable para el jefe de Gobierno porteño. “Entonces Patricia fijó su postura pública porque durante el día cambiaron la estrategia y cedieron frente los K”, sostienen en su entorno. 

Lo concreto es que si no lograron ponerse de acuerdo dentro del PRO sobre un tema estratégico como el manejo del espacio público y la convivencia con un kirchnerismo cada vez más agresivo, va a ser mucho más difícil encontrar un consenso en la Mesa Nacional de Juntos por el Cambio. Una cuestión de las tantas que se definirán cuando se conozca el nombre del ganador de la PASO presidencial de la coalición opositora.

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