El futuro del gasoducto Néstor Kirchner, en manos de cuatro petroleras

La continuidad o no del proyecto Gasoducto Néstor Carlos Kirchner dependerá de lo que cuatro petroleras le comuniquen al juez Daniel Rafecas. Las compañías Tecpetrol (Techint), Pluspetrol, Total y, obviamente YPF, tendrán que atestiguar ante el magistrado sobre si el producto ofertado por la firma Siat SA (empresa de Tenaris, controlada por Techint), es el adecuado o no para la obra determinada.

También deberán precisar si las petroleras encuentran algún tipo de cuestionamiento a la manera en que fue redactada la licitación para elegir al proveedor de caños destinados exclusivamente al gasoducto que uniría Tratayén, Vaca Muerta y Salliqueló, en el centro de la provincia de Buenos Aires; y donde SIAT fue la única oferente en el acto del 31 de marzo pasado organizado en la sede de la estatal Integración Energética Argentina S.A. (IEASA), Avenida Del Libertador 1068, piso 3°, oficina 301, Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Luego de las presentaciones de las cuatro petroleras presentes en Vaca Muerta, quienes serían alguna de las compañías proveedores del gas que se transportaría por el Néstor Kirchner, Rafecas decidirá si continúa el proyecto en los tiempos oficiales. O si, por el contrario, se traba la licitación hasta que se determinen culpabilidades y eventuales responsabilidades penales. En consecuencia, lo que declaren las petroleras es clave y determinante.

Las cuatro deberán coincidir en que los caños son los apropiados y que no hay ningún tipo de sospechas sobre la inconveniencia y oportunidad de los tubos ofertados por SIAT.  Si alguna sola de las compañías plantea dudas, Rafecas podría suspender el proceso y frenar el proyecto de infraestructura más importante que tiene en carpeta el Gobierno de Alberto Fernández para toda su gestión. Por esto, las declaraciones de las cuatro petroleras dependerá el éxito o el fracaso del Gasoducto. Y de la oportunidad del Gobierno de poder cerrar los cuatro años de gestión de Alberto Fernández con una buena noticia en el sector energético. Algo que desde el affaire Matías Kulfas (en realidad bastante antes), ingresa en un cono de dudas.

Vale la pena repasar cómo fue la licitación que ganó Techint el 31 de marzo pasado. SIAT había cotizado un total de U$S 436 millones más IVA, muy cerca del presupuesto oficial de U$S 493.229 más IVA. Había ofertado por " 561 mil metros de caños de 36 pulgadas de diámetro - API 5L Gr. X70 – e: 12.7mm-PSL2; 6.500 metros de caños de Ø36”- API 5L Gr. X70 – e: 19.1 mm-PSL2 >> PI es 19.05mm (0.75”) y 14.500 metros de caño Ø36”- API 5L Gr. X70 – e: 10,0 mm-PSL2" y por ". 63.500 metros de caño de Ø30”- API 5L Gr. X70 – e: 8.12 mm-PSL2 y 11 mil metros de caño Ø30”- API 5L Gr. X70 – e: 11.69mm-PSL2". Se estima aún hoy que el plazo de ejecución de la obra rondará los 18 meses, por lo que el gobierno trabaja a contrarreloj para cumplir con el objetivo de lograr su habilitación en el invierno de 2023. La licitación incluía además antecedentes para poder participar, y SIAT los mostraba.

La empresa de Techint es el productor líder de tubos de acero con costura para oleoductos y gasoductos locales y regionales.    Posee  plantas productivas localizadas en Valentín Alsina, provincia de Buenos Aires, y Villa Constitución, Santa Fe, con una capacidad de producción anual de 430.000 toneladas de tubos de acero con costura. En el caso del gasoducto Néstor Kirchner fue el único oferente y se afirmaba, entonces y ahora, sólo competía con los tubos chinos, quienes finalmente ni siquiera terminaron presentándose, pese a que durante el proceso abierto de manera internacional para convocar a empresas extranjeras, hubo 6 consultas concretas, pero sólo una presentación de ofertas; la de SIAT.

Según la compañía, los primeros tubos podrían estar saliendo de la planta en septiembre y para octubre estarían en condiciones de comenzar los trabajos de encastre para avanzar en el gasoducto. Eso siempre que desde el Ejecutivo llegue la orden al Banco Central para que se liberen los aproximadamente U$S 200 millones necesarios para iniciar la producción de la chapa en la planta brasileña de la propia Techint. Es lo que figura también en el pliego de licitación, y que quedó en una sombra de dudas el viernes pasado cuando Cristina Fernández de Kirchner cuestionó que la empresa multinacional no haya decidido levantar una planta dentro del país para fabricar ese insumo básico para fabricas los tubos.

La posibilidad de cumplir en tiempo y forma con ese requerimiento, si Techint aceptara la sugerencia, retrasaría el inicio de la construcción del gasoducto en no menos tres años. Sería aproximadamente el tiempo que demandaría levantar una planta en territorio local o acondicionar una existente. Algo que la compañía no está, por otro lado, dispuesta a ejecutar.