Del Renault 12 a la fábrica de billetes: Gabrielli, el mendocino de los "6 presidentes" que sigue en el Estado

Hay una anécdota que fue premonitoria. Las calles eran un caos, en el Poder Ejecutivo reinaba tal incertidumbre que no se sabía quién gobernaba. El último funcionario que quedaba en Casa Rosada era Rodolfo Gabrielli, ministro del Interior de los gobiernos fugaces del 2001-2002 y superviviente de la política. Cuentan que prácticamente tenía las llaves del despacho presidencial tras la renuncia de Adolfo Rodríguez Saá. De hecho fue anfitrión del nuevo presidente elegido por la Asamblea Legislativa: Eduardo Duhalde, quien lo mantuvo en su cargo casi hasta el final de su breve mandato. 

Gabrielli siempre está: desde que comenzó su carrera como funcionario público, manejando una break Renault 12 blanca, hasta ahora, que controla la "fábrica de billetes" en la Casa de la Moneda y que ahora tendrá que imprimir los nuevos y devaluados billetes que lanzará el presidente Alberto Fernández. Esos papeles llevarán la firma de otro mendocino, el presidente del Banco Central Miguel Ángel Pesce

En su largo recorrido dentro del Estado, Gabrielli fue polifuncional. Fue ministro de Economía de José Octavio Bordón, Gobernador de Mendoza y continuó su carrera con un clásico: diputado nacional. Como mandatario fue un buen alumno de Carlos Menem y es recordado por haber tenido muchos recursos disponibles, pero sin haber dejado una buena herencia. 

Su presencia en los gobiernos fugaces tras la crisis del 2001 le valieron un voto de fidelidad dentro del peronismo. Con el kirchnerismo le fue siempre bien, en diversos cargos. Fue vicepresidente del Banco Nación y estuvo a cargo de áreas estratégicas para las comunicaciones, el transporte y la tecnología. Fue funcionario en Intercargo y en 2006 "fundó" ARSAT, luego fue el jefe de la ANAC (que controla la Aviación) desde que el control de la aviación pasó a manos de mandos civiles. 

El hombre de los 6 presidentes

En su declaración jurada de bienes Gabrielli describe que todos sus bienes los adquirió mientras era funcionario, algo obvio porque casi siempre fue funcionario. Entre su DDJJ de 2008 a la de hoy, por ejemplo, tiene una diferencia: ya no forma parte de sus bienes un departamento de 305 metros cuadrados ubicado en Barrio Norte y del que era, al menos en 2008, propietario del 50%. Además, tiene una casa de 300 metros cuadrados que compró en 1992, cuando estrenaba su cargo de Gobernador y una finca en Lunlunta. Su emprendimiento privado es "Bodegas y Viñedos Gabrielli", sumado a su patrimonio en 2005 según la última Declaración Jurada, pero que antes la declaraba como comprada en 2004. 

Aunque es titular de la Casa de la Moneda, que imprime los billetes nacionales, es más afecto a los dólares respaldados por la Reserva Federal: en 2020 declaró tener 100 mil dólares en una cada de ahorro y ese era su principal riqueza. Claro, porque sus bienes inmuebles están subvaluados como ocurre con todas las declaraciones de bienes de los funcionarios porque se toma a valor fiscal y no de mercado.

Aunque no quedó con la mejor imagen en Mendoza, la política ofrece siempre una nueva oportunidad. O al menos eso creen algunos dirigentes. Por eso Gabrielli intentó el retorno: amagó con ser precandidato a gobernador por el PJ en las elecciones del 2019. Esa misión duró poco, pero él no quedó al margen: se convirtió en asesor de la candidata Anabel Fernández Sagasti y en el nuevo gobierno logró seguir en el esquema de poder nacional y sumó la estampa de Alberto Fernández a la colección de presidentes que lo apoyaron, cuando lo nombró titular de la Casa de la Moneda. Así, Gabrielli fue funcionario de los fugaces Adolfo Rodríguez Saá, Eduardo Camaño, Eduardo Duhalde, Néstor Kirchner, Cristina Fernández de Kirchner y ahora Alberto Fernández.