La política tiene la oportunidad de reconciliarse con las Pymes

En plena pandemia un grupo de empresarios Pyme, muy preocupados por la crisis reinante, crearon un movimiento para visibilizar el aporte que realizan día tras día a la economía nacional y proponer cambios en las reglas de juego que desaten todo el potencial de nuestras pequeñas y medianas empresas, fundamentalmente en lo que respecta a la generación de empleo. El Movimiento Nacional Pyme (MoNaPy), hoy ya cuenta con representantes en todas las provincias con más de 60 mesas de trabajo. 

Mientras cada vez más argentinos sufren desempleo, subempleo, pobreza e indigencia, y la inflación derrite sus ingresos, las pymes argentinas generan el 42% del producto nacional, el 70% del empleo, están en toda nuestra geografía, tienen un 50% promedio de capacidad ociosa y por cada peso que reciben, lo convierten en más de 20. Sin embargo, no son tenidas en cuenta a la hora del diseño de la política económica. Por ello, quienes integramos el Movimiento Nacional Pyme decidimos dar un paso histórico y después de muchas horas de debate, consensuamos un Proyecto de Ley eficiente, práctico, bien federal y que contiene muchos de los cambios que necesita el universo pyme para transformarse en una de las soluciones que necesita nuestro país.

Los temas que aborda en las 16 páginas que lo contienen son: desendeudamiento, presión tributaria, industria del juicio, costo laboral no salarial y promoción comercial. Todas cuestiones que necesitan ser revisadas a la brevedad para generar buenas noticias para los argentinos.

El proyecto comienza creando una Agencia Federal Pyme autárquica que se encargará de promover y dar soporte a las pymes garantizando la participación de representantes privados en su organigrama, y por ende, en las decisiones, sin costo fiscal alguno. Asimismo crea un Régimen de Promoción de la contratación de trabajo registrado MiPyMe que implica un sistema de registro simplificado en la relaciones de trabajo, una rebaja de las contribuciones patronales para nuevo personal, y una instancia de conciliación obligatoria extrajudicial.

En búsqueda del desendeudamiento Pyme se creará un Sistema Simplificado de Reestructuración de Pasivos suspendiendo ejecuciones, entre otras medidas. A su vez, promueve un impulso al financiamiento Pyme asignando a este fin en el Presupuesto Nacional una suma equivalente no inferior al 4% del PBI. Y la frutilla del postre es un tratamiento impositivo especial para MiPyMes que involucra la exclusión del impuesto a los Créditos y Débitos, un gravamen especial de Ganancias del 20% (hoy está en el 35%), amortización acelerada de inversiones, compensación automática y devolución de saldos fiscales, implementación de un ventanilla única de impuestos nacionales y una reducción progresiva del distorsivo impuesto a los Ingresos Brutos en cada jurisdicción a través de un acuerdo fiscal. Por último, lleva los derechos de exportación a 0% para los bienes y servicios exportados por MiPyMes.

La Fundación Observatorio Pyme, de gran prestigio, realizó una encuesta nacional en la que estudió los impactos probables de medidas como las recién enunciadas. El resultado del estudio arribó a la conclusión de que si se lograra este cambio de reglas de juego, las Pymes argentinas estarían en condiciones de generar más de 2 millones de empleos en el término de un año.

En este momento nuestros representantes en el Congreso tienen a su disposición una herramienta poderosa para reconciliarse con las micro, pequeñas y medianas empresas, a las que la política viene asfixiando hace tanto tiempo. La posibilidad de generar una solución integral para la creación de empleo que necesitamos tan urgentemente los argentinos está en sus manos.

*Gonzalo Santamarina es Miembro Fundador del Movimiento Nacional Pyme.