Educación y salud representados por movimientos de autoconvocados

Quiénes manifiestan la pérdida de representatividad de los gremios

En los últimos meses, surgieron dos nuevas asambleas de autoconvocados: anestesiólogos que son prestadores del sector público y docentes. Ambos grupos resisten las decisiones de los gremios que los nuclean. Funcionan como toda asamblea: sin autoridades, de forma horizontal y con mandatos.

Laura Fiochetta
Laura Fiochetta sábado, 9 de abril de 2022 · 07:21 hs
Quiénes manifiestan la pérdida de representatividad de los gremios
Foto: Maximiliano Ríos/MDZ

Nadie manda, las decisiones se toman en forma horizontal y resisten a las directivas de los gremios. Así funcionan los dos nuevos movimientos de autoconvocados que surgieron en Mendoza hace pocos meses y que están conformados por quienes trabajan en la salud y la educación. Un grupo está conformado por  los anestesiólogos que son prestadores del sector público y no quieren ser representados por Ampros y el Parientazo por la Dignidad, que es una asamblea de docentes que están en desacuerdo con las negociaciones  paritarias que impulsó el Sute.

A principio de enero de este año, los 50 anestesiólogos de toda la provincia que hasta el 31 de marzo fueron prestadores del Estado (y están esperando que el Gobierno les haga una nueva oferta para volver a sus lugares de trabajo), empezaron a encontrarse. El contrato por el que trabajaban en distintos hospitales públicos vencía en 3 meses y lo que les pagaba la gestión de Rodolfo Suarez era menor a lo que perciben los profesionales de la misma especialidad en provincias vecinas como San Juan o San Luis. Es por eso que comenzaron la organización de lo que hoy es la asamblea de anestesiólogos autoconvocados. “Queríamos ir por afuera del gremio Ampros, porque sabíamos que por ahí no era el camino. Para nosotros la asamblea es la máxima expresión de legitimidad que podemos tener. Contrario a este mundo tan individualista, la expresión colectiva es lo mejor que nos puede pasar. No creemos en los plebiscitos para ratificar las decisiones, la asamblea es la que decide, pone el cuerpo, todas las voces valen por igual”, sostuvo ante la consulta de MDZ, Arturo Salassa quien es el vocero del grupo.

Además de ese rol que ocupa Salassa, la asamblea tiene tres negociadores que son quienes se juntan con el Gobierno y delegados de todos los hospitales de Mendoza. Mientras que para el 1 de abril, Ampros, que representa a profesionales de la salud, convocó a una huelga general por el reclamo de todos los contratados y prestadores, la asamblea de anestesiólogos tomó distancia de esa determinación. Un mes antes, habían advertido al Gobierno que se venían renuncias masivas. Es por eso que lo que hicieron el primer día de abril no fue plegarse a la huelga sino decidir no firmar un nuevo contrato  porque el aumento del 40% de las prestaciones que ofrecía el Gobierno no les convenció.

Mientras tanto, como autoconvocados, se reunieron con el Gobierno pero el encuentro no llegó a buen puerto ya que no pudieron solucionar el conflicto. “Muchos colegas están pensando en el éxodo, en irse a otras provincias o del país”, cuenta Salassa quien tiene un antecedente asambleario en la salud: la asamblea de residentes, en la que también jugó un rol importante. “Con esta falta de respuesta, este fin de semana Tunuyán y San Rafael están sin anestesiólogos”, advirtió.

Por otro lado, desde San Carlos pero con la participación de docentes de toda la provincia surgió un movimiento mientras el gremio Sute daba a conocer la propuesta que el Gobierno les hizo en paritarias a fines de febrero – y que luego aceptaron-. Se llama Parientazo por la Educación (pariente para quienes viven en San Carlos, es sinónimo de amigo, de hermano, de alguien en quien confiar.

 “Somos un movimiento independiente, quienes representamos a quienes trabajan en la Educación en su totalidad, que busca transformar bajo una misma bandera, la dignidad, la que nos quieren pisotear y nos lleva a un salario de hambre. Es por ello que nos convocamos a la unidad, a mantenerlos en alerta y en pie de lucha, para recuperar los derechos que  este gobierno vulnera y los dirigentes gremiales no defienden”, se definen. En diálogo con MDZ, la docente Marina Villarroel quien integra la asamblea aseguró: "Entre las docentes y celadoras, hay hambre. El sueldo que cobramos y que acordó el sindicato es un sueldo de hambre. Pero además, estamos reclamando por infraestructura, las meriendas, la injusticia que implica el ítem aula Hay mucho descontento en el sector de la Educación y de ese enojo nace este movimiento".

La primera gran manifestación fue el 19 de marzo pasado cuando desde el Valle de Uco comenzaron a caminar y hacer una caravana hasta Peatonal y San Martin de ciudad de Mendoza y se fueron sumando maestras de distintos puntos de la provincia. Ahora planean más actividades de “resistencia”. "Nos han contactado docentes de toda la provincia y estamos organizando una actividad muy importante", dijo la maestra sin muchas más precisiones".

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