Café de la Ciudad

El Gabinete de Larreta al Teatro, el PRO porteño se rearma, un conflicto sindical y la pelea entre “lilitos” y liberales

El nuevo “mega ministerio”, el rechazo a Lousteau y la aparición de un foco gremial que podría entorpecer la gestión. Las batallas política en Twitter.

Ezequiel Spillman
Ezequiel Spillman jueves, 21 de abril de 2022 · 12:29 hs
El Gabinete de Larreta al Teatro, el PRO porteño se rearma, un conflicto sindical y la pelea entre “lilitos” y liberales
Foto: Prensa GCBA

Miércoles de sorpresas en el Teatro Colón: el gabinete de Horacio Rodríguez Larreta llegó hasta allí para su habitual reunión semanal. La cita era para las ocho, pero minutos antes se los pudo ver sentados en el piso, entre las largas alfombras rojas y sillones históricos, al vicejefe de Gobierno y titular de la Legislatura porteña, Emmanuel Ferrario, y a la secretaria de Atención Ciudadana, Julia Domeniconi, hablando animadamente. Si tenían sueño, lo disimularon bien.

En rigor, el Colón no es un ámbito ajeno para los funcionarios: en los últimos dos años ya había habido varias reuniones de ministros en el histórico teatro, por caso, mesas vinculadas a la gestión contra el Coronavirus. 

Un tema clave de coyuntura ocupó, tras el encuentro del elenco porteño, las horas del jefe de Gobierno: la jugada de Cristina Fernández de Kirchner en el Senado para copar el Consejo de la Magistratura nacional.

Una de las conclusiones que emanó de allí fue en sintonía con lo que decidió, luego, la mesa nacional de Juntos por el Cambio: judicializar las designaciones de CFK y salir a criticar al Gobierno, algo que hizo Larreta por Twitter, hoy su canal preferido para sostener posiciones políticas nacionales. 

Los movimientos del gabinete porteño incluyeron, en estos días, otro incremento de lugares para el radicalismo que animan Martín Lousteau y Emiliano Yacobitti. Se trata de Desarrollo Económico, conducido por José Luis Giusti.

Martín Lousteau

El área se encamina a un auténtico récord: sumará su séptima subsecretaria, será la de Cooperación para el Desarrollo y Economía de la Producción, donde caerá Carlos Macchi, un hombre de Yacobitti y vicepresidente de la UCR porteña. Los radicales han creado, dentro de esa estructura, un auténtico mega ministerio que incluye a la secretaría de Deportes del “Chapa” Retegui.

Paralelamente, el titular del PRO porteño, el legislador Claudio Romero, comenzó a mover el partido. Entre otras cuestiones, quiere definir un esquema de trabajo territorial partidario con la ayuda de Facundo Carrillo (secretario de Planificación), Victoria Hassan (Medios) y el apoderado del partido, Ezequiel Jarvis (Trabajo).

El primer dilema que tienen los cuatro: Larreta no definió aún quién será su sucesor. Le dio vía libre a Jorge Macri, el ministro de Gobierno porteño, para caminar, pero a la vez sostiene su vínculo con el radical Lousteau. Incluso, hay dos figuras más que no se definieron aún y complican el panorama: María Eugenia Vidal – quien viajó a Neuquén esta semana – y Fernán Quirós

Con todo, en el armado territorial del PRO de la Ciudad hay una máxima que se impuso entre las autoridades partidarias: “No vamos a regalarle la Ciudad a Lousteau”.

Se trata de una frase similar a la que pronunció el subsecretario de Articulación porteño, el peronista Roberto Quattromano, uno de los amigos personales de Cristian Ritondo, a fin de año en el encuentro que hizo María Eugenia Vidal con más de 70 dirigentes y funcionarios. Quattromano no suele usar eufemismos para hablar de política: su trabajo territorial en el sur, que comenzó en Mataderos y se extendió a otros barrios del sur, le permitió continuar en su cargo debajo del ministro de Gobierno porteño. Como buen peronista, le cuesta imaginarse trabajando para un radical. Pero va más allá: considera que el PRO tiene la estructura para sostener en 2023 la Ciudad.  

Cristian Ritondo

A la vez, comenzaron las peleas entre dos alas de JxC en la Ciudad: los liberales del frente y la Coalición Cívica. Siempre provocador, el legislador porteño “lilito” Facundo del Gaiso, decidió, en pocas horas, cruzar por Twitter a Yamil Santoro (director de Planificación Estratégica y Control de Gestión). El dirigente, uno de los armadores de Republicanos Unidos que llevó nuevamente a la política a Ricardo López Murphy, había tuiteado su apoyo a un proyecto del diputado Roberto García Moritán para eliminar el impuesto a los sellos al consumo de tarjetas de crédito.

Rápido de reflejos, Del Gaiso, quien estuvo reunido con Vidal antes de que la diputada viaje a Neuquén, le respondió también vía Twitter: “El impuesto a las tarjetas y a las lelics se puso para paliar la quita salvaje  x la coparticipación q sufrimos todos los argentinos q vivimos en la ciudad. Esa quita son 400 millones x día. Con eso pagamos  los sueldos a los policías, médicos, etc. Sos  funcionario deberías saberlo (dixit)”.

Roberto García Moritán

Santoro decidió borrar su Tweet original. El proyecto del marido de Pampita no había tenido ningún consenso en el bloque Vamos Juntos. Al menos comenzó a llegar a horario a las reuniones de gabinete.  

Con todo, otros conflictos mayores se suscitaron en estas semanas. Aunque pasó por debajo del radar masivo, la sorpresiva elección de Carlos Rojo como titular del gremio de Médicos Municipales promete ser un dolor de cabeza para la gestión. De manera inusual sacó de la cancha al histórico Jorge Gilardi, un sindicalista con capacidad de veto sobre el titular de la cartera de Salud en la Ciudad.

Rojo tiene un estrecho vínculo con el PJ y una gran cercanía a la UCR, en especial a la rama de Yacobitti. Y un perfil más combativo. La relación con los radicales desciende hacia su hijo, Matías, quien es uno de los nexos con la Universidad de Buenos Aires a través de la Facultad de Medicina.

Rojo padre asumió hace diez días en el estratégico gremio y, aunque estaba convocado antes, debutó con un paro de 36 horas. Médicos Municipales está intentando sacarle a Sutecba, el gremio más importante de municipales de la Ciudad, la filiación de las enfermeras. Una pelea que la Ciudad quiere ver de lejos.

Con todo, Rojo hijo logró, con su vínculo con la UCR, ser uno de los articuladores en la llegada de estudiantes de medicina de la UBA para colaborar en los centros de testeos y vacunación contra el Coronavirus. Fue uno de los enlaces con el ministerio que comanda Quirós.

Hoy padre e hijo podrían admirar a la familia Moyano o a los Daer por la descendencia sindical. Un doble juego: el padre ocupado del PJ y el hijo con los radicales. Un dolor de cabeza en puerta para el Gobierno de la Ciudad.

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