La dura negociación que se viene con Nación por dos concesiones claves

La relación entre la Nación y Mendoza es mala, pero Rodolfo Suarez y Alberto Fernández tienen un destino curioso. A pesar de ese vínculo nocivo, se hicieron "socios" a la fuerza e indirectamente se defienden. Es lo que ocurrió, por ejemplo, en la empresa IMPSA, que fue rescatada por ambos gobiernos y que los hace convivientes en el directorio de la firma fundada en la provincia hace más de 100 años. Suarez y Alberto están en otra disputa que tiene en vilo a Mendoza: la realización de la represa Portezuelo del Viento. Pero hay otra decisión que por ahora está tapada y que puede ser bisagra: la concesión de las represas hidroeléctricas del Sur de la provincia. Se trata de los diques que regulan y generan energía en los ríos Diamante y Atuel, cuyas concesiones vencen en 2024 pero que el Gobierno de Alberto Fernández ya puso en análisis para decidir qué hacer. 

No es una decisión trivial, pues se trata de la administración de recursos que históricamente Mendoza ha reclamado para sí. La duda es si el Gobierno nacional apuntará a reestatizar la gestión de los diques, si estirará las concesiones o volverá a licitarlas. En una situación similar están las represas de la Patagonia. Neuquén y Río Negro ya se manifestaron y pidieron que sean restituidas a las provincias. Mendoza aún no lo hace. 

La gestión de las 6 represas está a cargo de las empresas Hidisa e Hinisa y fueron privatizadas en 1994. Hoy son propiedad de Pampa Energía, una de las empresas energéticas más grandes del país y que es dirigida por Marcelo Mindlin. La provincia tiene acciones y es parte de la empresa a través de EMESA. Mendoza tiene el 47% de HINISA y el 39% de HIDISA. De hecho es una importante fuente de ingresos: en 2020, por ejemplo, EMESA recibió más de 8 millones de dólares por distribución de dividendos de Hinisa e Hidisa. A esos recursos se le suman las regalías por la generación de energía. Justamente allí hay otro punto de tensión fuerte: la enorme deuda que reclama la Provincia a la Nación por haberle pagado la mitad de las regalías de los Nihuiles a La Pampa. Mendoza reclama el 100% de los fondos porque el dique está en la provincia. Hubo dictámenes favorables, pero se pide un retroactivo que podría superar los 30 mil millones de pesos.

Hidroeléctrica Los Nihuiles comprende un complejo de tres diques sobre el río Atuel (Nihuil 1, 2 y 3) y son emblemáticos para la historia de la defensa del patrimonio: en 1984 el gobernador Santiago Felipe Llaver reclamaba la entrega de los diques a la Provincia e intentó tomarlos, literalmente. Hidroeléctrica Diamante también comprende tres diques (Agua del Toro, Los Reyunos y El Tigre), que forman el sistema de mayor potencial de generación de la provincia. En 1994 fueron privatizados todos los diques y la concesión vence en 2024. En el medio hay otras variables: la generación está en declive desde 2006 por el impacto del cambio climático (menor caudal de los ríos y menos volumen de agua embalsada). 

El Gobierno nacional creó una comisión para analizar el estado de situación y qué camino seguir. En esa comisión no hay representación de las provincias y eso inquieta. El "Equipo de Trabajo de Aprovechamientos Hidroeléctricos Concesionados” (ETAHC), tiene representantes de la Secretaría de Energía, de la Subsecretaría de Energía Eléctrica, de la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrica S.A. (CAMMESA), del Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) y de la empresa estatal Integración Energética Argentina S.A. (IEASA).

En el orden de prioridades están primero las represas de la Patagonia, cuya concesión vence el año que viene. Luego vienen las mendocinas. Sin embargo antes de fin de año habría una conclusión general para saber cuál es el camino a seguir. Por el volumen de inversiones necesarias para mejorar las represas y embalses y la previsibilidad necesaria para ese negocio, si se vuelven a licitar, explican, debe hacerse con un margen amplio de tiempo antes de que se venza el contrato. Si se reestatiza, la pelea vendrá con la Provincia con la chance de que se reproduzca el reclamo de Llaver. En realidad hasta ahora Mendoza no ha demostrado voluntad en ese sentido, más allá del reclamo por las regalías.